Regalo de luna [Finalizado]

CAPITULO 02

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Martes

Gun se despertó cuando un poco de luz entró en la habitación a través de las cortinas oscuras. Miró a su alrededor preguntándose qué pasó y cómo terminó en una habitación tan hermosa. El reloj de la mesita leía las 8:00. Se incorporó y fue a rascarse la frente, palpó una venda y palpó otra a su costado. Todo volvió a él. El Sr. Jumpol lo rescató del ruso y le brindó la hospitalidad de su hogar durante la noche. Se levantó de la cama, todavía sintiéndose un poco mareado. Debe ser el sedante y la pastilla para dormir que el médico me recetó.

La cama tenía cuatro postes, él agarró uno. Vio una silla y se sentó para recuperar el equilibrio. La habitación parecía sacada de un libro de historia del arte.

Las cortinas parecían ser de aterciopelada seda burdeos, atadas con cordones de borlas doradas. Había apliques colocados alrededor de la habitación y lámparas de lectura en un estilo del Imperio Francés modificado. Las pinturas colgadas en el papel tapiz de seda eran oleos originales y podían compararse con los antiguos maestros. Reconoció el estilo de los diversos artistas, sin embargo, nunca había visto estas pinturas en particular en ninguno de sus libros de arte. Una lágrima cayó sobre su mejilla. Nunca terminaré mi maestría, luego se miró a sí mismo con disgusto. ¿Cómo puedo siquiera pensar en eso después de lo que le pasó a Sing? Gun sacudió la cabeza para deshacerse de las telarañas.

Gun diseñaba y fabricaba piezas de porcelana, de arcilla al esmalte, pintura y cocción. Reconoció que algunas de las piezas de encima de la enorme chimenea eran chinas y de una edad tal que no tenían precio.

Su cabeza dejó de girar. Necesitaba ir al baño. Agarrando el poste de la cama para sujetarse, caminó con cuidado hacia la puerta abierta a la derecha de la cama. Allí encontró un baño tan grande como su antiguo departamento. En la esquina de la habitación había una ducha con doce cabezas. Estaba flanqueada por una antigua tina con patas de garra. Frente a la ducha había dos lavabos de pedestal y una puerta conducía a una sala de vapor y sauna. En el medio de la habitación había un escalón para bajar a la bañera con chorros de jacuzzi. Parecía lo suficientemente grande como para albergar a seis personas. Las baldosas eran de un blanco brillante. Dos asientos de mármol veteado negro estaban en lados opuestos de la piscina.

Me pregunto si mi anfitrión tiene un amante. Sintió una punzada de celos tan fuerte que casi lo hizo tambalearse. ¿De dónde vino eso? Otra puerta reveló el inodoro con un bidé. El señor Jumpol sin duda sabe vivir.

Gun vació su vejiga y encontró una bata blanca que parecía ser de su tamaño colgando de un gancho. La habitación estaba un poco fría, así que se la puso. Algunas toallas limpias estaban colgando en un calentador de toallas entre corchetes en la pared. Se preguntó si podría tomar una ducha, se sintió tan malhumorado después de vivir en la calle durante dos meses y ducharse en los albergues.

Un suave golpe sonó fuera de la puerta del baño. Al abrir la puerta, encontró a su anfitrión al otro lado.

—Veo que encontraste las instalaciones—. Gun envolvió la bata más fuerte alrededor de su torso. —Vamos a meterte en la bañera. Te lavaré el pelo. El Dr. Mond dejó vendas impermeables para que tus heridas no se mojen.

—Necesito mi ropa. Hay ropa nueva en mi mochila, pero está detrás del contenedor.

-Godji lavó la ropa que llevabas puesta y está en la cama. ¿Estás mareado? Si es así, puedo ayudarte a meterte en la bañera.

—Estoy un poco mareado, pero estaré bien. Tal vez podría ducharme; estoy demasiado malhumorado para sentarme en una bañera—. Gun miró esperanzado a su benefactor.