capítulo 3.

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Alex frenó repentinamente al darse cuenta que ya había llegado a su lugar de destino hace unos metros atrás. Llegaba en su skate a una velocidad un poco más excesiva de lo que estaba acostumbrado, mas su preocupación estaba centrada en, que si hubiera tenido un manejo del tiempo sensato, tal vez se habría ahorrado varios insultos de ciclistas, peatones y segundos en los que temió por su vida al encontrarse con autos que igualaban o superaban su velocidad. 

Se maldijo a sí mismo al notar que la puerta de entrada del centro comercial donde acordó encontrarse con su nuevo amigo había quedado pasos atrás. Con una fuerte pisada en la parte posterior de su patineta, la llevó hasta sus manos y se dirigió a las empinadas escaleras que llevaban a la puerta principal, dejando tras él una ráfaga de viento.

—¡Lo siento, lo siento! –exclamó al ver a Zack mirando a su alrededor a tan solo unos metros de la puerta. Alex le había indicado el lugar de encuentro, mas el resto dependía de su conocimiento–. Se me hizo tarde pero aquí estoy...

Su tono sonaba más exhausto de lo planeado. No se había dado cuenta de lo mucho que el recorrido lo había agotado hasta que ya no tenía que preocuparse por gastar más tiempo. Apoyó sus manos en sus rodillas mientras recuperaba el aire, siempre cuidando no ser muy obvio frente al chico presente. El oji-verde, no ajeno a esto, dejó escapar una pequeña risa inocente.

—Está bien –le aseguró al castaño, extendiendo su mano con una botella de agua que guardaba en su mochila en caso de que algo así ocurriera. Alex la recibió con una sonrisa un tanto tímida. 

—¿Llevas mucho tiempo aquí? 

—Solo diez minutos, llegué algo temprano.

Alex se maldijo por lo bajo. —Lo siento, a veces pierdo noción de tiempo...

Zack volvió a reír bajo su aliento por la cantidad de veces que el chico se estaba disculpando, cuando en realidad él no le veía ningún problema. Su nerviosismo le causaba gracia, aunque no lo entendía del todo. 

—Enserio no pasa nada –lo tranquilizó con un par de palmadas en el hombro–. Dijiste que tenías ensayo más tarde, ¿no? Deberíamos empezar, así no se te hace tarde. 

El castaño se congeló frente al comentario, no muy seguro de cómo sus planes posteriores a su encuentro podrían ser conocimiento del contario. Soltó un leve respingo al recordar rápidamente su conversación del día anterior. 

—¿Ho-hoy es miércoles? –preguntó y Zack asintió lentamente. Alex volvió a maldecir–. Está bien, sí, lo siento. Sígueme. 

Zack, más intrigado que entretenido ahora por el chico en frente suyo, se quedó tan solo unos pasos detrás de él, siguiendo sus indicaciones y escuchando sus historias, las cuales tomaban lugar en cada rincón del centro comercial donde ahora se encontraban. Hablaba de diferentes locales y talleres de skate en aquel mismo lugar, esos donde alguna vez averiaron sus tuercas, o donde le robaron veinte dólares por el reemplazo de las mismas. El menor aportaba a la conversación con preguntas como "¿y qué ocurrió después?" "¿qué hiciste?", pues en realidad le intrigaba cómo una persona podía tener tanto qué decir. En especial si es alguien que acabas de conocer. 

—En conclusión, rechaza la modernidad y abraza la tradición –dijo el castaño con una sonrisa superior, la cual se convirtió en una mueca al darse cuenta que no era exactamente a lo que quería llegar–. ¡Vinny! –exclamó al ver al moreno detrás del mostrador de aquel famoso local que estaba comentando. 

—¡Gaskarth! –lo saludó de vuelta, dirigiéndose a la puerta y envolviéndolo en un abrazo fraternal. 

—No sabía que aún trabajabas aquí, o que podías mantener un trabajo. 

gold rush ❀ jalex auWhere stories live. Discover now