Balas Y Lágrimas

Lluvia, Hamburguesas y Música.

     Me levanté antes de que el sol diera su bienvenida, el cuarto estaba frío, por alguna razón sentí miedo, sentía que me miraban, que algo se estaba acercando muy lentamente a mí, no soy fan de la oscuridad, le temo bastante, al igual que a las alturas y a estar a mar abierto, talasofobia, se escucha un poco menos patético.

     Normalmente soy estúpidamente valiente, (O sea, idiota, a mi parecer), por lo cual no pienso mucho para enfrentar un miedo, no se me hace difícil decidirme, así que me levanté a oscuras y busqué el switch de la luz, por lo que la encendí, agradecí una vez más que era una suave luz blanca que no brillaba demasiado, ya mis ojos con una mezcla de miopía y astigmatismo no podían soportar muchos golpes de luz, así que debía cuidarlos bastante... Aunque hay momentos en los que desearía no tenerlos, ciertamente.

     Me lavé la cara y los dientes, me dí una ducha, preparé mi desayuno y me fijé en las niñas, aún estaban en sus sacos de dormir, generalmente no se levantaban tarde, pero era muy temprano aún, volví a mi desayuno, tomé mis llaves y salí aún antes que el sol, ya estaba amaneciendo, pero aún no salía la enorme estrella centro de nuestro sistema, encendí el auto y me dirigí al centro comercial más grande de la ciudad, era estúpidamente costoso y variado, habían tiendas de ropa carísima, tiendas de marcas exclusivas, etc, etc, me paseé vacilando un poco organizando qué compraría, a dónde iría primero, qué comería y demás, cabe destacar que el tiempo que me llevé de conducir fué suficiente para que abrieran las tiendas y comenzara a activarse el lugar, decidí primero entrar al supermercado, unas compras para la casa no harían daño, tampoco un poco de comida para mí, estoy bastante flaco, perdí mucha masa, al parecer sólo grasa, ya que sigo ligeramente definido, pero con menos volumen, debo comer un poco más, no me he concentrado mucho en eso desde que ocurrió lo que ocurrió.

     Entré primero a la zona de frutas y verduras con un carrito y comencé a elegir tomates, manzanas, condimentos y un montón de cosas más, cuando me cercioré de tener suficiente fruta y legumbre para unas semanas (Nótese el sarcasmo) pasé a la comida como tal, harinas, leche y millares de cosas más, repetí el proceso, llené el carrito, y así una y otra vez con diferentes productos, me viré hacia la caja y por la hora aún estaba algo vacía, pagué y envié las cosas al auto.

     Lista la comida, ahora, artículos para la universidad y el colegio de Antonella, compré libretas, lápices, lápices de colores, plumones, pegamento, tijeras, grapas, sacapuntas, reglas, un par de mochilas, asegurándome de qué tengan más calidad que estilo y continué repasando y comprando lo que debía, media hora después, estaba pagando y una vez más, enviando las cosas al auto, salí de la tienda caminando hacia la zona de comida.

     Mientras me trasladaba me percaté que un pequeño grupo disperso de personas, caminaban a mi velocidad y en la misma dirección que yo, con mi curiosidad por delante analizé sus posiciones, y a pesar de estar dispersos, había un interesante patrón, cada uno cubría una posible salida diferente, dejándome así, "Encerrado" Podría decirse, sonreí levemente mientras sumaba las cosas y pensaba, todos son tipos, de contextura fornida, sin mucha preocupación en su apariencia y con caras de que les jalaron las comisuras de sus labios toda su vida hacia abajo, sólo una cosa se me vino a la mente, el mecánico, al encontrar su cuerpo hecho carne para hamburguesas, obviamente buscarían quién hizo todo ese desastre, asumiendo que fué por una cuestión de el verdadero trabajo, y no la fachada de un simple cambia neumáticos.

     Sonreí de lado y me dirigí a el restaurant de la señora Hann, la conocía desde que ella y mamá estudiaban el mismo semestre de medicina juntas, su hijo, por casualidad, era amigo mío desde mucho antes de eso, fuimos a la escuela juntos, no teníamos la amistad más fuerte del mundo, pero sí nos llevábamos bien, cuando llegué, Carl estaba jugando con un pequeño envase en la barra, ya que había pocos clientes.