El protagonista de mis historias

Capítulo 5

Mi respiración estaba agitada, un temblor llenaba mi cuerpo y mi corazón palpitaba rápidamente; sentía como si estuviera sufriendo un paro cardiaco cuando sus pies se posaron justo frente a mi rostro.

Observé detenidamente como comenzaba a caminar hacia el interruptor y a unos cuantos centímetros de encender las luces y dejarnos al descubierto un pequeño gato color gris comenzó a maullar por lo cual el chico guapo frente a mi retrocedió y lo tomo entre sus brazos.

—con que eras tú pequeño travieso, jamás lo vuelvas a hacer me sacaste un gran susto— dijo mientras lo acariciaba dulcemente

Lo ví atravesar la puerta de su cuarto y cerrar la puerta tras de sí. Solté un suspiro de alivio y ambas salimos de ahí sin mirar atrás.

Al llegar a mi departamento me tiré sobre la cama seguida de una Gem totalmente molesta.

—es la última vez que hago esto, estuvieron a punto de descubrirnos— exclamó con ímpetu

—vamos, no sucedió nada lo vez, tengo mucha evidencia que puedo utilizar en mis historias — respondí con alegría

— está bien, pero quiero que me muestres que es eso tan emocionante

—por supuesto amiga—dije con una enorme sonrisa

Quise tomar mi celular pero ya no estaba; estaba a punto de sufrir un mini infarto, busque en toda la cama y no encontre nada, aspire una gran cantidad de aire y camine hacia la sala sin tener ninguna pista de mi telefono no, no podía haber pasado, perdí mi celular y probablemente se haya quedado dentro del departamento de mi vecino, si es así corro el riesgo de que averigue todo lo que escribo acerca de el.

Estaba temblando, mi pecho respiraba con dificultad y trague en seco, mire a Gem con terror y suspire para después confesarle lo que había ocurrido.

—Gem, he perdido mi teléfono— dije con seriedad

—¿ que estás diciendo ?, No puede ser, debes está bromeando—respondió con la cara llena de angustia

—no, ojalá y fuera una broma pero no es así, debí de haberlo tirado cuando estábamos ocultas en los sillones—explique rascándome la cabeza

—eres una tonta Missy Stefany Spencer—me apunto con el dedo y frunció el ceño—en verdad si se da cuenta puede que nos demandé y entonces seremos encarceladas y pasaremos años dentro dentro de ese lugar y no podré conocer a Chris Evans y jamás me casare con el—dijo entre lágrimas

Si así era Gem, la Reyna del drama, aunque en este punto no creo que este tan alejado de la realidad, si me descubriese lo menos grave sería que se moleste y nos ponga una orden de restricción para jamás acercarnos a el.

—¡ soy muy joven para ir a prisión!— grito Gem tirándose al suelo boca abajo

—tranquila te prometo que yo me culparé de todo si es que nos descubren— dije acariciando su espalda

—te mataré Missy, te mataré— espetó para después darse la vuelta y golpearme con una almohada

Habían pasado al menos dos días y no había noticias, tracé demaciado planes pero ninguno era viable para realizarlo; pensé en volver a ese lugar por la noche aunque el temor me lo impedía, también había imaginado hacerme pasar por una chica de la limpieza y poder entrar aunque terminaría siendo detenida por el vigilante, bufé y rodé los ojos acunando mi cara entre mis brazos sobre la mesita de mi banco.

—mierda, en qué lío te metiste Missy— espeté para mí misma suspire y volví mi vista a la ventana

Mis ojos se abrieron con sorpresa al ver una silueta ya conocida, trague saliva y mordí mi labio inferior; frote mis ojos con fuerza y miré hacia la ventana una vez más; era el, no cabía duda mi vecino misterioso estaba justo en el patio de la universidad, mis manos sudaban y mis pies comenzaron a temblar.

Estoy frita.

Solo pude pensar eso y la voz del profesor Jones se escuchó por todo el aula.

—señorita Spencer, ¿hay algo que quiera compartir con la clase ?— dijo mirándome fijamente

Sonreí con nerviosismo y me puse de pie. no sabía que rayos estás haciendo pero lo hice, toda la clase me miraba con confusión y mis mejillas se tiñeron de rojo.

—nada profesor, solo...mm necesito ir al baño—respondí improvisando

—no hay permisos, ahora sigamos con la clase y usted señorita tendrá que hacer un trabajo extra—dijo comenzando con la explicación

—¡Genial!, Lo que me faltaba otro trabajo extra—dije para mí misma rodando los ojos

Suspire con alivio y volví mi vista hacia la ventana donde ya no había nadie solo las hojas color naranja que adornaban los árboles. El resto de la clase la pasé pensando en lo que había visto y me convencí a mi misma de que solo fue mi imaginación.

El timbre sonó y todos salieron dejándome a mi a solas con el profesor donde me dió un sermón de que debo poner atención en clase aunque sea buena en esa materia, me dejó un trabajo escrito sobre la fotosíntesis y el beneficio de ella en la plantas, rodé los ojos con disgusto pero lo tenía bien merecido.

Cuando salí busque por los pasillos a mi mejor amiga y no al no encontrarla fui directamente al patio trasero;tenía que asegurarme de lo que había visto y sacarme las dudas que en mi se habían formado.

Camine por varios minutos sin resultado alguno así que decidí volver para la siguiente clase pero al avanzar tropecé con algo haciéndome tambalear, volví mi vista hacia el suelo para darme cuenta que las agujetas de mis zapatos estaban desatadas, me puse de rodillas y las ate pero apenas me puse de pie, alguien se colocó frente a mi, suspire con pesadez dispuesta a insultarlo por tal acción pero me quedé muda al ver de quién se trataba.

Esos ojos miel y su sonrisa encantadora me dejaron embobada, no podia creerlo era nada más y nada menos que mi vecino.

— hola, tú debes ser Missy Spencer— pregunto con una voz ronca y demaciado sexi

No podía responder mi boca solo se abría y cerraba repetidamente, estaba muerta, realmente muerta, trague saliva y sonreí como tonta.

—si, lo soy—respondí con mis mejillas teñidas de rojo

De pronto los recuerdos de la noche en que entramos a su departamente me vinieron de golpe y el temor de ser detenida algo mucho peor se hicieron presentes.

Que haré, corro, me desmayo o simplemente afronto las consecuencias de mis actos.