El ruido de la maquina a su lado era insoportable, un martillazo contra su dolor de cabeza.
Aunque nada lo jodía tanto como la mirada de Paraguay en la otra punta de la habitación.
--¿Estás mejor?
La cosa se sentía tensa, densa, como si estuvieran sumergidos en medio del mar más salado que pudiera existir.
No respondió, sus ojos sólo querían presenciar lo que sea que pasara del otro lado de la ventana de la habitación.
No quería hablar.
No ahora.
--Ya pasaron unos meses.
Unos meses, recién unos meses.
Él lo había sentido como años, décadas.
Segundos.
Minutos.
USA chocando.
La ambulancia llegando.
El doctor anunciando la hora del fallecimiento.
Sus hermanos llorando desconsolados apenas lo vieron abrir los ojos.
Todo ya había pasado.
Pero él no podía evitar llorar.
Porque si había sido una sola vez su aventura.
La última vez.
Fin
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Just once baby //UsArg
Short Story¿Recuerdas cuando intentaste matarme la noche pasada, mi amor? Yo no, estaba demasiado drogado, lo siento.