Una semana de paz había transcurrido entre los enemigos mortales, que se encontraban en el aula con tranquilidad.
Todos atentos a la clase, no imaginaban por lo que la casi nunca utilizada mente de Nino, pasaba.
En sus pensamientos sólo había cabida para pensar en que ese era el momento perfecto para dar su siguiente paso... bueno movida, porque si llegaba a pisar le iba a doler hasta el alma.
Esperó al receso y llamó a su novia, mientras miraba con maldad como las inocentes palomitas que salían del aula tomados de las manos, no imaginaban lo que les esperaban.
Alya abrió su blog en su celular y el de la gorra comenzó a dictarle el número de celular de Adrien.
-Y... publicar.
Dijo después de ponerle la leyenda "Es el número de Adrien Agreste, envíenle mensajes llamándolo Idiota para hacer que les conteste" a la publicación que prometía tener muchas visitas.
Ja, eran todos unos malvados.
.
.
.Adrien miraba a Marinette. Marinette miraba a Adrien.
Ambos habían entrado en un trance mirándose a los ojos, completamente embelesados de estar juntos.
El rubio tomó su rostro y la atrajo hacia el besandola con cariño, mientras ella ponía sus manos en sus brazos.
Solo eran ellos dos, abrazados con sus bocas unidas y el sonido de una notificación.
La dejaron pasar por estar en lo suyo, pero otra notificación resonó.
El rubio aún con su boca unida a la de ella, miró y negó para no romper el momento que estaba teniendo con su amada en aquella parte retirada de la escuela.
De un momento a otro, una tras otra comenzaron a llegar, comenzando a sonar de forma prolongada y permanente, como si fuese una alarma o un claxon sonando por tiempo indefinido.
Ellos sin ganas se separaron para abrir la pantalla del celular y mirar...
-¡1316 mensajes nuevos y 313 llamadas perdidas!
El celular no dejaba de vibrar, las llamadas no dejaban de llegar y la pantalla solo mostraba notificaciones en toda su extensión, dejándolo inutilizable.
-¡Niño Lahiffe!
Pensó instantáneamente el rubio, que aún sostenía la cintura de su chica, que solamente recargo su cabeza en su pecho, meditando en silencio.
-Recuerda, la velocidad es la escencia de la guerra.
Le dijo antes de sacar un bote de polvo pica pica de su bolsillo, para después mirar complice a su novio.
El la tomó por la cintura y la cargó besandola, girando algo decepcionado de que su celular estuviera inutilizable.
Lo peor era que todos los mensajes decían "Hola Idiota soy tu fan"
Transcurridos unos minutos de intensas notificaciones, la chica con algo de pena se sentó sobre el regazo del rubio y le habló.
-Adrien emm.... me pregunto si podríamos... ya sabes... algo así como... darnos besitos.
Le dijo con su rostro rojo de pena, mientras este sonreía feliz de tenerla en su vida.
Y cerrando sus ojos se dispuso a disfrutar su momento, hasta que el descanso se terminó.
.
.Lahiffe y Cessarie miraban con satisfacción como iban entrando Dupain y Agreste con un inutilizable celular en mano.
-Oh Adrien ¿Me prestas tu celular? Creo que olvidé el mío en casa.
Burlesco señaló al objeto que emitía el sonido de notificación constante y que vibraba permanentemente, con su pantalla en blanco al estar saturado de tantos mensajes.
El ojiverde no lo miró con enojo, si no más bien con una sonrisa malvada, haciéndolos sentir inseguros.
Dirigieron su vista al costado del chico y palidecieron.
¡Marinette ya no estaba a su lado! Ella era peligrosa.
-Adrien no puede prestarte su celular por el momento.
Casi se infartan del susto al escuchar y sentir la presencia de la Ninjanette a sus espaldas.
Giraron para verle la cara, pero cuando lo hicieron, no había nadie tras de ellos.
Cuando regresaron su mirada al frente, Marinette estaba abrazada al chico, como si hubiese estado así todo el tiempo.
Bien, al parecer no les había hecho nada.
Al llegar la maestra, cada quien se transladó a sus asientos, mientras que el chico de muletas comenzaba a sentir una leve comezón en la espalda.
Seguro era por falta de hidratación. Nada que la poderosisima cremita no pudiese arreglar.
Su cuello pasó por la misma sensación e inevitablemente se rascó, intentando apagar aquella horrible irritación.
Cuando menos se dió cuenta, le picaba todo el cuerpo. Incluyendo su yeso, el cual no podía rascar.
En su desesperación no se dio cuenta que la chica a su lado pasaba por lo mismo, no imaginando que los responsables que estaban frente a ellos aguantando su risa, juntaban sus puños victoriosos.
-Batalla ganada.
Le dijo mirando como los chicos pedían permiso de salir a sus casas, directamente a tomar una ducha que calmara aquella horripilante picazón.
Continuara...
Una vez me lanzaron polvo pica pica y les juro que es horrible.
Ustedes pensarán que no es gran cosa, pero es un polvo que no se quita tan fácilmente de la piel ni de la ropa, que si lo tallas con jabón empeora, siendo una comezón que llega a durar horas, y es persistente.
Solamente se puede llegar a quitar la mayor parte con un baño de agua sin jabón y levemente salada, aunque eso no asegura nada.
Así que ese sufrimiento solo se lo deseó a la rata de dos patas infiel, traicionera, inmunda, lombriz de agua puerca y bicho rastrero, de mi ex MUAJAJJAJA.
En fin, disfruten.
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¡No Soy Idiota!
HumorAdrien estaba seguro que lo tachaban de Idiota, por lo tanto dará su vida con tal de demostrar lo contrario.