Tras la barra de Julia

Capítulo 11

Son las 23.30h, y estamos terminando de prepararnos para salir. Hemos decidido ir a Málaga, a un famoso pub en la playa. La idea ha sido de Iris, que nos asegura que es un sitio "bestial". Mientras me doy los últimos toques de labial rojo e Iris termina su eyeliner, escuchamos música que los chicos han puesto abajo. Suena Waiting For Love de Avicii, para ir ambientándonos. Iris y yo tenemos nuestras copas en la mesilla de noche, con gominolas en el fondo y pajitas. Yo llevo el vestido corto negro con estampado de flores, y he de decir que me queda espectacular, con las mangas cayendo suavemente por debajo de mis hombros. Llevo los rizos sueltos, aunque me coloco una goma del pelo en la muñeca, porque sé que voy a pasar calor y voy a necesitarla.

Miro a mi izquierda. Iris se está aplicando la máscara de pestañas con la boca abierta frente al espejo. Lleva el pelo recogido en un moño bajo y un vestido rojo cruzado en la cintura, y con una apertura en la larga falda, mostrando su pierna derecha al caminar. Está guapísima. Paso por detrás de ella para coger mi copa de la mesilla y darle el último sorbo. En ese momento aparecen Uli y Jimena por la puerta, ya preparados.

-¿Cómo vais, putis?-pregunta Jimena. Lleva un vestido rojo diminuto, muy ajustado, con unos tirantes enlazados en los hombros y un estampado de dragones. Lleva una coleta alta que baila de un lado a otro con cada uno de sus movimientos.

-¡Nada!-dice Iris, terminando también su copa-Madre mía, qué buenorras estamos las cuatro, ¿no?

-Total-dice Uli, quien va vestido con unos pantalones cortos blancos y una camisa de rayas verticales azules y blancas.

-¿Foto?-pregunto, aunque sé la respuesta.

-¡Venga!-contesta Uli, y nos colocamos frente al espejo mientras este saca el móvil del bolsillo. Echa la foto y después de revisarla, vuelve a guardar el teléfono en su sitio.

-Bueno, ¿planes para esta noche?-pregunta Uli-el mío, terminar de seducir a Paco.

-¿Pero quieres hacer el favor de dejar de acosarlo ya?-le pregunto, indignada-¡que no quiere nada contigo!

-Eso ya lo veremos...

-Esta noche acabamos en comisaría-dice Iris mientras guarda sus cosas en el bolso.

-La verdad es que prefiero a un poli a Paco...

-¡ULISES!-gritamos Iris, Jimena y yo a la vez, entre risas.

-¡Vale, vale!...-responde, levantando los brazos- bueno, ¿y tú qué?-pregunta, apuntándome con un dedo.

-¿Yo qué de qué?

-¿Quieres condones?-pongo los ojos en blanco-seguro que te harán falta para rematar lo de ayer...

-Para tu información, esta tarde hablé con Carlo y le dejé muy claro que no iba a ocurrir nada más.

-No te lo crees ni tú, cielo.

Le miro de reojo, algo molesta. Me digo a me prometo a mí misma que esta noche no voy a beber más de la cuenta y que voy a controlar mis impulsos.

Bajamos las escaleras y, cuando llegamos al salón, me doy cuenta de que va a costarme sudores y lágrimas cumplir con mi promesa.

Veo a Carlo, que está hablando con Pablo y Paco con una cerveza en la mano, y se gira al verme bajar. Lleva una camisa azul, a juego con sus ojos, con un estampado hawaiano. Jamás pensé que ese tipo de camisas pudieran quedarle bien a alguien. Pero a él sí. Joder si le queda bien. Entonces me fijo en sus brazos fuertes. Ay señor. Los pantalones son cortos y marrones claritos; el pelo perfectamente peinado y la barba recortada. Voy directa a la nevera y me saco una cerveza.