Dulce Raquel (Tres)

S i e t e

Y te vi hoy,
pero en mis sueños.

Cursi,
pero cierto.

Estabas muy bonita en unos pantalones de cuero y con mi chaqueta favorita.

¿Qué? En los sueños todo es posible.

Además, tú estilo dura e increíble estuvo acompañado de una confesión que salió de ti casi sin quererlo. 

Me dijiste en un suave susurro que estas harta del apodo que te di, Dulce. Me comentaste con algo de nostalgia que tu hermano solía llamarte así antes de su partida a otra ciudad. También, admitiste que sigues odiando el apodo ya que crea una imagen muy ficticia sobre ti. 

La de una chica calmada y pacífica de las flores en el cabello y que, con mucha seguridad, muchos podían afirmar es un encanto con un 0% de maldad.

Dijiste que te gustaría que te conocieran mejor. Que vieran que eres más que dulzura.

Que también lloras, que también sufres, que también sientes y que te afecta el asqueroso mundo que te rodea.
Dulce, yo te veo así.

Al menos, lo hago ahora. 

Ahora sé que lloras, sufres, sientes. Y quiero intentar ayudarte con eso.
Porque sí, te quiero conocer. A la verdadera tú.

-Nícolas