Sonrisa Sincera | YiZhan [MPreg]

de diferentes formas

(por Xiao Zhan)

Llegamos a Xuchang muy temprano por la mañana y me tuve que pasar a Luoyang a recoger mi coche. Sólo me daba tiempo de dejar mi maleta en el departamento y de ahí me fui a la oficina.

A medio día tenía una reunión con el equipo de estrategia para lanzar el producto.

No había desayunado nada, mas que un café de máquina en la tienda de autoservicio de la gasolinera.

Conduje por la ciudad y llegué a la oficina casi a las diez de la mañana. Arreglé algunos asuntos y firmé documentos pendientes que tenía. Yen Lu me puso al tanto de los pendientes que se habían acumulado los últimos dos días.

—Yen, ¿Puedes conseguirme una Aspirina? —dije —mi cabeza va a estallar.

—Enseguida, jefe.

Mi asistente salió de la oficina y, con la jaqueca que tenía, pareció que sus tacones resonaron en mi cabeza por muchas horas.

Revisé mi correo electrónico mientras Yen Lu regresaba. No había tantos en la bandeja de entrada y sólo me interesó uno:

De: Davide Brivio <dbrivio@pyamaha.str>
Para: Xiao Zhan <xiaoz@happierdum.ch>

Estimado Sr. Xiao:
Me es muy penoso para mí informarle que mi corredor, el señor Rossi, no podrá asistir a la cena en Roma. Cómo sabe, estamos a días del inicio de la competencia final y Valentino debe entrenar muchísimo antes del evento.
Pero quería proponerle algo: el próximo 10 de Septiembre podrá pasar su familia a saludar al mismo Valentino Rossi en los camerinos antes de la competencia. Esta no es una oferta que se le deja a cualquiera. Piénselo y contácteme pronto para hacerle llegar sus pases.
Sin más, que tenga un excelente día.

D. Brivio

—Esto no es cierto...

Me tallé la cara con exasperación y respiré tres veces antes de perder mi poco buen humor que me quedaba.

También me apresuré a responderle a Brivio que me interesaban esos pases.

Había planeado para hoy en la noche (en Roma) una cena a mis chicos con Valentino Rossi. Conseguí los medios para contactar al manager y la semana pasada me había asegurado la asistencia del motero.

—¡Esto no puede pasar! —volví a decir, pensando está vez qué hacer para cambiar los planes que tenía para la sorpresa de Yibo.

—Señor Xiao —habló Yen Lu —su Aspirina.

—Gracias, Yen.

Me llevé las pastillas a la boca y las pasé con un solo trago de agua. Yen seguía frente a mi escritorio y la miré, esperando que hablara.

—La reunión está por darse. Son las once cuarenta.

—Es verdad... bien, iré enseguida, gracias.

Cogí los folios importantes y salí en dirección a la sala de juntas. Durante el trayecto, los empleados que andaban fuera de su área me saludaban con una inclinación y después cada uno seguía su camino.

Entré a la sala de juntas y todos se inclinaron a mi paso. Dos minutos después, Jiacheng también entró.

Comenzó la reunión y yo puse atención a lo más básico. Di mi informe y recibí los del resto de integrantes. El dolor de cabeza aún no me bajaba y sólo pedía que acabara la jodida reunión.

De pronto, a la puerta del salón, Yen Lan me llamó. Me disculpé con mis colegas y salí a ver qué era lo que sucedía.

—Lo siento, señor Xiao, pero la señora Song Nanxi me ha pedido de forma urgente que se comunique con ella.