Capitulo Narrado "Karma"

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Al poner las fotos sobre el escritorio, el juez dirigió su mirada rápidamente a ellas, al verlas se impresionó.
Se veía claramente como un tipo tenía a la fuerza a Guerrero en un estacionamiento.

—¿Quién es él? —interrogó serio mientras veía todas las fotos.

Un trabajador del psiquiátrico —respondió de la misma forma Gabriela mirándolo fijamente— ¿ya ve la clase de persona que trabaja en ese lugar? ¿Usted cree que es normal este tipo de comportamiento?

No recibió respuesta alguna, así que volvió a hablar. No se quedaría callada.

Ya sabiendo los problemas que Dante Guerrero tiene ¿Cree que estas agresiones le ayudan en algo? ¿Piensa que él está siendo bien tratado en ese lugar? Porque es lógico que igual lo tratan así en el psiquiátrico o incluso peor, ya que en ese lugar no hay cámaras. Y si este caballero lo trata así estando en un lugar PÚBLICO —recalcó la palabra con enojo— no me lo quiero imaginar como es en privado la verdad.

Nadie quería saber como era aquel psiquiátrico en realidad, la verdad solamente la sabían los pacientes, doctores, entre otros. Pero gente de afuera jamás, ni en otra vida.

—¿Usted sabe cómo se llama el sujeto que aparece en la grabación? —ahora preguntaba el señor de hace unos minutos.

No ¿me ve cara de adivina en el asunto o qué?

El juez la quedó mirando solamente, sin decir ninguna palabra logrando incomodar a Gabriela.

—No bueno nunca he hablado o algo parecido con él, no sé su nombre —corrigió incómoda.

¿Y usted sabe algo de este hombre, señorita Muñoz? —volvió a hacer la misma pregunta.

No, lo siento.

—No se preocupe. —susurró en un tono casi imposible de escuchar.

Pasaron un par de minutos mientras el juez seguía mirando las fotos muy concentrado como si estuviera buscando algún indicio a saber de que.
Nicole empezaba a jugar con sus manos que estaban encima de sus piernas para calmar sus nervios, lograndolo. Gabriela por su lado movía de manera poco disimulada sus pies, estaba realmente nerviosa por la respuesta que podían recibir.

Tenía que admitir que el abogado que jugaba en contra de ellas era muy bueno, tenía argumentos claros y sólidos. Un gran problema.
Pero eso no significaba que el abogado que las apoyaba quedaba atrás.

No tiene sentido lo que acaba de decir. Esta persona no puede seguir trabajando con problemas de ira. —repetía una y otra vez el abogado que estaba junto a Gabriela.

Hay terapia para arreglar ese asunto, en cambio lo del joven Guerrero no. Su enfermedad no tiene cura y todos los que estamos presentes acá sabemos eso. —defendió.

—No se si a usted abogado pero al menos a mi me da más miedo estar junto a alguien con problemas de ira sin terapia que estar con alguien con esquizofrenia pero con tratamiento. Al menos yo pienso así. —intervino Nicole.

El abogado la quedó mirando unos instantes, analizando lo que acaba de decir.

—Señoría —ahora hablaba Gabriela nuevamente de pie— es ilegal el comportamiento que tiene este trabajador por el lado que se vea, es muy peligroso para todos.

Se empezaron a escuchar susurros por toda la sala incomodando mucho a Nicole. El juez hizo un golpe con su mazo provocando que toda la sala volviera a estar en silencio.

El Diario De Un EsquizofrénicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora