"Ser el hijo del jefe del Infierno y de Dios no ha sido sencillo para mí."
He pasado mi vida viviendo en la tierra con mi amada tía y viajando entre el Infierno y el cielo para aprender sobre la diplomacia entre los dos reinos porque tendré que toma...
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Ese molesto sonido, el eco de las gotas cayendo al suelo...sería algo que lo perseguiría hasta el día de su muerte.
- Lillith-
El ramo de rosas negras cayó en el charco de sangre.
Era una visión horrible, más horrible que las agonías que tenían que pasar los muertos en el infierno. Ver a la persona que más había amado en el mundo , aquel cuerpo que recorrió y que tenía guardado en su memoria siendo perforado por espadas...sin duda quedaría enloquecido.
-Lillith...- una lagrima fue rodando por su mejilla mientras que intentaba mover su cuerpo, el cual lo sentía demasiado pesado -¿Por qué me mentiste? -
De pronto ya no escuchó aquel irritante goteo, poco a poco el sonido de niños jugando en el parque fue llegando a sus oídos -¿Niños?...-cerro sus ojos al pensar que estaba alucinando por el shock de haber visto a Lillith así; pero cuando los abrió se percató de que que se encontraba en el parque cerca del departamento donde vivían su hijo y Lillith.
-Kai...por fin llegaste- miró a Lillith que estaba sentada en la banca - Tardaste un poco - dejó su libro y volteaba a ver al chico mientras se acomodaba los lentes.
-Lillith- caminó a prisa hasta ella y cayó de rodillas para abrazarla - Maldita sea Lillith ¿Por qué?- comenzó a sollozar como un niño pequeño -Dijiste que esto no pasaría-
La pelirroja le acarició el cabello tratando de consolarlo - Llévame contigo de una vez por todas, no me importa dejar el infierno sumido en un caos- dijo él entre sollozos.
-Lo siento Kai...pero yo ya no tengo ese poder -
-Gou- Hiwatari alzó su rostro, era la primera vez que la chica lo miraba así de vulnerable, ella le tomo el rostro y le secó las lagrimas que al parecer no tenían final.
-Mamá Lilly¡¡¡¡ Papá Kai¡¡¡ Miren voy a arrojarme de la resbaladilla- escucharon.
Ambos miraron hacia la zona de juegos para ver a un pequeño de tres años trepado en lo alto listo para arrojarse.
-¿Mamá?- preguntó Kai confundido.
-Ya lo sabe...escuchó todo- contestó ella mirando como el niño bajaba intacto y corrió de nuevo para subir las escaleras mientras los tres perros corrían tras él.
-Por lo menos dime quien fue...quien se atrevió a rebatarme una parte de mi vida- exigió Kai tomando las manos de Lillith.
-No lo sé...había un hechizo de percepción - respondió frustrado.
-Kai...¿Puedes recordar como nos conocimos?- se soltó un suave viento.
-Eras el fantasma del colegio de señoritas- respondió él mientras se recargaba en sus piernas - Pero yo ya te había visto danzar entre las lycoris del infierno...-
-Si...una vez Yuuya me lo dijo - sonrió nerviosa - Yo también ya te había visto en el infierno , me parecías el niño más triste en este mundo y cuando tuve a Gou en mis brazos me prometí siempre hacerlo feliz..-
-Mientras a mi me amargaste diecinueve años...de pensar día tras día en que iba a perderte - reprochó - Pero...tengo que confesarte que aquel día, en que lo vi supe que otra clase de amor nacía de mí...- alzó su rostro mientras tomaba sus manos para besar sus nudillos - Perdóname por no haber pasado el tiempo suficiente con ustedes y se que ahora será difícil-
Lillith lo miró -Una vez, cuando nos escapamos del internado, te estaba leyendo "Las flores del mal" y en ese momento me abrazaste con fuerza para decirme que querías hundirte en un hermoso jardín-
-Fue por eso que te hiciste todos esos tatuajes que a veces Gou coloreaba- Lillith lo miró sonreír por primera vez desde que había llegado.
-Lillith no volveré a amar a nadie así como te amo a ti -
La chica soltó una leve carcajada - Kai...tú te darás cuenta de que amas a alguien con la misma intensidad que a mí- le besó la frente .
-Lillith¡¡¡¡¡- Kai escuchó la voz de Zagart y al voltear ambos vieron a los padres de la chica que la llamaban.
-Es hora de irme- se levantó y llamó al pequeño Gou y a sus tres mascotas.
-No te vayas Lillith no puedes dejarme en una vida sin ti- suplicó Kai.
La chica cargó a Gou y le dio un beso - Prometan que harán las pases- se lo pasó a Kai quien lo abrazó con fuerza.
-Mamá...- susurró Gou haciendo pucheros mientras se acurrucaba en el pecho de su papá y Lillith pensó que era la imagen más hermosa para guardar en su memoria siempre.
-Nos volveremos a ver Kai...- le tomó la mano mientras le besaba los labios para después ver como es que la chica se alejaba para ir con sus papás, mientras él se quedó abrazando con fuerza al pequeño Gou.
- Gracias por permitirme amar a alguien en este mundo....-
Cuando el chico se dio cuenta, estaba aferrado al cuerpo sin vida de Lillith.
-Kai....- escuchó aquella molesta voz pero no quiso voltear, no deseaba verlo.
-Ella era el ser que mas he amado en toda la creación ...- Brooklyn miraba harto a Hiwatari aferrado al cuerpo de Lillith - Por favor suéltala ya acabaste con mi vida Kai-
-Ahora que ella ya no está todos los jardines del mundo están muertos-
El silencio reino de nuevo en la catedral, poco a poco el sonido del goteo fue regresando a sus oídos.
Kai y Brooklyn se miraron con el odio que habían reprimido por tantos años, ahora ya nada les impedía decir la verdad y estaban dispuestos a arrasar con el mundo por cuestiones de vida y muerte, por una cuestión del infierno y el cielo.
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