Utopías de una adolescente.

¿Podemos ver el tiempo pasar?

Tanto ha pasado... tantas cosas que me hacen desear estar muerta y otras tantas que me hacen aferrarme a la vida.
Pero ella ya no es de esas razones.
La he dejado ir.
Por su bien.
Y por el mío.

A veces, cuando me aburro, pienso en ella y en nuestro pasado. Pienso en las cosas que hicimos, vimos y sentimos y luego pienso en las que no hicimos, las que no vimos y las que no nos permitimos sentir. ¿Y me arrepiento de no haber hecho eso? La respuesta es si.
Me arrepiento por no haber sido lo suficientemente valiente para decir que si. Me arrepiento por no haberme aferrado a ella como debí...
Pero se preguntarán: ¿qué tanto pasó?
La respuesta es larga y va más allá de los capítulos ya leídos por ustedes. Hay tanto que no he escrito por miedo a revivir esas cosas, por miedo a recordar el por qué me enamoré de ella.
Ese miedo es constante.
Porque aún la veo a diario, y temo seguir viéndola por más tiempo.

Muchos pueden creer que esto sólo es ficción y es un montón de sucesos inventados por una adolescente que desea vivir algo así, pero no. Todo lo que se ha mencionado es real. Y me pasó.
Y aunque a algunos no les importe, y puede que sea a la mayoría, aún así seguiré relatando esta historia de amor absurda, loca y trágica. Con los errores típicos de adolescentes que quieren parecer geniales pero son realmente estúpidos.
Si... Somos adolescentes y sabemos nada.
Somos adolescentes y destrozamos corazones por diversión.
Somos adolescentes y dejamos que nos destruyan por querer sentir algo.

Pronto diré lo que ha pasado.
Porque sé que esta historia no ha acabado.