XXI

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El Conde Park y su prometida salieron de Byunsville bajo una nube negra que desprendía rayos contra el hombre, ese ambiente que llevaba consigo desde su charla con Baekhyun. La cuestión estaba volviéndolo loco. Las palabras de Baekhyun no hicieron otra cosa sino lastimarlo, fundir una espada ardiente en su pecho que lo acompañaría como castigo por sus actos. A este punto, seguramente Loren ya sospechaba que algo sucedía, no era tonta, aunque sí desentendía con los temas que no le concernía, pero en este caso, su esposo era de su total interés.

—¿A qué se debe tu mal humor? Creí que querrías invitar a los Byun siendo que pasaste una larga temporada con ellos.

—Debiste consultarme antes —siseó, recordando que antes de llegar a la propiedad vinícola, era totalmente ignorante sobre a quién iban a invitar esa tarde, y sus ojos casi saltan de sus cuencas cuando vio la casa de Byun al frente. Maldijo a todo y, especialmente, a Loren por sus actos.

Se enfrentó, entonces, con su pasado y con el hombre que tanto amaba, pero a quien no podía corresponderle. Su corazón marchito le repitió las palabras que por muchos días quiso ignorar, pero que ahora tenían mucho sentido.

No sabes el daño que le has hecho, sólo asumes que tu decisión fue la mejor, mas no te has preguntado si a tu paso por Byunsville dejaste un hombre muerto. Yo te responderé: Dejaste una flor marchita que esperaba la primavera en los días de invierno.

Ver a Baekhyun convertido en un firme muro que lo salvase de la desolación y de la burla. Sin embargo, Chanyeol sabía que detrás de ese mal construido muro estaba un jovencito llorando, rogando por piedad. Él mismo estaba sufriendo los estragos de sus palabras, no obstante, seguía creyendo que era lo mejor porque, de no hacerlo, seguro estaba que en poco tiempo el secreto de Baekhyun quedaría disperso en la sociedad de Burdeos, así se lo había advertido Annette poco antes de irse. Ella le recordó su compromiso con Loren, uno que estuvo dispuesto a romper por Baekhyun, pero al querer volar tan lejos alguien más le cortó las alas.

Annette estaba resentida por la actitud de JongDae hacia ella y por la felicidad que embargó a Baekhyun cuando estaba con Chanyeol y sus celos insanos la llevaron a una simple sugerencia. Dejar a Baekhyun o a ella se le escaparía el secreto del joven.

Desquiciante y malvado como sonaba, a Chanyeol le hizo ver las cosas de modo diferente. Él era el Conde de Burdeos, su reputación lo perseguía y enclaustraba. Además, él ya estaba comprometido con una dama de la nobleza que no lo soltaría tan fácil. Y la remembranza de su matrimonio lo llevó a pensar que quizás así era mejor.

¿Realmente había un futuro juntos?

Entre Baekhyun y él quizás no eran la mejor mezcla y el peligro los rondaría.

—Es mi boda también.

—Pero ellos son personas que tú no conoces —gruñó—, e invitarlos era mi decisión.

—... ¿Es por ella?

Chanyeol la vio de soslayo, nervioso, pero con expresión impermutable como siempre.

Loren lucía seria, pero su inquisitoria mirada estaba buscando en lo más profundo de su corazón, escarbando por los recovecos la verdad que tanto anhelaba.

—Ustedes..., parecen conocerse mucho. La forma en la que ella te hablaba era muy íntima y..., dolida. ¿Qué sucedió en tu viaje a Byunsville?

Todo.

Desde haber conocido a la misteriosa señorita Baek en un baile hasta saber que bajo su vestido se ocultaba las más perversa y excitante verdad. Haberse enamorado de ese muchacho sin remedio; haberlo amado entre las sábanas de su recámara noche tras noche; hasta haber sacrificado ese amor por alguien más.

El romance trae vestido (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora