Boronitas

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La estoqueta de Adrien lanzaba ataques sin piedad, la única de uniforme rojo esquivaba los ataques, y un comentarista narraba todo lo que pasaba en la pelea que realmente estaba intensa.

-Y el rubio lanza un ataque, y ¡No! Ella lo contrarresta, lo esquiva y casi anota un gol- dijo el comentarista con bigote falso (Nino) mientras narraba a todos lo que se estaba presenciando en la pelea.

Muchos conocedores de esgrima lo miraron raro.

¡¿Qué acaso ese hombre (por el bigote) no sabía que en esgrima se decía Touche?!

-Le clava su espada a Kagami, el otro le pica el estomago y ¡Gooooool!  Ganó el Idiota- gritó emocionado desatando una ola de aplausos y gritos de júbilo de todos los presentes.

Hasta la mamá de Kagami aplaudió ya que creyó que su hija había ganado.

-Y perdió Kagando- dijo el comentarista como si nada.

La mama de Kagami simplemente dejo de aplaudir y se sentó rápidamente.

Kagami lo miró con un aura oscura.

Mientras en el suelo, un rubio agonizaba en silencio tras ser llamado Idiota por un hombre totalmente desconocido.

Marinette se acercó hacia el y lo abrazó.

-¡Felicidades ganaste!- le dijo Marinette mientras se arrodillaba para estar un poco más cerca de él.

El chico se sentó en el suelo y abrazó a la chica.

Marinette se dió cuenta que el chico estaba muy lejos de estar festejando.

-Enserio ya no quiero ser llamado Idiota- habló en un suspiro, mirandola a los ojos con los suyos ya cristalizados.

-Esto ya no es divertido- habló la chica seria.

Lo miró y acunó la cara del chico con sus manos.

-¿Y si nos escapamos? La premiación va a ser mañana- habló la chica dedicandole una sonrisa sincera.

El chico se puso el casco de esgrima y salió del instituto seguido de Marinette, todo en menos de 30 segundos y sin testigos.

-Tengo algo que decirte, gatito- dijo la chica seria, mientras los dos subian a la habitación de Marinette.

Se sentaron en unos cojines en el suelo mientras comían galletas de chocolate.

-¿Me prometes que no te vas a alterar?- preguntó Marinette mientras se acomodaba en los brazos de Adrien.

El chico solo le besó la frente y sonrió.

-Claro que no, dime, recuerda que no hay secretos entre nosotros- se acercó a ella y la besó.

La chica correspondió y el chico intensificó el beso, contrario a los planes de Marinette, pero fué imposible poner resistencia.

La chica tomó su barbilla, Adrien tomó la cintura de Marinette y esta se recostó, aplastando a las pobres galletas que hubieran preferido ser comidas.

Marinette le besó el cuello, cosa que le dió cosquillas al chico, por lo que giró quedando Marinette sobre él, llenandose de boronitas el también.

-Adrien- habló Marinette, siendo más bien un suspiro.

-Dime- contestó el chico cerca de la oreja de la chica mientras se quitaba su chaqueta ya que estaba transpirando mucho, cosa que Marinette mal interpretó.

Los ojos de Marinette de abrieron como platos.

¡Ellos se querían casar de blanco!

Aunque por la manera en la que se estaban besando solo aspiran a casarse de gris clarito.

¡No Soy Idiota!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora