🌸19🌸 Vida

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- Se que no es correcto molestar a los muertos....pero creo que tienes el derecho de enterarte sobre la vida de tus nietos- 

-También me interesa saber sobre la vida de mis hijas- 

Lillith sonrió mientras recargaba su rostro en la mano derecha - ¿Desde donde comienzo?

-Desde el día de mi muerte- 

Lillith, después de casi un año de exilio familiar fue llamada para ir a donde creció en su infancia, la gran mansión de los Zagart. 

Tenía sentimientos encontrados de volver a los jardines, de echo, cuando dio el primer paso dentro sintió un escalofrió mientras se aferraba a la carriola que llevaba.

-Le ayudamos señorita Lillith- dijo uno de los sirvientes mientras cargaba un poco aquel pequeño vehículo.

-Muchas gracias- respondió ella con una sonrisa y se asomó para ver si el bebé no se quejaba , pero lo vio dormido sin parecer que algo del exterior lo afectara.

Cuando volteo a ver los jardines, todavía muy bien cuidados, se recordó a ella y a su hermana correr entre las flores junto a su madre -Veo que se esmeran en cuidar el jardín- comentó 

- Si señorita Lillith, la verdad es que su padre se ha esmerado en cuidar el solo las rosas - 

- Me alegra mucho- miró como es que una mariposa nocturna se iba a posar en la carriola y eso la paralizó un poco pero de inmediato la espantaron y ella pudo seguir su camino - Como las detesto- murmuró.

-Tenga cuidado señorita Lillith - la ayudaron a subir las pequeñas escaleras de la entrada para cruzar después de muchos años a la que era su hogar.

- Su papá está en su habitación señorita Lillith, puede subir por el elevador para que no tenga problemas con la carriola- le abrieron las puertas de un pequeño elevador.

- Mucha gracias- respondió ella mientras se acomodaba en el elevador y cuando le cerraron las puertas jalaron la palanca para que el elevador subiera al segundo piso.

Cuando llegó , con mucho cuidado salió y comenzó a recorrer el gran pasillo, todavía recordaba el camino a aquella habitación a la que fue muchas veces en las noches de tormenta o al jugar a esconderse, pasó por el cual fue su habitación antes de vivir en el internado y se percató de que seguía siendo la misma, congelada como si esperara su regreso. 

Siguió el camino, junto estaba la habitación que fue de su hermana...estaba un poco vacía y eso se le hizo extraño.

Por fin la carriola se detuvo y antes de entrar tocó despacio.

-Adelante Lilly...-  la voz de su padre sonaba débil.

La chica abrió la puerta y entró con la carriola, después cerró con seguro para que no fueran interrumpidos.

-Hola papá- saludó con una sonrisa mientras se acercaba a la cama.

-Lilly...pero no has cambiado mucho- le respondo con una gran sonrisa y extendió la mano suplicando tomar la de ella.

-Tú tampoco- tomó aquella mano y le besó los nudillos, aunque siempre se sentía fría ella percibía cierta calidez que ahora no estaba.

Lillith se sentó en un pequeño sofá de tapicería color vino que estaba junto y jaló la carriola.

Cuestión del Infierno y el CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora