Capítulo 10, Sentir de nuevo

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Al salir del camerino Mercedes junto con Jorge le preguntaron a Martina que había sucedido, ella les contó que decidieron olvidarse de lo que alguna vez tuvieron, evitando que le hicieran más preguntas se metió en su camerino.
Esa noche salieron todos a cenar en Roma, Diego y Martina dejaron de hacerse la ley del hielo, ya no se ignoraban pero tampoco conversaban mucho, su relación cambió, pues ambos se trataban como compañeros de trabajo, disimulando sus sentimientos.
El resto de los días en Roma, Diego los pasó con Clara, tratando de sentirse bien con ella, para olvidar el asunto con Martina. Los shows salieron a la perfección y terminó su gira por Italia.
Los chicos se encontraban en el aeropuerto de Roma, para tomar un vuelo hacia Lyon su primer destino en Francia. Diego se encontraba jugando con su tablet, Martina intentaba tomarse una selfie, retrocedió unos pasos caminando de reversa, pero alguien la derrumbo.
Diego estaba en el piso, pues Martina había chocado con él, se tropezó con su propia valija, cayó de senton con Martina entre sus piernas, ambos se miraron profundamente y empezaron a reír sin parar.
-Lo siento Diego- exclamó Martina a carcajadas
-Descuida no has sido tú, mi valija me ha jugado una broma- exclamó Diego riendo
-Ya va a salir nuestro vuelo- se levantó Martina de las piernas de Diego y le extendió su mano para ayudarlo a levantarse
-Me encantó haber reído de esta forma, deberíamos de repetirlo- sugirió Diego tomando la mano de Martina para ponerse de pie.
Los dos se dedicaron una sonrisa sincera y retomaron su camino hacia el avión. Esa tarde los Violettos aterrizaron en Lyon, todos aprovecharon para conocer esa ciudad, nuevamente se encontraban en grupo pues la tensión entre Martina y Diego había desaparecido, incluso se sacaban fotos todos juntos. Al anochecer llegaron al hotel, esta vez Facu y Jorge compartieron habitación.
-Que gran día el de hoy- confesó Jorge
-Así es, por fin pudimos convivir como un grupo, gracias a que vos y Tini dejaron de pelear- señaló Facu con su dedo a Diego
-Ja! Ya era aburrido pelear- se defendió Diego
-Admítelo Chachi- exclamó Jorge
-Está bien! La verdad es que la extraño a morir, no sé cuánto tiempo más podré soportar- confesó Diego
-Diego sos un pendejo sinceramente no te entiendo - levantó los hombros Facu
-Que no entiendes?- frunció las cejas Diego
-Es obvio que morís por Martina, pero también queres a Clara, tenes que decidir boludo- negó con la cabeza Facu
-No es tan fácil Facu- defendió a Diego Jorge, pues él estaba en su misma situación
-Es fácil, tiene que hacer lo que en verdad quiere y listo- respondió Facu
-Mejor dejemos esta conversación para otra ocasión, saldré a tomar un poco de aire- cerró Diego la puerta de la habitación.
Martina y Mercedes se encontraban desempacando en su habitación, Martina recordó cuando Diego y ella se tropezaron en el aeropuerto y esbozó una sonrisa.
-Pensando en Diego?- preguntó Mercedes
-Que graciosa Mechi- exclamó Martina
-Uy! - rodó los ojos Mercedes
-Pues si está bien, estaba pensando en él, lo extraño demasiado y no puedo estar sin Diego, pero es lo mejor- levantó el tono de voz Martina
-No es lo mejor y lo sabes, ambos sufren así que deberías de arreglarlo- atacó Mercedes
-Me cansé, iré a caminar un rato- cerró la puerta Martina y salió del hotel
Martina iba caminado, sintiendo el aire chocar con su rostro, iba disfrutando del momento sin pensar en nada, respirando profundamente, por un momento cerró sus ojos pero los abrió al sentir que alguien jalaba de su brazo bruscamente. Un chico de apariencia maligna, comenzó a hablarle en francés pero Martina no entendía nada pues hablaba muy rápido, intentó huir pero el chico apretó su muñeca, Martina intentó empujarlo pero fue inútil pues el muchacho tomó su otra mano y apretó ambas muñecas, lastimándola. Martina con el rostro lleno de lágrimas comienzo a gritar. El chico sonrío y acercó su rostro al de ella.
-Soltame por favor, me lastimas- gritó Martina asustada
Diego iba saliendo de un café que estaba enfrente del hotel, soltó la pequeña bolsa que contenía un panini que acababa de comprar ahí y corrió a gran velocidad, atravesando la calle rápidamente pues sus ojos observaron como un muchacho trataba de besar otra su voluntad a la chica por la cual el daría su vida, esa escena inmediatamente hizo que la adrenalina se le subiera por todo el cuerpo. No tardó ni un minuto en llegar ahí, con todas sus fuerzas soltó un puñetazo que el muchacho amortiguó directamente en su clavícula, dejándolo inconsciente en el suelo. Diego tomó a Martina entre sus brazos, apretándola junto a él, ambos juntaron sus frentes y cerraron los ojos.
-Estás bien?- preguntó Diego tomando con sus manos su rostro
-Gracias Diego- susurró Martina
-No me agradezcas nada, yo siempre te cuidare, no soportaría que nada te pasara- confesó Diego acariciando su mejilla y acercando su rostro al de ella
Un oficial los interrumpió preguntando qué había pasado, Diego besó la mejilla de Martina y conversó en francés con él, dejando a Martina sorprendida. El policía se llevó arrestado al muchacho, Diego tomó la mano de Martina cuidadosamente.
-Regresemos al hotel que es tarde- exclamó Diego y Martina asintió.
Ambos iban tomados de la mano, abrazados, al llegar al lobby se separaron un poco.
-Muchas gracias Diego- agradeció Martina nuevamente
-No tienes que agradecer- rodó sus ojos Diego -A todo esto, que hacías sola a esas horas?- preguntó mirándola fijamente
-Salí a hablar por teléfono- contestó nerviosa y Diego sonrió
-En verdad que te extraño enana, no quiero que esto termine así- confesó Diego con voz temblorosa
-Yo tampoco quiero Diego, te extraño con locura, propongo empezar desde cero- sonrió Martina emocionada
-A que te refieres?- preguntó confuso
-Que seamos solamente amigos, no terminemos nuestra amistad-respondió Martina
-Me parece bien enana, aquí no ha pasado ninguna estupida pelea - guiñó el ojo Diego
-Por cierto me encanto la canción, es hermosa- suspiró Martina
-Es tarde, mañana tenemos show! - cambió la conversación Diego, sus mejilla estaban rojizas debido a la vergüenza que le daba recordar su estado de esa noche
-Buenas noches y gracias por ser mi súper héroe- lo miró Martina
-Descansa enana y no vuelvas a darme otro susto así- besó su frente Diego y se alejó de ahí
Las cosas cambiaron, Diego y Martina volvieron a retomar su amistad, ahora se reían juntos, incluso compartían asiento en el bus, respetaban la palabra amistad pues ya no se besaban, aunque ambos sintieran cosas cada vez más fuertes. Los shows en Lyon salieron perfectos, Francia los había recibido con el pie derecho, ahora su destino era hacia Toulouse.
Los chicos llegaron temprano a Toulouse, así que decidieron dar un paseo para conocer la nueva ciudad, Jorge y Ruggero tomaron sus patinetas y comenzaron una pequeña carrera, Samu iba tomándose fotos y subiéndolas a instagram, Facu y Alba iban de la mano, Mercedes estaba platicando con Cande acerca de sus creencias y Martina iba caminando con la mirada perdida,preguntándose si era correcto renunciar al chico que la hacía feliz, y que incluso temblaba por sus besos.
Comieron en un restaurante francés, y volvieron al hotel porqué mañana tendrían el ensayo general y su primer show en esa ciudad.
Era 14 de febrero, el día del amor y de la amistad, así que Diego preparó una sorpresa. Tocó la puerta de Martina y Mercedes. Mercedes al abrir la puerta se sorprendió y esbozó una sonrisa, pues se encontró a Diego con un gorrito de chef, arrastrando un carrito que contenía el desayuno.
-Puedo pasar?- preguntó Diego
-Claro, Chachi- respondió Mercedes y cerró la puerta
-Les he traído el desayuno a la cama! Pues es día de la amistad y ustedes son mis mejores amigas- exclamó Diego destapando la bandeja del carrito
-Que tierno eres Chachi- exclamó emocionada Mercedes dandole un abrazo
-Y claro también es para disculparme por mi comportamiento- confesó Diego mirando a Martina
-Entraré al baño un momento, estas en tu cuarto Diego- se excusó Mercedes
Diego tomó el plato de Martina, se acercó hacia a ella y lo dejó en la cama, sentándose a su lado.
-Gracias Dieguito- agradeció Martina, besó su mejilla pero Diego al escuchar su celular giró su rostro haciendo que ambos labios se rozaran
-Lo siento!- dijeron al mismo tiempo con el rostro encendido, riéndose ambos
Mercedes aun seguía en el baño, al parecer decidió tomar una ducha, Martina comenzó a comer el desayuno que Diego le obsequió, mientras él la miraba fijamente, con una enorme sonrisa.
Martina nerviosa le dio a Diego un pedazo de fruta con el tenedor, después tomó un poco de panqueques y repitió la acción, Diego acercó su rostro al de ella poco a poco, ambos rozaron su nariz, Diego tomó el rostro de Martina y comenzó a besarla apasionadamente, -Este es el mejor regalo de San Valentín- susurró Diego sobre los labios de Martina..
-Diego, queres un poco?- levantó la voz Martina, sacando de sus pensamientos a Diego
-No gracias enana ya desayune, las dejo tranquilas - exclamó Diego nervioso, pues deseaba que la pequeña alucinación que había tenido fuese real, pues extrañaba con locura los labios de Martina.
Después de los shows de ese día, Facu y Alba, Ruggero y Cande salieron a cenar por el 14 de febrero mientras que Jorge y Diego miraban juegos del Madrid en la habitación de Diego, ambos deseaban poder estar con Martina y Mercedes. Por otro lado se encontraban Martina y Mercedes mirando comedias románticas, comiendo helado y pensando en sus respectivos amores imposibles, los cuales estaban a escasos metros en otra habitación.
Al día siguiente, tuvieron los dos últimos shows en Toulouse, ahora el elenco se dirigía a París, Jorge y Mercedes compitieron asiento, también Diego y Martina durante todo el trayecto. Al llegar a París, todos emocionados formaron parejas y se fueron a recorrer la ciudad del amor, Martina, Mercedes,Diego y Jorge se habían quedado solos en el Lobby.
-Podríamos salir nosotros cuatro, no lo creen?- preguntó ansioso Jorge mirando a Mercedes
-Me parece buena idea, vamos los cuatro a recorrer París- respondió emocionada Mercedes
-Claro, una salida de amigos siempre cae más que bien- exclamó Diego, rodeando con su brazo a Martina
-Exacto, amigos- quitó el brazo de Diego con delicadeza Martina.
Todos se abrigaron y salieron del hotel, Jorge se apresuró y se acomodo a lado de Mercedes, tomando su mano, Diego y Martina caminaban platicando sobre la infraestructura de la ciudad.
-Vamos al Puente de las Artes- sugirió Martina
-Que romántica- esbozó una sonrisa Diego y Martina le dio un golpecito en el hombro
-Sí! vamos, es regla ir ahí si visitas París- exclamó Jorge abrazando a Mercedes por la espalda
Mercedes y Jorge se adelantaron unos pasos de Martina y Diego, Diego tomó la mano de Martina, pero ella lo fulminó con su mirada.
-Qué? los amigos se toman de las manos- aclaró Diego apretando un poco la mano de Martina, ella soltó una carcajada accediendo así que se fueron tomados de la mano.
Al llegar a su destino, los cuatro se quedaron observando los miles de candados que habían en el puente, de varios tamaños, formas y colores, era impresionante como las parejas dejaban el suyo en un diminuto lugar. Jorge y Mercedes compraron el suyo y desaparecieron por un momento, Martina con una enorme sonrisa, dejándose llevar por la emoción del lugar se acercó a un vendedor y compró también uno.
-Acaso compraste ese candado para escribir Martina y Peter?- gruñó Diego cerca de su oreja
-No! deja los celos Dieguito- rodó los ojos Martina
-Entonces pongamos el nuestro o tienes miedo?- exclamó Diego con una sonrisa
-Escribamos el nuestro, amigo !- respondió Martina irónicamente
Diego sacó un plumón, le quitó el candado a Martina de sus manos y escribió Diego y Martina, con dos corazones a lado de cada nombre, miró a Martina, ella asintió y los dos tomaron el candado, encontraron un pequeño lugar, cerraron el candado y tiraron la llave en el río Sena, como era la costumbre. Después se miraron fijamente, en sus mentes existía un pensamiento compartido: para siempre, se dedicaron una sonrisa, Diego rozó su nariz con la de Martina.
-Y Mechi?- preguntó Martina nerviosa
-Dónde estarán esos dos?- alejó su rostro del de ella.
Ambos buscaron con la mirada a sus amigos y se sorprendieron al encontrarlos besándose con tanta pasión que en vez de interrumpirlos los dos soltaron risitas de complicidad.
Los chicos siguieron recorriendo París, llegaron al muro de los te quiero, en éste estaba escrita la frase te quiero en todos los idiomas, Jorge y Mercedes se volvieron a besar, Diego sonrió y se acercó a Martina.
-Creo que deberíamos hacer lo mismo no lo crees?- acercó su rostro al de Martina, sujetando su cuello con delicadeza
-Ni lo pienses Dominguez, somos amigos- respondió Martina alejando su rostro y mordiéndose el labio inferior.
Diego negó con la cabeza riéndose, se acercó a Jorge y a Mercedes.
-Tortolitos! Les apetece ir a cenar a la Torre Eiffel? - preguntó Diego
-Claro, pero tengo que ducharme- respondió Mercedes abrazando a Jorge
-Vale, haré la reservación así regresamos al hotel, nos duchamos y salimos a cenar los cuatro.
-Bien pensado Chachi- respondió Jorge besando la mejilla de Mercedes
Los cuatro se dirigieron al hotel algo cansados, Diego y Jorge compartieron habitación, ambos acordaron vestirse formalmente para la ocasión, Jorge ganó el baño y Diego se quedó dormido tomando una pequeña siesta.
-Que cariñosos están vos y Jorge- exclamó Martina sujetando un vestido negro
-Hace mucho que no estábamos así de bien- suspiró Mercedes-Vos con Diego?- le guiñó el ojo
-Nada, somos amigos pero de verdad que moría por besarlo, no sé cuanto más podré aguantar- cubrió su rostro Martina y Mercedes soltó una carcajada.
Las chicas tardaron en arreglarse, Mercedes se había colocado un vestido rojo de lentejuelas y Martina uno negro, ambas se veían preciosas. Jorge y Diego tocaron a su puerta y al verlas sonrieron.
-Estás preciosa- susurró Diego, tendiéndole su brazo a Martina
-Gracias- contestó nerviosa, pues Diego también lucia guapo y elegante
Jorge también le dijo cumplidos a Mercedes, el hotel quedaba enfrente de la Torre Eiffel así que se fueron caminando. Jorge y Mercedes iban tomados de la mano, Martina iba tomando del brazo a Diego. Subieron al restaurante y pidieron una botella de vino para los cuatro, durante la cena Jorge y Mercedes se besaban, en cambio Martina y Diego se dedicaban miradas y sonrisas. Jorge susurró algo en el oído de Mercedes.
-Diego acompáñame al baño- exclamó Jorge
Ambos se levantaron y fueron al baño mientras Mercedes y Martina pedían otra botella de vino, pues la estaban pasando de maravilla.
-Necesito pedirte un favor Chachi- rodeó con su brazo a Diego
-Dime en que te puedo ayudar?- levantó sus cejas
-Escucha, me podrías prestar la habitación esta noche?- preguntó nervioso
-Qué picaron eh- carcajeo Diego
-Vamos, esta noche quiero que sea especial! he decidido terminar con Stephie y bueno quiero arriesgar todo por Mercedes- suspiró Jorge
-Sabes que te apoyo, pero no hay habitaciones disponibles, quieres echarme a la calle- exclamó Diego riendo
-La idea es que compartas habitación con Martina
-Sí ella acepta con mucho gusto- tragó pesado Diego- pero será peligroso, he estado tratando de controlarme y no creo aguantar más, pensó Diego para sí mismo, negando con la cabeza.
Los dos volvieron a la mesa, la conversación continuo, platicaban acerca de sus personajes, bromeaban por los errores al momento de grabar, la noche simplemente iba saliendo perfecta. Terminaron la segunda botella de vino y se regresaron al hotel, todos iban riendo en el camino, Diego se quitó su saco y se lo colocó a Martina, al ver ese gesto Martina sonrió y Jorge lo imitó. Al llegar al lobby Jorge apartó a Diego de Martina para que Mercedes hablara con ella.
