Utopías de una adolescente.

Amigas o qué?

Una noche como cualquier otra, hablaba con ella y yo me sentía feliz porque le decía que la quería y ella decía que me quería también.
Pero después salía con sus "olvida que te quiero, te hablaré de mi ex que extraño" y yo aceptaba porque fingía ser su amiga y entonces debía escucharla. Como amiga.
En serio me agotaba que me hablara de él. Me lastimaba. Me hacía puré.
Y ya mi había hecho antes.
Agh.

Pero pasó. Como todo.
Pero en un segundo me enojé. Quería que sufriera como yo lo estaba haciendo.
Quería que llorara por mi como yo lo hacía.
Quería que se rebanara la piel como yo lo hacía por ella.
Quería verla sufrir.
Así qué planee fingir que la amaba y entonces estaría con ella y luego la dejaría por alguien más.
Pero realmente no iba a fingir ese amor porque a pesar de que me lastimaba mucho, la quería demasiado.

Así que un día le dije todo lo que sentía por ella.
Que me volvía loca.
Que me hacia estremecer.
Que me ponía nerviosa al verla.
Y ella dijo que sentía lo mismo.
Y yo me emocioné.
Me volví loca.
Más loca.
Mi corazón volvió a bailar.
Y entonces empezaron los días que jamás jamás JAMÁS olvidaré:
Empezamos con cosas pequeñas como imágenes de amor, cursis.
Y ella mandó una de "sugarless gum" que es el fandom que junta a la dulce princesa y a marceline de hora de aventura. Y lo curioso es que yo tenía de esas imágenes porque me recordaban a nosotras y tenía la ilusión de hacer eso realidad y curiosamente eso pasó. Y fui más feliz.
Uno de esos días, dijo que quería hablar conmigo para aclarar que somos, que queríamos ser y que seríamos.
En el receso, como de costumbre. Y yo acepté.
Así que la busqué, mi corazón bailaba, brincaba y gritaba, entonces tenía que encontrarla y al hacerlo fuimos a un lugar a hablar. No a la biblioteca, a un pasillo solitario.
Ella preguntó: "Entonces qué vamos a hacer?" Yo le respondí que quería saber bien lo que sentía por mi. Pero no dijo nada.
No por que no hubiera algo, sino porque no supo. Pero yo sabía eso por como se comportaba.

Luego el receso término.
Antes de irme me dijo que me escribiría algo.
Y me fui.
Pero al irme pasó él.
Pude ver en sus ojos como se rompía algo dentro de él al verme con ella.
Pero no pude hacer algo.
Sólo caminé.

Pasaron dos horas y en un cambio a clase ella me dio una hoja, yo sonríe y tomé su mano, pero siguió caminando.
Entonces llegué a mi clase y leí la carta.
Decía todo lo que quería oír de ella.
Y me enamoré más.
Y caí más.
Y estuvo bien porque sabía que era mutuo.

Justo el viernes de esa semana, iba a haber un concierto de Never Shout Never, su banda favorita y ella iría con alguien. Y yo deseaba ser ese alguien. Pero ese día me recosté a comer dulces y ver la tele.
Hasta qué sonó mi celular.
Era ella.
Mi corazón bailó como nunca.
"Tal vez sólo querrá saber si quiero algo del concierto..."
Así qué contesté.
"Alooooo" saludé con emoción.
"Oye, me han cancelado. Quieres ir al concierto conmigo"
Me emocioné.
Salté de la cama y dije que si.
Acomodé las cosas con mi madre para que me dejara ir porque a mi madre no le caía muy bien. Pero al final me dejó ir.

Me cambié lo más rápido que pude y cuando estuve lista, sólo esperé a que llegaran por mi.
Y llegaron. Y mi corazón revolvió a mi estómago cuando la vi fuera de mi casa con un vestido hermoso de tirantes.
La saludé, saludé a su madre y me despedí de la mía.
Y llegamos al recinto.
Pero todo el camino estuve intentando no morir de un paro cardíaco.
Pero salió bien.
Todo salió bien.
Llegamos y empezamos a ver cosas qué comprar.
Ella se encontró a un amigo y me presentó como "su ex y su amiga" yo me quedé callada.
Cuando entramos al recinto, nos sentamos en nuestros lugares e hicimos el ridículo porque no sabíamos que eran sillas como de cine que son como plegables y bueno... Cuando nos dijeron nos reímos.
Entonces yo me puse muy nerviosa al tenerla al lado. Mi corazón gritaba que la besara que la tomara de la mano, que no la dejara ir.
Así que me recosté en su hombro, luego besé su mejilla y me volví a acomodar en su hombro.
Y ella volteó su rostro y besó mi mejilla. Yo sonríe y luego besó mis labios.
Mi corazón se detuvo.
Pero obvio le seguí el beso.
Y al terminar, me volví a recostar en su hombro, sonriente. Feliz.

Luego nos cambiaron de lugar porque estábamos en unos que no.
Y me volví a recostar en su hombro.
Cerré mis ojos e intenté calmarme. Pero las luces se apagaron y en menos de dos segundos yo ya estaba parada, gritando con la demás gente por la emoción.
Hasta olvidé por un segundo que estaba con ella.