Regalo de luna [Finalizado]

CAPITULO 12

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Gun y Arm entraron en la casa seguidos por Zol. Su relación de pareja le dijo a Off que Gun estaba indignado, no solo con Earth y Jennie, sino también con él. Su compañero entró en el estudio con un sentido de propósito.

—Godji, —llamó. —¿Podemos preparar una de las habitaciones de invitados para Zol esta noche?

Sin echar un vistazo a Off, dijo:

—Niti, ¿podemos llevar a alguien con Jennie para que recoja las cosas de Zol, como ahora? —Se inclinó sobre una rodilla. —Cariño, estoy enviando a alguien para que consiga tus Barbies y tus pijamas. ¿Ya cenaste?

—Tenía ravioli, de la lata.

—Godji, ¿tenemos algo ligero que ella pueda comer? No debería irse a dormir con una barriga pesada.

—Sí, Alfa Compañero. Prepararé unos huevos, tocino y tostadas, que deberían ser suficientemente para dejarla llena y lo suficientemente livianos para que ella se vaya a dormir después.

—Zol, ve con Godji. Te vas a quedar con nosotros de ahora en adelante. Cuando despiertes mañana, comenzaremos a planificar tu nueva habitación. Buenas noches, dame un beso y al Alfa Jumpol y hablaremos más por la mañana.

Zol obedientemente siguió a Godji al ala alfa de la casa.

Gun se volvió hacia Off.

—Sabías acerca de esto. Sabías que estaban tratando de vender a esta niña. ¿Cómo pudiste?

—Planeé llevármela antes de que me lo pidieras. Habría regresado al día siguiente de conocerte, pero luego nos conocimos y pensé que me ocuparía de eso cuando volviéramos a casa. Quería un millón de dólares. Iba a entregárselo solo para que él firmara el papeleo de los servicios sociales. No podemos obtener la custodia legalmente a menos que él firme los papeles y no los firmará a menos que se le pague. Desafortunadamente, tenemos que operar en el marco del mundo humano.

—Entonces, ¿por qué me enviaste allí sin saber eso? —Gun escupió.

—Porque eres un Omega con la Voz. Una vez que cambies, podrás ordenarle que haga lo correcto. Aposté por el hecho de que él sabía contra qué se enfrentaba y se vería obligado a hacer lo que pediste. Siento estar tan equivocado. Es muy estúpido o sabe algo que nosotros no sabemos.

—Ya lo veo. Así que me usaste para descubrirlo. —Gun miró directamente a los ojos de Off.

—Sí, lo siento, pero tenía que hacerlo—. Off le dio la espalda. —Tenemos que usar a Earth para llegar a quien nos quiere lastimar. Tú, yo, la manada, todos los dioses, malditos sean. No podía pensar en Asia. No podía pensar solo en nosotros. Tengo que pensar en ellos también. Tus reacciones debían ser naturales. ¿Me puedes perdonar, bebé? Tenemos a Zol, tenemos la información que necesitamos y te juro que Earth no se beneficiará de esto—. Gun le dio la vuelta y observó cómo las lágrimas corrían en riachuelos por el rostro de su marido.

—Pensabas que me habías perdido. Off, estaba enojado, lo admito, pero nunca me perderás, soy tuyo—. Off se rompió en los brazos de su compañero. —Vamos a comer, amor—. Gun besó la cabeza de Off. —Está todo bien.

—A veces me pregunto cuál de nosotros es el que tiene más de cien años—. Off tomó la mano de Gun y se dirigieron al comedor.

§ § §

Off se despertó a la mañana siguiente con Gun durmiendo en sus brazos. La nariz de su compañero estaba presionada bajo su brazo y cada pocos minutos había un pequeño resoplido. Su pelo caía frente a sus ojos y las mantas se arremolinaban sobre sus hombros y se metían debajo de su barbilla. Él era adorable. Mirando el reloj, notó que eran las ocho de la mañana. Se habían dormido.