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MÚNICH, ALEMANIA 20 de septiembre del 2020
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LEON ME MIRA INQUIETO ESPERÁNDO a que me digne a mirar la prueba de embarazo. Sí, pensábamos que tendríamos un hijo, y él decidió que sería bueno hacer la prueba de embarazo.
— No voy a mirar. — Digo sentada en la esquina de la cama. Mi novio, quién estaba más nervioso que yo, toma la iniciativa y se acerca al lugar dónde la había dejado.
— Si es niño Liam, si es niña Kai. — susurra para si mismo agarrado hagallas para verla.
— Anda, mirala. — Muevo mi pie con nervios y muerdo mis uñas mientras veo como Leon la gira. Su cara tiene una expresión que no había visto nunca, por eso mismo me es imposible decifrar que pasó. Goretzka chaquea la lengua y hace un mohín con los labios para luego mirarme y hablar.
— Creo que vamos a tener un bebé, Mila. — En cuanto dice aquello quedo en shock. ¿Un bebé? ¿Ahora?, no me sabía tan mal, pero los nervios los tenía a flor de piel.
— Un bebé. — Es lo único que puedo articular. Leon se pone de cuclillas frente a mi y toma mis manos.
— No estamos seguros, pero en caso de que sea verdad, podremos hacerlo. — Asiento lentamente y puedo ver la seguridad de Goretzka en su cara. — Hagamos las otras dos pruebas que nos quedan. — Leon saca de la bolsa las últimas dos y me dispongo a ir al baño.
Los minutos pasan, y no puedo evitar caminar por la habitación mientras era seguida por la mirada de Leon. No quería generarme ninguna ilusión, ni tampoco descartar que mi vida podía cambiar en un abrir y cerrar de ojos. El alemán mueve su pie con rapidez esperando que el sonido avisando que había pasado el tiempo sonara.
— Me gusta el nombre de Kai, por si querías saber. — Digo. — Es corto, y bonito. — Leon me mira y sonríe.
— Lo es. — Se limita a decir. — Creo que llegó la hora de la verdad, Mila. — Mi novio se levanta de la cama y va rumbo a la mesita, donde estaban ambas pruebas.
— Yo miro una. — Me acerco hasta él y tomo una. Él repite mi acción. — Dios, estoy nerviosa. — Muerdo mi labio inferior y le doy una rápida mirada a Leon para hacer que vea la prueba. Goretzka hace lo que pido, y la gira. Supiera y se que dio negativo sin escucharlo de el.
— Negativo. — Leon la deja en el lavabo y me mira esperando a que yo vea la mía. Tomo aire y cierro los ojos. ¿Qué tanto quería un bebé? ¿Era mejor un positivo o un negativo?, nadie estaría en esta situación si Leon y yo fuéramos más responsables y usáramos condón.
Con la últimas hagallas que me quedan volteo la prueba y no se si ni suspiro es de alivio o de desilusión: Negativo.
— Falsa alarma, Leon. — Le muestro la prueba al castaño y este no dice nada, solo asiente.
— Falsa alarma. — Leon sale de la habitación y yo lo sigo.
— Tal vez es lo mejor, no estamos listos para tener un bebé. — Comento. Leon gira y queda frente a mi.
— Supongo que tienes razón. No estamos listos. — Pasa una mano por mi cabello y termina acariciando mi mejilla. — No te voy a mentir, por un momento quise que diera positivo. — Se sincera y lo entiendo, yo también lo quise, pero solo por un momento.
— Todo pasa por algo, eso lo hemos aprendido mejor que nadie, Leoncito. — Con mis brazos rodeo su torso y él hace lo mismo pegandome a su cuerpo.
— Tal vez en otro momento. — Susurra.
No digo nada, solo me quedo en silencio escuchando su respiración y pensando en todo lo que pudo haber sido. Una vida familiar nunca estuvo en mis planes.
Pero no voy a mentir, tal vez me ilusioné un poco con la idea de un niño nuestro corriendo por el jardín de mi casa.
Dios Camila, tienes que dejar de pensar en tonterías.
