❤️ S i e t e ❤️

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Katherine miraba su examen con orgullo aplastante, sus ojos estaban llenos de felicidad.

—¡Soy la puta madre!— sonrió con altivez, sin duda ahora no decepcionaría a sus padres de nuevo, con esa gran calificación en el examen todo iría bien.

¿Era tierna o aterradora? No lo sabían, así que preferían mantener distancia.

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Darwin observaba a su hija con sonrisa de gatito. —¡Papá, papá, mira!— parecía una niña pequeña. —¡Saqué una buena calificación, felicítame!

Al pelinaranjo se le derritió el corazón, no podía con tanta ternura, simplemente la abrazó con fuerza y ambos comenzaron a girar. —¡Eres tan lista mi cielo, sabía que lo lograrías!— y comenzó a hacerle piojito.

Fue sacada de su burbuja de amor y corazones al escuchar una voz molestamente familiar.

—Felicidades.

Volteó a ver, ¿¡Qué carajos hacia Tobías JR en su casa!? Corrió hacia donde el, agarrándolo del cuello.  —¡Bastardooooo!— gritó, casi llorando de la verguenza. —¡Cómo le digas a alguien lo que viste te mataré!

El de ojos heterocromáticos simplemente rodó los ojos y le hizo un gesto de que se calmara.

Darwin no sabía si reír o hacer algo al respecto.

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Se había vuelto agradable, agradable pasar casi todos los días a la casa de Katherine, ¿La podía considerar una amiga? No lo sabía, pero si sabía que era la única persona que no lo quería por su riqueza.

Y así eran los días, los pasaba junto a Katherine y a veces Mat, ayudándolos a estudiar. Ya era una parte de la familia, o eso le decía Darwin.

Ahora se arreglaba para salir, había quedado en ir a ver una película junto a Katherine, pero se encontró con su madre en el gran comedor.

—¿Crees que esto es correcto?— le preguntó, con desagrado. —¿Acaso crees que ellos te quieren todos los días allí?— Si, Masamie había Sido tan infeliz en ese matrimonio arreglado que no dudaba en hacer sentir mal a su hijo, estaba tan quebrada que cortaba a aquellos que la recogían del suelo. —Nisiquiera te queremos aquí, ¿Y esperas que de verdad ellos te quieran allá?

—E-Es diferente...— se defendió.

—Claro que no lo es.— se llevó una mano al pecho, pasando a la falsa faceta de mamá preocupada. —Darwin me odia, ¿Crees que no te odiará a ti también?

Bajó la mirada. Por primera vez en su vida la soledad no lo acompañaba, pues tenia a la familia Oppenheimer de su lado, y no dudaba en que ellos lo querían, se lo habían demostrado a través de acciones.

—Ellos no... No me odian.

—Vete a tu cuarto, estás castigado.

Corrió a su cuarto, llorando de la impotencia que le causaba que su madre fuera tan cruel con el. No era justo en lo absoluto, había hecho siempre lo que ella quería, ser el niño perfecto, y sacar las mejores notas.

Su celular vibró.

Katherine.
Oye, idiota, te estás tardando.
Sal rápido, y procura no llamar mucho la atención.

En realidad si quería ir a ver esa película con Katherine, lo deseaba, pero su madre...

Katherine.
Dicen que lloverá, llevaré un paraguas grande para los dos en caso de cualquier cosa.

Tobías jr.
Está bien, ya voy

Ya era tiempo de cobrar un poco, había Sido el niño perfecto toda su vida, le tocaba disfrutar aunque sea un poco, ¿No?






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⏰ Última actualización: Feb 19, 2021 ⏰

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