🎃8 🎃Los extraños ritos de las muertas

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🍂Este capitulo contiene lemon🍂


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Aquella noticia dejó sin habla a Takao, no supo la razón pero sus ojos se llenaron de lagrimas y abrazó con fuerza pero con mucho cuidado a su amiga - Por todos los demonios¡¡¡ que emoción- decía con alegría.

-Muchas felicidades - le dijo Mao con alegría.

-Debemos preparar una hermosa fiesta de bebé- Takao se secó las lagrimas y prosiguió a comer - ¿Ya se lo dijiste a Yuriy?-

Yume negó con la cabeza 

-¿Es por eso que estás nerviosa? Por dios Yume...él estará encantado- comentó su hermana antes de meter un bocado a su boca.

-¿Y cómo fue? - preguntó Ryvakov.

Aquella pregunta tomó desprevenida a Yume quien casi se atraganta con el pedazo de fruta que estaba comiendo.

Lillith y Mao se levantaron rápido algo asustadas pero al ver que Yume puso pasar bocado solo le dieron algo de agua y esperaron a que Yume recobrara el aliento.

-Pues....- se puso demasiado roja - Como se hacen todos los bebés.....- apenas y se escuchó en un susurró por lo nerviosa que estaba.

-Pero cuenta....fue lindo, cursi, rudo salvaje...- Takao la miraba exigiendo saber como había sido.

Lillith intentó sonreir y miró como es que las hojas comenzaban a caer de los árboles - Faltan unos días para la visita de las ánimas....- pensó mientras que su mente abandonaba aquel lugar para recordar aquellos ritos desde su dulce infancia.

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La primera vez que Lillith y Yume hicieron aquel ritual estaban demasiado nerviosas. Tan solo tenían diez años pero su padre les dijo que todo estaría bien.

Ambas se tomaron de la mano para caminar por el campo de calabazas y perderse en la neblina. Lillith miró hacia atrás para ver la sonrisa de su papá y como es que la demás familia los miraba partir, sujetó con más fuerza la mano de su hermana que temblaba y le susurró que todo estaría bien.

Durante el camino ambas comenzaron a recolectar frutos que estaban en el suelo y hojas, las cuales ponían sobre sus vestidos. Siguieron caminando hasta que una corazonada de ambas les indicó donde sería el lugar indicado; dejaron caer los frutos y con las hojas secas formaron un circulo y colocaron los frutos alrededor de una vela color rojo, la cual encendió. Lillith sacó de su pequeña bolsita canela e incienso de sándalo, inmediatamente el lugar se llenó de un aroma agradable para ambas.

Las dos se sentaron frente a frente y se tomaron de la mano y comenzaron a susurrar plegarias de agradecimiento, su voz poco a poco fue sonando más fuerte por todo el bosque y ambas sintieron como una energía que emergía de la tierra comenzaba a recorrer todo su cuerpo, se sintieron frescas mientras agradecían el circulo de vida y muerte,  y que en el día de todos los santos las almas puedan transitar por la tierra sin pesares ni ataduras.

Ambas chicas vieron como una pequeña calabaza se gormaba con todos los frutos , eso indicaba que sus ofrendas fueron aceptadas y que el ritual había sido un éxito. Las dos chicas se abrazaron contentas pues su primer ritual había sido perfecto. Lillith tomó la calabaza y emprendieron el camino de regreso al día de campo y antes de salir del bosque dejaron la calabaza con una vela en el centro para que todo fuera consumado y se reunieron con su familia para seguir disfrutando del equinoccio de otoño.

Cuestión del Infierno y el CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora