-Señorita, se le quedó esto en el trabajo -me llama Gael cuando voy entrando a la casa. Me tiende una gran caja naranja; Louis Vuitton.
-Esto no es mío -reparo la caja por fuera mientras él la sostiene. No recuerdo haber hecho una compra allí en estos últimos día.
-Jareth me dijo que lo había olvidado.
No digo nada más y abro la caja mientras se encuentra en sus manos, si es una bomba no seré tan egoísta de morir sola, le quito el papel a lo que sea que yace dentro y me encuentro con unos hermosos guantes de todo mi gusto. Los levanto en el aire con las puntas de los dedos como si se tratara de desechos y los reparo. Definitivamente no pedí esto.
-¿Traían una nota o algo? -pongo los guantes de nuevo en la caja.
-Si, estaba esto -extiende un sobre negro que dice con letras blancas "devil" que traduce demonio en español.
Lo abro y dentro solo hay una pequeña tarjeta blanca de dice "Nueve". Otra vez este hijo de puta.
-Pon la caja en la alcoba -ordeno mientras voy al comedor para que Susana me sirva algo ya que no he comido en todo el día.
-Que rico -felicito a Susana cuando pruebo la comida.
Me da las gracias y se retira dejándome por fin sola para poder estar un poco tranquila como lo he esperado desde que me desperté.
-Señorita, Irina. Debo hablar con usted -maldita sea
-¿NECESITAS GAFAS O QUÉ? ¿NO TE DAS CUENTA QUE ESTOY COMIENDO? -Gael es tan impertinente.
-Es importante -comenta con tranquilidad mientras toma asiento a mi lado.
-Más te vale, o me pagarás cada segundo que desperdicio poniéndote atención.
-Es sobre Jason -dejo caer el tenedor en la mesa cuando pierdo fuerzas al oír sus palabras. Es que definitivamente no nací para ser feliz.
-¿Qué pasa? -de pronto me siento incómoda y me cuesta respirar.
-Sus hombres han estado rondando el penthouse en las últimas dos semanas.
-¿Y HASTA AHORA ME LO DICES? -me levanto de un empujón haciendo que los platos y el florero que yace en el centro, caiga en el suelo y se destruyan por completo.
-No se lo había comentado porque estaba esperando que las sospechas fuesen falsas alarmas.
-¿Qué averiguaste? -indago mientras siento que pierdo la compostura. Me aliso el pelo con las manos en busca de contener la ira pero la sangre me hierve en cuestión de segundos.
-Sus hombres solo me han dicho que están vigilando la zona, es todo.
-¡¿ES TODOO?! ¡¿TE PAGO PARA QUE ME DES ESAS MEDIOCRES RESPUESTAS, TARADO?!
Gael toma la sabia decisión de quedarse callado mientras pierdo la cordura.
Voy corriendo a la habitación y cierro la puerta con bestialidad haciendo que se estremezca el marco que la sostiene. Me tiro en el piso cuando siento que la piernas fallan y me obligan a caer. He mantenido el control por tanto tiempo que siento el segundo en el que abandona mi cuerpo.
Como puedo me acerco a la mesa de noche y saco la maldita pastilla que no me toca hasta la otra semana, pero me importa una mierda.
-Señorita, Irina -me llama el inservible guardia de seguridad que tengo.
-¿TE PARECE QUE QUIERO HABLAR? -cojo la lampara que reposa en la mesa de noche y la aviento contra la puerta sin poder contener la ira. El vidrio termina de estallar en miles de pedazos cuando hace contacto con el piso -Lárgate que no que no me apetece hablar, Gael -consigo decir un poco más calmada cuando siento que la droga pasa por mi cuerpo a gran velocidad como un tren sin freno.
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ISSUES by VAL'S.
Teen FictionEn la agonía del todo y el sufrimiento del nada, Irina luchará por mantener sus demonios encerrados hasta que se pose la luna. Nadie conoce sus aflicciones, ni las repercusiones de su pasado en el presente pues mantener todo bajo una fría capa siemp...