Historias revueltas, gente confusa.

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Hace unos días pensé en que si podría volver el tiempo, me diría que no debería enamorarme de aquella chica; y a veces hasta el mismo pensamiento es troll:



—¡MI YO DEL PASADO!— me encontré en el pasillo de la escuela, pero yo era como un tipo de fantasma, sólo mi yo de entonces podría verme. Así que sólo le hablé. —Escucha, tú, sé que ya te está gustando esa chica, pero... sólo... agh. No te enamores de ella. Puede parecerte fascinante y maravillosa y lo es, pero sólo te dará problemas. —Sabía que la estaba mirando porque no me prestaba atención. — ¿ME ESTÁS ESCUCHANDO?

—Si sí, te escucho. — dijo mi yo de entonces. — Pero no puedes negar que está muy, muy, MUY potable. Es sexy, sólo mírala. 

—Sé lo que es. Pero... sólo mira tus muñecas ahora, están limpias. Ahora mira las mías. No lo están. Y es por ella. 

—Bah! Como si no lo hubiera hecho antes; además presiento que sería algo asombroso. Aaaaademás, ambas sabemos que nos gustan las cortadas. Las quieeeeeres. — Me miró de una forma rara y sólo asentí. 

—De acuerdo, de acuerdo, las queremos. Entonces anda a por ella. 


Y sólo volví a mi presente. A mi miserable, triste y aburrido presente. 

Utopías de una adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora