MAL'S POV:
—¡evie!—llegué a mi habitación, tirando un portazo, despeinada y con las piernas mojadas. estaba desesperada, desesperada como nunca antes. si esa niña loca le hacía algo, yo perdería la cabeza—evie, tienes que escucharme,—caminaba de un lado al otro, aguantando las lágrimas del temor, porque si quería protegerla, tenía que ser más fuerte que nunca—lizzie no es quien tú crees. es mala, quiere hacerte daño, ¡ella misma me lo dijo!en mi desesperación, hablaba tan rápido que quizá ni se me entendía, y al no escuchar la débil voz de evie diciéndome que me calmara, me volteé a verla, y me quedé fría al ver que en vez de mi mejor amiga, había una nota y un USB.
evidentemente, me temí lo peor. en el momento, no creí tener la fuerza suficiente para leer la nota, así que tomé el USB y lo introduje en el hoyo del dispositivo de la computadora.
sin que siquiera hiciera nada, apareció al instante la cara de aquella pelirroja, hija de las mil putas, sonriente, pero esta vez con algo malévolo en sus ojos; y, en el fondo del vídeo, evie, MI evie, profundamente dormida. al menos, quería pensar que estaba dormida."¡hola!
no sé si seas carlos, mal, o jay, pero quien sea que seas, ¡tengo a evie!"
vi mis lágrimas cayendo en el teclado de la computadora. siempre supe que algo en esa chica estaba mal; sabía que no sólo eran celos. si alguien sabe de maldad en este mundo, esa vendría a ser yo; después de todo, siendo mi madre maléfica, la había vivido en carne propia.
en auradon, lo primero que enseñaban a los niños era a caminar, o a decir 'papá' o 'mamá'... lo primero que mi madre me enseñó fue a robar.
"no te recomiendo que la busques, porque no la vas a encontrar; y si tienes la suerte de encontrarla, seguro ya será tarde.
con mucho amor, y mucha alegría,
lizzie redheart"cerré la laptop tan fuerte que puede que la haya roto, y me dirigí a la cama de evie. dudé en si debía tomar la nota; mi corazón estaba ya muy partido como para leer algo que me lo fuera a romper aún más.
no podía creer que estuviera sintiendo tantas cosas diferentes en un solo día.
aún así, la frase 'seguro ya será tarde' me traumatizó.tomé el papel con agresividad. creí que leería algo largo y sentimental que evie dejaría para nosotros, o algunas palabras burlonas que la chica cuyo nombre me daba repulsión mencionar nos escribiría.
pero no.
la nota sólo contenía dos palabras; o bueno, palabra y media.
'gracias.
-ev'se veía que lizzie se la había llevado antes de que pudiera siquiera firmar su nota, pues después de las primeras dos letras de su nombre, se arrastraba la tinta del lapicero hasta el límite de la hoja.
"se ve que se la ha llevado a rastras... ¿cómo es que el resto de estos idiotas no se ha dado cuenta?"
en auradon pasaban cosas extrañas; cosas buenas, y cosas malas. cosas como las que me habían llevado a amar a ben, cosas como las que lo habían llevado a volverse alguien completamente diferente; cosas como las que hicieron que en vez de regresar a la isla, eligiera la bondad y me quedara aquí, cosas como las que me habían llevado hasta donde estaba. y no sabía si me gustaba estar en donde estaba o no.
—toc, toc...—ben anunció su llegada con una rosa morada.
en las últimas semanas habíamos peleado más de lo que una pareja normal debería; él no era ya el mismo. él no era el ben de quien yo me había enamorado. el trono le había afectado, y parecía que yo era la única que lo notaba.
—ben, yo...—no quería ver a nadie; no quería que nadie me viera tan débil, a pesar de que había pasado antes ya. estaba por echarlo, pero me interrumpió.
—mal, no puedo dejar de pensar en nuestra pelea. lo siento mucho... de veras.—se rascó la nuca y me extendió la flor—es para ti.
—gracias, ben. lo aprecio... pero quería hablar contigo sobre algo.
hice que se sentara, dejando la rosa sobre la mesa, y yo me senté frente a él.
—ben, cada vez que peleamos, aplicas la misma. vienes aquí, con algún regalo, pides perdón, y te perdono porque te amo. pero ya no sé si puedo seguir con esto.—mis ojos, que ya habían comenzado a volver a su color natural, se pusieron rojos de nuevo—tú ya no eres de quien yo me enamoré.
—mal, el trabajo está consumiéndome, yo-
—lo sé.—respiré profundo y me incorporé de la silla—y es por eso que creo que deberíamos separarnos... al menos por un tiempo. no puedo ser sólo una isla a la cual vienes cuando puedes y de pronto te vas.
porque había cambiado tanto, creí que ben ardería en cólera y se armaría un escándalo. después de todo, para las personas yo ya no era 'mal, la chica de la isla'; yo me había convertido en 'mal, la novia del rey ben'.
pero yo no era ninguna de esas cosas; yo era simplemente mal.pero para mi sorpresa, no sucedió. ben ni siquiera se mostró enojado; sólo tomó la rosa, y miró al piso en decepción. conocía esa cara: 'es mi culpa, ¿cierto?' y sí, sí era su culpa.
—está bien,—respetó mi decisión—sólo hazme un favor.
—dime.
—digamos ante la prensa que fue de mutuo acuerdo, ¿sí?
ben, al ser rey, no quería que supieran que una simple chica de alguna vez de la isla de los perdidos había terminado con él, y si no hubiera tenido la mente en evie y nada más que evie, me habría ofendido. sin embargo, tan sólo asentí con la cabeza y le di un gran abrazo, aún un poco dolida.
—si es que decides volver,—me miró a los ojos con una ternura entristecida, que me sacó un puchero a mí también, a pesar de que no había cambiado de opinión en mi decisión—voy a estar esperándote con los brazos abiertos, ¿de acuerdo?
no tuve el corazón para decirle que no volvería, así que sólo asentí, un poco ida, y vi cómo se marchaba, no sin antes soltar la rosa morada que me había traído al piso, como un regalo triste para que no me olvidara de él.
JAY'S POV:
ya era muy de noche, y evie no me había escrito, ni llamado, ni nada.
en un principio quise pensar que su batería estaba baja y había puesto a cargar su móvil; pero pasó una hora, dos, tres, y no tenía noticias de ella. y evie puede hacer muchas cosas, pero dejar el móvil durante más de dos horas no era una de ellas.así que me escabullí por los pasillos, intentando llegar a su habitación; pero cuando estaba a punto de llegar, el hada madrina me encontró.
—jay, es la una y media de la mañana. ve a tu habitación.
si la contradecía, me iba a meter en problemas, y si bien en la isla la cantidad de veces en las cuales me había metido en problemas era un orgullo, aquí en auradon era mejor no agregar una vez más a la lista.
así que sólo me dirigí a mi habitación de nuevo, preguntándome qué sería de evie y por qué no estaba contestando mis llamadas, queriendo creer que simplemente se había quedado dormida.
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Aquí Estaré
Fanfiction"Lo ha dicho; ha dicho que lo ama. 'Claro que te amo, Ben'. ¿Cómo se supone que viva después de eso? Las esperanzas que alguna vez tuve se han ido. Las ganas no se van... Pero ella sí. Qué feliz se veía con él... Se veía tan feliz que me rompía el...