-Linda noche no?- comentó Mercedes
-Muy linda- sonrió Martina
-Tinita Tinita de mi vida- exclamó en un tono bajo
-Qué queres Mercedes Lambre! - cruzó los brazos Martina pues siempre que usaba ese tono le pedía algún favor
-Es que...- comenzó a reír nerviosa- no sé como decirte boluda!- cubrió su rostro
-Pero decime pendeja, no te voy a matar- exclamó ansiosa
-Es medio complicado- susurró
-Porqué?- preguntó curiosa Martina
-Bueno bueno, te lo voy a decir rápido - respiró hondo
-Decime ya- contestó
-QuieropasarlanocheconJorge- dijo rápidamente
-Me estás jodiendo! No te lo creo - respondió abriendo incrédula los ojos Martina
-Si losé, es una puta locura, pero me ha dicho que va a dejar a Stephie por mi - dijo realmente emocionada con un brillo en la mirada
-Ay me muero que emoción Mechi!- exclamó emocionada-pero para para, que me ibas a pedir- preguntó confundida
-Ese es el otro pequeño detalle- rió nerviosa Mercedes y Martina comprendió por donde iba el asunto
-No no no no y no Mercedes- negó nerviosa
-Dale Tinita- rogó Mercedes y Martina volteó a ver a Diego y a Jorge, los cuales estaban en una conversación riendo
-Vos me debes estar cargando Mercedes- contestó irritada
-Por fis!- hizó un pequeño puchero Mercedes
-Me deberás muchas cosas por esto Lambre pero está bien - accedió Martina
-Gracias!- gritó Mercedes y la abrazó fuertemente
Jorge y Diego dejaron de hablar, ahora los cuatro entraron al elevador, Martina miró a Diego nerviosa pues sus pensamientos le decían las posibilidades que podían suceder en ese cuarto si no calmaba sus deseos de besarlo, Diego sonrió pícaramente y ella tragó pesado. El elevador se abrió, Jorge y Mercedes se tomaron de la mano, se despidieron y entraron a la habitación de Jorge. Diego y Martina caminaron hasta la habitación de ella en silencio, Diego fijó su mirada a ella cuando estuvieron frente a la puerta, un incómodo silencio tensaba el ambiente.
-Bueno, los amigos también hacen pijamadas no? la vez que vimos películas
-Callate Dominguez entra de una vez o soy capaz de dejar que duermas en la calle- interrumpió a Diego, abrió la puerta con la respiración acelerada.
-No tengo pijama, te molestaría si duermo en bóxer?- preguntó Diego entrando a la habitación
Martina ignoró su pregunta, su rostro comenzaba a ponerse rojizo pues se imagino a Diego con bóxers, respiro profundo sacó su celular y empezó a leer los mensajes de Peter que no había leído desde el 14 de febrero, se sentó en la cama con la mirada baja, se sentía realmente mal por haberlo ignorado.
-Tienes una vista preciosa, se ve la Torre iluminada muy cerca- dijo Diego mirando la ventana.
Se escuchó un pequeño sollozo Diego buscó a Martina y la vio sentada cubriendo su rostro, en ese momento sintió mucha tristeza, no soportaba ver a Martina así, se sentó junto a ella y la rodeó con sus brazos.
-No me gusta verte así, me destroza - susurró Diego
-Soy la peor persona del mundo - se deshago Martina
-No digas eso preciosa, sabes que no es cierto, eres increíblemente hermosa- miró Diego a Martina, limpió sus lagrimas y dio pequeños besos cortos en sus párpados, frente , barbilla y mejilla. Martina le dedicó una sonrisa.
-Te ves preciosa así, con esa sonrisa tan tierna que tienes- confesó Diego, queriendo besarla pero se levantó de la cama y le dio la espalda.
Martina no soportaba más lo que sentía, pues quería besar a Diego y lo deseaba, así que por primera vez en varias semanas se dejó llevar, se levantó también de la cama y se puso frente a Diego, mirándolo profundamente.
-Sé que está mal desearte pero simplemente no puedo evitarlo, tu me hiciste sentir de nuevo- susurró Diego
-Vos también me hiciste sentir de nuevo- susurró cerrando sus ojos, acercándose a él, impregnándose del dulce aroma de Diego
Diego se acercó un poco más, pegó su nariz con la de ella, tomó la cintura de Martina con sus manos y la pegó a él.
-Cómo detenerme, si te tengo en este momento sola conmigo - susurró sobre sus labios respirando agitadamente.
Martina suspiró, Diego acercó sus labios a los de ella, rozándolos un poco
-Martina.. por favor haz que me detenga, no quiero seguir- suspiró Diego y alejó su cuerpo del de ella
Martina negó con la cabeza, se acercó nuevamente a Diego y lo abrazó por la espalda, Diego giró y la miró
-Martina, qué es lo que quieres?- preguntó serio tratando de controlar sus impulsos
-Quiero..- susurró sobre los labios de Diego
-Dime- contestó cerrando sus ojos
-Quiero hacer el amor con vos- besó a Diego pero él no respondió -No queres?- preguntó apenada
-Sí quiero pero estás segura?- acarició su mejilla- esto es algo muy fuerte y un gran paso- dijo un poco aterrado Diego pues no quería lastimarla

Say that you love me, novela Dietini (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora