🖤5🖤 El ángel que cayó en los rosales

49 4 0
                                    

Lillith se cepillaba el largo cabello mientras se miraba en aquel espejo de borde negro, le desagradaba demasiado verse y apretó con fuerza el mango del cepillo al recordar la llamada de atención que un día antes le dio la directora del Instituto.

-Me es reprobable que tus compañeras me reporten que nunca quieres trabajar con ellas - la miró con dureza a través de aquellos cristales que la ayudaban a ver mejor - Siempre es lo mismo con usted en todas las clases y lo he pasado en alto porque a pesar de su falta de cooperación con sus iguales tiene muy buenas notas- con el dedo de en medio se acomodó los lentes, señal que entendió la chica y la hizo molestar - Pero no puedo permitir que suceda en los preparativos para la celebración de nuestro Instituto..."La fiesta de la rosa" es importante para nosotras y usted señorita Lillith debe participar o tomaré medidas en esto-

La pelirroja dejó el cepillo en el tocador y despues se colocó un poco de perfume, se levantó para acomodar su acomodarse el vestido negro y amarrar su moño en el cabello - Soy tan horrible...como es que a Hiwatari no le da asco estar a mi lado- susurró antes de abandonar la habitación.

Caminaba por los pasillos, siempre altiva sin mirar o responder a los saludos de las demás chicas. Solo veía de reojo como es que todas corrían de un lado a otro con las cosas que les habían pedido para la celebración

Se detuvo frente a la puerta de la capilla, en ese lugar se reuian todas sus compañeras de grado y su mano temblorosa se estiró para poder tomar la manija - No deseo estar aquí- susurró antes de jirarla y entrar a aquel lugar. Al principio solo hubo silenció y se percató de que todas la miraban como si ella fuera ajena al lugar.

-Lilly¡¡¡ has venido- Mao se acercó animada para saludarla con efucividad - Que bueno - besó ambas mejillas, la tomó de la mano para integrarla con el equipo que ella trabajaba.

-Me alegra que mi hermana por fin viniera- le susurró con alivio Yume a su amiga de cabello como el cielo.

-Espera¡¡¡- una de las chicas se interpuso - No puedes meterla así a tu grupo sin tener en consideración a tus compañeras- 

Mao torció la boca y miró a sus compañeras, las cuales evitaban verla, pues en realidad no es que no desearan integrarla, pero no deseaban una disputa con la jefa.

-¿En qué les puedo ayudar?- preguntó Lillith sin muchos ánimos.

- Nos falta la corona de rosas y espinas....eso es lo que puedes hacer-

-Esta bien....- soltó la mano de su amiga - ¿Los materiales?-

-En esta ocasión la queremos con rosas y espinas de verdad- cruzó sus brazos mientras dibujaba una sonrisa - Así que ve a los limites del Instituto donde crecen las rosas más bonitas y hazla - 

-Por lo menos dale guantes de jardinería- la amiga de Yume se paro para ayudar a Lillith 

-Lo siento, pero no tenemos - encogió los hombros - Es lo único que puedes hacer o si no...se lo reportaré a Madre superior-

Todas comenzaron a murmurar mientras que Lillith bajaba su cabeza y apretaba sus labios para no soltar alguna maldición - Está bien...- se dio la media vuelta y antes de abandonar la capilla miró de reojo a su hermana, quien parecía preocupada pero ella le hizo una señal de que estaría bien.

Salió y se dirigió hacia el cuarto en donde guardaban siempre las cosas de limpieza y jardinería, pero en verdad ya no había ni guantes, ni tijeras o algo que pudiera ocupar para su trabajo- Supongo que no me afectará - murmuró y fue al jardín trasero en donde se encontraban las rosas más hermosas. Se sentó y comenzó a cortar las rosas y a manipular todas las espinas obviamente sintiendo cierto dolor en sus manos.

Cuestión del Infierno y el CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora