Regalo de luna [Finalizado]

CAPITULO 13

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Se acostaron temprano y Gun despertó a Off poco después de las diez.

—Me siento raro. Me siento incómodo en mi propia piel.

—Ese es tu lobo agitándose.

—¿Cómo se produce el cambio? —Preguntó Gun tiritando de frío.

—Ven aquí, bebé, acuéstate a mi lado y puedo compartir el calor de mi cuerpo. Tu metabolismo está quemando el calor en tu cuerpo. Voy a hacer que Godji te cocine un bistec. Necesitas carne roja y mucha de ella antes de que llegue el cambio—. Off se levantó de la cama.

—¿Podemos encender un fuego?

—Está listo, voy a empezar uno. Conseguiré otra manta hasta que la habitación esté más caliente—. Off se acercó al teléfono de la casa. Godji recogió al primer timbre.

—¿Necesita el filete? —Preguntó Godji. —Ya los he descongelado. Dame unos veinte minutos.

—Necesita la carne roja.

—Sé lo que necesita Alfa, —espetó ella. —Este no es mi primer rodeo.

Off colgó el teléfono, desconcertado por el hecho de que el hábito de Gun de tratarlo como si fuera una persona normal se estaba extendiendo.

—Godji está trayendo carne. Tienes que comer tanto como puedas. —Off colocó las mantas más cerca de su compañero. —Podemos tener suerte, este podría ser un cambio fácil. En los loup-garou que no son sangre pura, el cambio puede comenzar hasta ocho o nueve horas antes de que suceda. Esto no durará mucho porque cambiarás a la medianoche.

—¿Cómo lo hago?

—Sentirás a tu lobo tratando de ejercer control sobre tu cuerpo. Tu mente seguirá siendo la tuya. Lo que debes hacer es calmar tus pensamientos y dejar que tu cuerpo se convierta naturalmente en tu lobo. —Off se sentó a un lado de la cama y calmó a su compañero. El fuego comenzó a arder con más intensidad en la habitación cuando la llama atrapó los troncos más grandes. —Antes de irnos te compré un regalo. Es una bata muy gruesa forrada de lana. Sabía que la necesitarías para esta noche.

—¿No me puedo vestir?

—Puedes si quieres destrozar tu ropa.

—Teniendo en cuenta lo que pagaste por eso, podría resultar caro—. Gun sonrió y se estremeció.

—Sé valiente, bebé. Pronto terminará—. Off sacó la bata del vestidor y se la llevó a Gun. Arrodillándose, le entregó la bata a Gun. —Siéntate, bebé. Ponte la bata. Godji llegará pronto con el bistec.

—Esto es como un abrigo de piel—. Gun se levantó y se la puso.

—Aquí hay un par de zapatillas a juego. Normalmente corremos por la noche. Tendrás que sacarlas de la casa esta noche para correr. Las noches de Chiang Mai son frescas en octubre—. Off le puso el cinturón. Era lo suficientemente grande como para rodearle las piernas y el pecho y no dejar un hueco.

Off se puso su propia bata y zapatillas idénticas.

Hubo un breve golpe en la puerta. Godji entró en la habitación seguida de cerca por Niti.

—Alfa, ¿me necesitas? —Preguntó Niti.

—Puedes quedarte, pero parece que podría ser un cambio fácil.

—El Alfa Compañero tiene suerte de que solo haya dos horas hasta la medianoche—. Niti arrastró otra silla alrededor del fuego.

—Sí, sólo dos horas, —dijo Off.