¿A dónde irás?

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Narra Ámber:

Después de tres días caminando por el bosque llegamos al final de un gran camino en el cual había una enorme puerta de madera con varios ninjas vijias en la entrada.

- ¿Identificación?

- Kakashi Hatake, entreno al equipo 7.

El ninja vijia nos repasó con la mirada y de detuvo en mi- ¿Quién es esa? Nunca la he visto por aquí, no es de Konoha.

- Es una amiga - respondió Sakura dulcemente, ¿amiga? ¿en serio?

El ninja nos miró y arregañadientes abrió las puertas- Anda entrad.

Era una aldea enorme, inmensa, mucho más grande que las que había habitado hasta ahora.

- Bueno chicos, iremos a darle el informe de la misión al Hokage.

Me quedé mirando a Kakashi un poco extrañada, la verdad todavía no tenia muy claro quienes eran los hokages y que hacían exactamente, pero me limité a estar callada.

- Oe Ámber ¿a dónde irás- Naruto me miró un poco preocupado, me encogí de hombros y seguí caminando- ¡OE HAZME CASO!

-Tsk, eres molesto- le miré de reojo y este me lanzó una mirada asesina.

- Todavía no sabemos tu edad- dijo Sakura tirando de la oreja de Naruto.

- Agh... Metiches, quince- me miraron extrañados de arriba a abajo, como si no me creyeran.

- ¡Imposible! Eres pechiplana- Sakura, Kakashi y hasta Sasuke se quedaron mirando impactados a Naruto.

- Cierto- seguí caminando despreocupada.

- ¿P-pero no le vas a hacer nada?- Sakura me siguió intentando convencerme de que pegara a Naruto, tsk, era un poco molesta, pero no lo hacía de mala gana, no entendía por qué habían reaccionado así ante el comentario de Naruto, ¿lo normal es tener pechos? - Tsk, que estupidez...

- ¿Has dicho algo?

¡¿Qué?! ¿Sakura seguía ahí? Madre mía, no se podía estar sola- No... Tranquila.

Sakura me sonrió, siempre me sonreía y eso era reconfortante- ¿No vas con los demás?

- No, Kakashi-sensei me dijo que no te dejara sola- Vaya... Así que se llamaba Kakashi, no me enteré hasta ese momento, oí como Sakura soltaba una risita- ¿Pasa algo?

- Harumi tiene razón, eres muy fría.

Chasqueé la lengua y seguí caminando sin prestar atención a Sakura.

- Oye, pero esperemos a Kakashi y a los demás.

Rodé los ojos y me apoyé en la pared, después de unos minutos llegaron los demás.

- Ese viejo idiota nos ha echado la charla- Naruto salió de allí hecho una furia y Sasuke no paraba de mirarle con desprecio, ¿qué de creía? Me recordaba un poco a mi actitud...

- Bueno chicos, podéis iros la misión a terminado.

- ¡ Vaya mierda de misión!

- Eres muy molesto Naruto...

- Jijiji Sasuke...

Eran bastante graciosos me quedé mirando cruzada de brazos la pelea entre Naruto y Sasuke hasta que Kakashi se acercó a mi, se agachó y me miró despreocupadamente, ese hombre era muy alto - ¿A dónde irás?- Aparté la mirada, ¿qué más le daría a él?

- No lo sé, solo quería salir de allí.

- Hm...- Me miró unos segundos más y se fue de allí, me quedé sola, salí de allí y me dirigí al bosque de nuevo, allí estaba bien, hacía un poco de frío pero daba igual..  Apenas lo notaba, me tiré al suelo y me tumbé bocaarriba para poder ver la luna, a veces me preguntaba si se sentiría sola... Todo el mundo la aullaba pero nadie la quería, en cierto modo me sentía identificada, cuando me quise dar cuenta estaba profundamente dormida.

Sueño

" ¿Donde estoy? No puedo abrir los ojos hace calor, mucho calor...
- ¿Nii-sama?
El cuerpo me ardía, escondí mi rostro entre las rodillas, podía oír unas voces, pero era imposible entender lo que estaban diciendo.
- ¡Nii-sama!
Nadie me contestaba, comencé a llorar y apreté con fuerza mis manos, las voces se hacían más fuertes y, de repente, una voz destacó frente a las demás.
- Imbécil, nunca seras fuerte, siempre serás un monstruo...  No eres una de nosotros, tampoco eres humana.
- Nii-sama...

-¡AH!- me incorporé de golpe pero en seguida caí al suelo aturdida, mi mejilla derecha ardía y el suelo tenía unas cuantas manchas de sangre. Estaba amaneciendo, ¿que hora sería? Hacia mucho tiempo que no sabia en que hora vivía, más lentamente me levanté y miré mi reflejo en el río, parecía que mi temperatura estaba estabilizándose.

- Ah... odio el calor.

solo una copiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora