The Legend of Zelda y el retorno de un nuevo cataclismo

La fuente del Valor

Zelda, decidió comenzar a meditar para que le diese fuerzas para despertar sus poderes. Ella se dirigió a Farone y allí se encontró con la fuente del valor, dentro de la boca de una gran serpiente (de piedra), allí, allí se hallaba una imagen de su diosa Hylia.
Zelda se acercó a ella, aunque se moja se el vestido, ella seguía adelante. Se llamaba fuente, porque la imagen estaba en medio de un pequeña charca y para rezar en la fuente tenías que estar delante de la imagen, por eso te mojabas.

Zelda estaba cabizbaja, suspiró y luego la levantó, mientras que juntaba sus manos, (signo de rezar🙏) mirando a la imagen.

Link se encontraba en la entrada, justo delante de la gran serpiente, pero, él estaba de espaldas, no miraba a Zelda, sino al exterior de la serpiente, por si algún monstruo aparecía de repente.

– Me gustaría saber si podré despertar de nuevo mi poder– dijo Zelda dirigiéndose a la imagen– sé que mi deber como reina de Hyrule es ayudar al reino, pero...... Tú sabes lo que me costó a mí, despertar mi poder– dijo mientras que golpeaba el agua con sus manos llenas de furia.

Los ojos de Zelda se llenaron de lágrimas y se le volvieron rojos, al igual que su cara. Una lágrima le recorrió por la cara.

– Os ruego que me ayudeis a combatir contra Astrum– dijo Zelda.

Mientras que Zelda rezaba, una orda de monstruos se acercaba a la fuente y Link se alteró al ver la. Corrió hacia Zelda y la sacó de la fuente tirando de ella. Zelda, se sintió molesta por lo que le hacía Link y lo miró enfadada.

– ¿Qué pasa Link?– preguntó Zelda.

Link señaló la orda que se avecinaba y sacó a Zelda de la fuente. Los dos, que se encontraban en la entrada de la fuente, no tenían escapatoria, pues los monstruos habían bloqueado la salida con sus cuerpos.

– ¿Qué hacemos?– preguntó Zelda preocupada.

Link, de inmediato sacó la espada maestra y corrió hacia los monstruos para matar los. Zelda, cogió la piedra sheikah y comenzó a utilizar los módulos para derrotar también a los enemigos. Después de haber derrotado a un millón de bokoblings y de lizalfos, un centaleón, justo el que se hallaba en una montaña cercana, apareció delante de ellos. Link sacó su escudo, el escudo hyliano y se acercó al centaleón para derrotar lo.
Mientras que Link corría hacia él, el centaleón subió la espada colosal (el arma que llevaba) y ejecutó el ataque, aunque Link lo esquivó dando un salto para atrás y luego comenzó a ejecutar sus ataques con la espada.
Hubo un momento en el que el centaleón cogió su arco y disparó tres flechas eléctricas a la vez hacia Zelda, pero antes de que las flechas le dieran a Zelda, Link se puso delante de ella y paró el ataque con su escudo, que desgraciadamente, como era de metal, él sufrió una descarga y calló al suelo.

– ¡Link!– gritó Zelda.

El centaleón aprovechó ese momento y se preparó para atacar a la reina. Pero antes de que llegase a dar le, ella utilizó el módulo del imán y paró el ataque, a parte de quitar le la espada al centaleón y después lo atacó con la espada. Link se levantó y cogió su espada y el escudo, los cuales los había tirado al suelo cuando sufrió la descarga eléctrica. Él volvió a luchar contra el centaleón, e incluso utilizó los mismos ataques, y al final, pudieron acabar con el centaleón.

– ¡Link!– gritó Zelda mientras que corría hacia Link– ¿Estás bien?–.

Link se encontraba en el suelo y Zelda lo ayudó a levantarse.

– Debemos volver– dijo Zelda.

Link la miró y asintió con la cabeza. Los dos se marcharon al castillo, donde estuvieron a salvo.