Capítulo 9

0 0 0
                                    

Me estaba dejando llevar por sus besos que después de unos minutos y por falta de aire nos separamos, lo mire fijamente y con sus manos aún sobre mis hombros comenzó a moverme de un lado a otro.

—Missy, Missy— repetía mi nombre una y otra vez— Missy, estás babeando tu laptop

Su voz ya no era grave, si no chillona y tenía un toque tan familiar, parpadee un par de veces y de la nada la que estaba frente a mi era Gem, di un brinco despertando de aquel sueño tan loco.

Gemma me dió una mirada inquisitiva y con los brazos cruzados frunció su ceño.

— bien, puedes explicarme qué fue lo que sucedió entre tú y ese tipo— su tono parecía molesto y si no fuera por qué la conozco de casi toda la vida juraría que estaba celosa—

—pues...yo...— tartamudee un poco y carraspee la garganta— el vino justo después de que te fuiste y lo del beso, juro por lo más sagrado; que es mi colección de mangas, que fue un error

—mmm, me suena poco creíble, pero conociéndote de seguro así fue— su rostro se aligeró y se puseo de pie— por cierto amiga tú lap, está hecha un asco

Señaló con el dedo y revise apenas me dijo, de mi boca salía una larga y delgada línea de saliva la cual había Sido derramada sobre el teclado de mi vieja computadora. Di un resoplido y tome uno de mis calcetines, limpiando a fondo todo el fluido del teclado.

—espero no se haya jodido está cosa— musité entre dientes.

Observando de reojo como la cabellera rubia desaparecía detrás de la puerta color marrón.

Después de limpiar y dejar en algún lugar seguro mi querida laptop, me puse de pie perezosamente y fui hasta la cosina donde Gem hablaba por teléfono con una gran sonrisa que podía verse desde el otro lado de la ciudad. Su felicidad era contagiosa y solo verla así me daba la seguridad que ese chico era el correcto.

Hacía tanto tiempo que mi mejor amiga había dejado de ser cariñosa, al menos con los chicos desde que cierto tipo; que por cierto no sé su nombre y tampoco conozco, la engaño justo después de su aniversario número dos.

Siempre tuve una gran curiosidad de saber el nombre de ese tipo y saber quién era pero debido a lo mal que Gemma lo paso mi curiosidad se fue mermando. Si me preguntan que es lo que haría al tenerlo frente a mi no dudaría en responder que lo golpearía un par de veces en la entrepierna y rociaria su bello rostro con gas pimienta.

En fin jamás creo que suceda y si es así descargaría mi lado sicópata contra el haciéndole saber que jamás se puede burlar de mi mejor amiga sin que salga ileso.

Échale un poco de aire y tome asiento colocando mis codos sobre la barra y el puño de mi mano derecha sobre mi barbilla.

—veo que ese chico te trae loca— espeté tomando una manzana de la bandeja roja que hay justo en el centro— deberías formalizar

Mordí la manzana y mirada de Gem se clavó en mi apenas colgó; con elegancia camino hacia mi moviendo su dedo índice chasqueando la lengua.

—no querida amiga, aún no es momento— dijo sentándose frente a mí— la última vez que confíe me fallaron y creeme que no pienso pasar por lo mismo

Pasó sus manos por detrás de su nuca y con sumo cuidado desabrochó una pequeña cadena que llevaba consigo. Era delgada con un dije en forma de corazón y tenía grabado dos iniciales, una "A" y una "G". La colocó sobre la barra y la acercó a mí.

—este es el único recuerdo que tengo de ese imbécil— espetó con dolor en su voz— quiero que te deshagas de el

Yo solo le di una mirada de extrañeza y con titubeó la tome entre mis dedos, aprecie lo cuidada que estaba pero aún más ese pequeño detalle que la hacía lucir realmente conocida. Tal vez será por qué Gem siempre la lleva puesta o la confundí con alguna otra.

—¿Estas segura que quieres que la tiré?— pregunte aún observándola detenidamente— si gustas solo puedo....

—no, en verdad deshaste de ella, no quiero volver a verla— su moto era de desprecio pero por alguna razón la comprendía

La tomé para guardarla dentro de uno de los bolsillos de mi pijama, me encogí de hombros y sonreí.

— está bien, mañana a primera hora la arrojaré al estanque — dije girando mi cuerpo dispuesta a relajarme durante todo el día

Encendí la televisión y de entre todo el repertorio de películas decidimos que sería maratón de películas románticas, todas a decisión de Gemma, la cual aunque no lo acepte está enamorada y optó por qué el primer filme fuera diario de una pasión.

—no puedo creer que los protagonistas fueran tontos para separase— espetó entre sollozos— no es justo por qué no pudieron amarse de manera normal

— tranquila Gem, solo es una película — dije tratando de calmarla

— no es cierto, ahí dice basada en hechos reales— inquirió mientras los créditos de la película comenzaron a mostrarse en la pantalla

No niego que soy algo romántica pero detesto cuando los finales son melancólicos o trágicos, el amor en mi punto de vista debe ser algo bonito, no se llenó de amor y de paz, no lleno de sangre y sexo como en algunas películas lo hacen ver.

— tranquila, creeme lo tuyo con matt, no terminará asi— dije saltando rápidamente esquivando la almohada que me había lanzado— ¡Fallaste!

Grité mientras observaba por la ventana deseaba tanto ver a mi querido vecino pero también tenía tanto aquella deuda que según el yo tenía.

La mañana siguiente llegó muy pronto, los rayos del sol se filtraban por la ventanas y las gruesas gotas de lluvia golpeaban con fuerza el cristal de mi ventana. Estiré mis brazos y frote mi cabello enredado.

—ugh...necesito peinarme de vez en cuando— espeté deslizando mis pies fuera de la cama

Observe el reloj y sentí un alivio al ver que solo eran las 6:30 AM, mi primer clase era justo pasadas las 10 y sin más me dispuse a tomar un largo baño.

Tome mi celular y lo enlace vía Bluetooth y de entre todas mis canciones encontré la perfecta; esto es amor, de Bob Marley. Comencé a tararearla. A cada movimiento que hacía con la mano me hacia la pregunta,¿Esto que siento es amor?.

Los minutos pasaron rápidamente y con un poco más de habilidad me vestí inmediatamente, fui hasta la cosina y comencé a preparar algunos huevos con jamón, perfectos para comenzar un día con un buen desayuno. Gem al cabo de unos minutos apareció con un semblante demacrado, tenía la nariz roja y los labios agrietados, sus mejillas que usualmente eran rosadas hoy estaban rojas.

—¿Te sientes bien?— pregunte un poco preocupada

—no, me siento jodidamente enferma— su voz sonó un poco curiosa debido a su congestión nasal así que tome un paño y lo humedesi colocandoselo en la frente

—necesitas descansar, por hoy no vayas a la universidad— dije tan pronto como la escuché toser y castañear los dientes

— gracias Missy— dijo tomando uno de los pañuelos que le ofrecí

El protagonista de mis historiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora