Martina asintió y lo besó nuevamente, está vez Diego reaccionó, pegándola contra él y devorando sus labios, levantó a Martina y ella rodeó con sus piernas la cintura de Diego, avanzó hacia la cama aumentando la velocidad del beso, recostó a Martina suavemente en la cama, besando su cuello.
Ambas respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba en la habitación, Diego se retiró el saco lentamente, Martina no aguantó más y comenzó a desabrochar la camisa de Diego rápidamente.
-Tranquila mi amor- susurró Diego sobre el cuello de Martina, pues quería que el momento fuese lento y placentero.
Martina sonrió, bajó la velocidad y comenzó a desabrochar lentamente su camisa, Diego se recostó sobre ella y repartió besos en todo su rostro, bajando hasta su cuello. Martina acariciaba la espalda de Diego lentamente, giraron y ella quedó encima de él.
Diego la miró profundamente, suspiró y sus manos pasaron a la cremallera de su vestido, bajándolo lentamente, dejándola en ropa interior, nuevamente sus labios se buscaron, esta vez fue un beso lento, pues se estaban amando aunque ellos aún no lo sabían.
Diego retiró sus pantalones quedando únicamente en bóxers, ambos tenían su rostro ardiendo , con la respiración agitada y el ritmo cardiaco elevado. Diego se pegó aún más a Martina, ella sintió la erección de Diego chocando contra su abdomen, ambos comenzaron a moverse lentamente en círculos.
-No hagas eso- Martina susurró y soltó un gemido
Diego soltó una risita y volvió a moverse encima de Martina lentamente, disfrutando de cada roce, Martina empujó a Diego para quedar nuevamente encima de él, pero esta vez se sentó sobre el regazo de Diego, Diego cerró sus ojos al sentir los pequeños besos que Martina depositaba sobre su cuello, acompañados de un ligero jadeo. Martina lo estaba matando de placer.
-Vos haces que pierda la cordura, Dominguez- susurró sobre su cuello, mordiéndolo suavemente, provocando un jadeo de Diego
-Ya no puedo más Martina- gruñó Diego, tomando su cadera
Martina condujo sus manos hasta su abdomen, los músculos de Diego se tensaron instantáneamente mientras los acariciaba lentamente. Diego Apoyó su frente con la de ella, se dedicaron un momento para escuchar los suspiros de ambos, las manos de Diego trepaban suavemente por su espalda, con un dedo recorrió la espina dorsal de Martina, al sentir la yema del dedo de Diego automáticamente el cuerpo de ella iba arqueándose, dejando suspiros en el aire.
Martina miró a Diego, sonrió y comenzó a mover su cadera en círculos contra la erección de él, torturándolo de placer.
-Stoessel acabaras conmigo- jadeo Diego
-Es lo que pretendo- besó sus labios
Martina rompió el beso -Tenes algún preservativo?- preguntó apenada
-Si, pero si quieres podemos hacer esto toda la noche- respondió Diego agitado, pues se negaba a lastimar a Martina
-Tu mirada refleja miedo Diego, descuida no me vas a lastimar- exclamó Martina inclinándose hacia su rostro, besando su barbilla
-Lo haré con mucho cuidado, te lo prometo enana- besó su nariz
Martina se apartó del cuerpo de Diego, sentándose en la cama, Diego besó su frente, se dirigió hacia donde se encontraba su pantalón y sacó de su bolsillo un preservativo. Se incorporó nuevamente, Martina volvió a sentarse en sus piernas, los labios de ambos se unieron en un beso que comenzó suave, pero en poco tiempo aumentó la velocidad. Las manos de Diego subieron hacia el sujetador de Martina, empezando una lucha con sus broches, ocasionando una carcajada de ella sobre los labios de Diego.
-Maldición, no sé cómo haces para ponerte esta cosa todos los días- dijo frustrado sobre sus labios
Martina negó con su cabeza y desabrochó su sostén en menos de tres segundos, Diego comenzó a besar su cuello, tiró los tirantes y el sujetador cayó al suelo liberando los pechos de Martina.
-Tienes vergüenza?- preguntó Diego, despegando sus labios de su cuello para rodear a Martina con sus brazos, fijando la mirada en su rostro.
-No es eso, es que había querido hacer esto con vos desde hace tiempo - se sonrojó
-Ya hablas como toda una mujer- mordió el labio de Martina suavemente
-Es porque ya aprendí a comportarme como una- susurró y ambos rieron
Nuevamente los labios de ambos se encontraron para devorarse, Diego y Martina sentían los latidos de su corazón muy acelerados retumbando, incluso Martina podía sentir el latido de Diego contra su pecho, Diego rompió el beso y esbozó una sonrisa
-Martina me gustas muchísimo, me ..- Martina lo calló con un beso
Diego giró, y se fueron recostando poco a poco sobre la cama, Diego había quedado encima de ella, las manos de Martina se ocuparon de retirar lentamente el bóxer de Diego dejando libre su ereccion, Diego acarcio las piernas de Martina, llevó sus manos sobre sus muslos encontrando la última prenda de Martina y deshaciendose de ella en cuestión de segundos.
Los gemidos aumentaron cuando ambas partes se rozaron, ambos comenzaron a besar cada parte de la piel del otro, impregnándose del sabor de sus cuerpos. Las manos de Martina se concentraron en tocar su erección, tomándola, de abajo hacia arriba y aumentando la velocidad. Diego recargó su frente sobre la de ella gimiendo de placer, sin embargo tomó las manos de ella, las entrelazo con las suyas y Diego miró a Martina, ella comprendió que esa mirada significaba que estaba listo para continuar con el siguiente paso, ella sonrió y asintió.
-Dime si estas segura de esto- la miró inseguro
-Estoy segura- rodó los ojos Martina
Martina le arrebató el preservativo, y se lo colocó con cuidado a Diego.
-Si te hago daño dímelo y paro- aseguró Diego, acomodándose sobre ella
-No vas a hacerme daño- Martina tomó su rostro y comenzó con un beso
Diego se acomodo entre sus muslos, sus manos se dirigieron hacia la feminidad de Martina tocándola suavemente, provocando gemidos y preparándola para el siguiente paso. Entrelazaron sus manos y Diego entró en ella con mucho cuidado, haciendo que el cuerpo de Martina se arqueara por la sensación, ahogando un pequeño grito en la boca de Diego, enterró las uñas en su espalda y Diego soltó un quejido, al sentir el calor de Martina.
-Te he hecho daño?- preguntó aterrado
Martina colocó su dedo índice sobre sus labios, apretó a Diego contra ella y lo besó, acariciando su espalda, su pecho intentando tranquilizarlo, pero Diego rompió el beso.
-Te duele preciosa? - exclamó
-Diego!-gruñó
Martina movió su cadera como señal para que continuará lo que habían empezado hace unas horas atrás, Diego ahogó un suspiro ya que aún no había salido de ella, la miró nuevamente, respiro profundo y entrelazaron nuevamente las manos, Diego recargó su frente en la de ella, debido a la unión, una sensación de placer se apoderó de ambos dejando corrientes eléctricas en sus cuerpos. Diego se dejó caer lentamente sobre ella, Martina repartió besos sobre sus hombros, su cuello sus mejillas y su boca. Sus cuerpos comenzaron a frotarse y Diego repartió también besos sobre su cuello, mentón, sobre sus pechos, en la habitación se podían escuchar claramente sus suspiros, gemidos y sus respiraciones agitadas.
Diego enterró su rostro sobre su cuello, devorándolo, Martina echó la cabeza hacia atrás, y Diego comenzó a moverse dentro de ella lentamente, jadeando comenzó a aumentar aumentar la velocidad, sus movimientos se profundizaban. Diego salió de ella y entró nuevamente, repitiendo la acción varias veces aumentando la velocidad cada vez un poco más, ambos cuerpos chocaban, envolviéndose de un calor mutuo y el ambiente entero era de placer absoluto. Sus manos se apretaban cada vez más, Martina también comenzó a imitar los movimientos de Diego, haciéndolo temblar por el vaivén. Diego pegó su cadera y se adentró en ella más, los gemidos se volvían más fuertes.
-Diego..- gritó Martina, sintiendo su cuerpo apunto de desvanecer
Diego salió y entró nuevamente en ella, apretando ambas manos .
-Martina!- exclamó con su voz ronca y entrecortada, apunto de rendirse ante ella
Diego volvió a salir de ella y entró con más fuerza, Martina gritó y se aferró a su espalda, arqueando la suya, Diego recargó su rostro sobre su hombro y soltó un gemido, cayendo los dos en un orgasmo y en un grito de placer, sobre sus cuerpos completamente agotados, ambos temblaban, tratando de recuperarse de toda la energía perdida, inflando y bajando el pecho con gran rapidez, con la piel sensible al mínimo roce y los músculos contrayéndose y aflojándose continuamente.
Esperaron así algunos minutos, sintiendo la tibieza de ambos cuerpos rodeándose por todas partes. Había sido la cosa más placentera que ambos habían experimentado.
Diego se separó con cuidado de Martina, rompiendo la unión de ambos, sintiendo un vacío, pues algo había cambiado en ellos. Le dio un tierno beso en la frente, Martina recostó su cabeza en su pecho, sintiendo el latido de su corazón y su respiración. Diego colocó una sabana sobre ellos, dejando su mano en la cintura de Martina. Ambos se miraron y sonrieron.
-Eso ha estado increíble- exclamó Diego en un bostezo acariciando la mejilla de Martina
-De verdad que si - respondió Martina acariciando el cabello de Diego
-Me he quedado sin energía Stoessel- sonrió Diego y besó sus labios
-Increíble noche- acarició el pecho de Diego
-Oye Martina- la miró, acariciando su hombro dejándole besos cortos
-Que sucede Diego?- preguntó en un bostezo Martina pues su cuerpo empezaba a exigirle descanso
-Qué somos?- preguntó Diego con una sonrisa, rodeándola con sus brazos y pegándola a él
Martina esbozó una sonrisa, rodeó el cuello de Diego con ambas manos, negando con su cabeza pues recordó la primera vez que ella había hecho la pregunta.
-Buenas noches cariño- susurró sobre su boca
-Descansa preciosa- besó sus labios
En menos de cinco minutos ambos cayeron en los brazos de Morfeo pues realmente habían quedado agotados.
A la mañana siguiente Martina abrió sus ojos lentamente pues estaba muy agotada aún, lo primero que se encontró fue a Diego dormido tan tranquilamente, retiró lentamente la mano de Diego de su cintura, sonrió y le depositó un par de besos en su espalda desnuda.
-Buenos días dormilón - susurró sobre su oreja
Diego perezosamente sonrió, estiró su brazo tomando a Martina de la cadera y la jalo hacia él, quedando nuevamente abrazados y acostados. Martina comenzó a reír y Diego depositó besos cortos sobre su mentón, mientras Martina acariciaba su cabello.
El celular de Martina sonó, Diego clavó su mirada en ella, acarició su mejilla.
-No quiero verte con Peter- gruñó
-Si queres que corte con Peter, corta con Clara- contestó enojada
Diego besó sus labios como respuesta
-Ahora va a cambiar todo entre nosotros preciosa- susurró Diego
-Lo se, esto fue un gran paso- sonrió Martina
Martina recargó su rostro en el pecho de Diego, mientras él acariciaba su espalda.
-Podría quedar así por horas, haciéndote mimos- exclamó Diego besando la frente de Martina
-No sabia que eras así de cariñoso Dominguez - rió Martina, dándole un beso corto al pecho de Diego
-Yo tampoco lo sabia, pero siempre hay una primera vez no lo crees Stoessel?- carcajeó Diego guiñando un ojo
Martina acercó su rostro al de Diego y comenzaron con un beso lento, tomó el cuello de Diego, las manos de él fueron hacia la cintura de Martina, al profundizar el beso Diego bajó sus manos lentamente hasta los glúteos de ella, apretándolos haciendo que Martina rompiera el beso sorprendida y algo enojada.
-Diego!- lo fulminó con su mirada
-Solo quería jugar un poco- carcajeó
Diego se colocó encima de Martina y comenzó a repartir besos por todo el rostro de ella, Martina soltaba carcajeadas pues habían empezado un juego y lo estaban disfrutando, los besos de Diego se concentraron en el cuello de Martina.
Unas carcajadas se escucharon afuera del cuarto.
-Para Para! Son Jorge y Mercedes- exclamó asustada Martina intentando quitar a Diego
-No importa- gruñó Diego sobre su cuello
-Genio estamos desnudos- gritó Martina empujando a Diego
Ambos se retiraron de la cama rápidamente, nerviosos pues las risas se escuchaban cada vez más cerca, Martina corrió a la ducha mientras Diego se ponía sus bóxers, la puerta de la habitación se abrió y Diego de un salto cayó en el sofá y cerró los ojos rápidamente.
-Epa que ha pasado aquí!- saludó Jorge mientras Mercedes lo asesinaba con su mirada
-Nada,,, yo estoy acá sólo,, no hice nada,,- contestó nervioso
Jorge comenzó a reírse, Mercedes miraba a Jorge y a Diego con una mirada asesina.
-Qué?! Yo no tuve la suerte de pasarla bien como ustedes- exclamó Diego
-No puede ser, acá se escuchó?- preguntó Mercedes sonrojada y nerviosa
-No te preocupes que los ronquidos de Martina fueron los únicos que se escucharon- contestó entre risas
Martina salió del baño, Diego, Jorge y Mercedes comenzaron a reír, ella los fulminó con la mirada
-Que gracioso comentario Dominguez, yo no ronco- cruzó los brazos
-Tortolitos vamos a desayunar que tengo un enorme apetito- se levantó Diego del sillón
-Que casualidad también yo!- contestó Jorge
-Vete a cambiar Diego, date prisa para bajar los cuatro- lo apresuró Mercedes
Los chicos se encontraban desayunando, Diego y Jorge devoraban su plato, Facu los miró con una sonrisa entendiendo el porque había escuchado fuertes ruidos anoche cerca de su habitación.
-Epa alguien amaneció con hambre hoy, seguramente habrán hecho algo anoche- soltó Facu una carcajada mirando a sus compañeros
Jorge y Diego se miraron, sus rostros comenzaron a sonrojarse, Diego intentó tragarse el pedazo de panqueque pero se atoró en su garganta y comenzó a toser fuertemente, Jorge se levantó y le dio algunos golpes en la espalda mientras los demás se reían.
Después de desayunar los chicos se dirigieron a una conferencia de prensa cerca de la Torre Eiffel, ahí los chicos cantaron se tomaron fotos y Jorge, Martina y Mercedes tuvieron una sesión de preguntas.
Diego los miraba de cerca, sonrió al ver como jorge miraba a Mercedes, se estaba imaginando lo que habrían hecho en su habitación, miró su celular y comenzó a ver las fotos que las Jortini habían colgado en la red, su atención se centró nuevamente en la sesión y notó las miradas de Martina y Jorge, sin comprender el porque deseaba que terminara lo más pronto posible la sesión.
Terminó la sesión y Diego se acercó rápidamente a Martina, tomando su cintura
-Desde cuando hay tanto amor entre tu y Jorge?- preguntó en un gruñido
-Desde cuando sos tan celoso?- rodó sus ojos y retiró la mano de Diego algo molesta
-Tu tienes la culpa, desde lo que paso algo cambio en mí y no puedo evitarlo- contestó frustrado
-Mi culpa?, sabes Diego después hablamos- respondió enojada y se marchó
Diego no podía contenerse moría por Martina, su cuerpo la deseaba tanto y no quería separarse.
-Que pasa Dieguito por qué esa cara?- preguntó Mercedes interrumpiendo los pensamientos de Diego
-Ustedes son tan complicadas- negó con la cabeza
-Tengo la ligera sospecha que dormir no fue lo que hicieron vos y Tini- contestó seria
-Y porqué piensas eso Mercedes?- preguntó nervioso
-Por tu mirada, tenes algo distinto Diego , crees que no me di cuenta como mirabas a Jorge y a Tini? - rió Mercedes
-Bueno vale, está bien ! pero ahora tu amiga está molesta- respiró profundo Diego
-Claro es normal, no seas cabezota ha de estar muy confundida- contestó suavemente
-Y que puedo hacer? No quiero volver a alejarme de ella- sonrió
-No hagas nada, solo déjate llevar Chachi - respondió Mercedes depositándole un beso en su mejilla
Los chicos subieron al autobús, era su último día libre en París pues comenzarían los cinco días de shows, así que decidieron ir a Disney. Diego iba mirando a Martina durante todo el trayecto, intentando sacarle una sonrisa.
-Acá tengo un balde para la baba- exclamó Facu
-Que gracioso! vale solo quiero hacerla sonreír- respondió Diego apenado
-Si claro y yo solo quiero a Alba como un amiga- se burló Facu
-Gilipollas eso eres Facundo- rió Diego
-Vamos Die era una broma- afirmó Facu
-Necesito que me hagas un favor- sonrió Diego
-En que te ayudo Chachi?- preguntó curioso
-He hecho enfadar a Martina, así que necesito que al bajar la apartes del grupo- exclamó Diego
-Cuenta con eso Don Juan- afirmó Facu
-Nada de Don Juan, somos amigos- se defendió Diego
-A claro! ustedes dos son solamente mejores amigos- cerró su ojo Facu y rió
Al bajar del autobús Facu le preguntó a Martina si podía hablar con ella, se la llevo hacia la entrada separándose de los demás.
-Martina me podes esperar aquí un segundo? necesito ir al baño- preguntó Facu
-Claro Facu pero no tardes muero por entrar y no quiero perder al grupo- respondió emocionada Martina mirando la entrada de Disney
Facu le envió un texto a Diego indicándole el paradero de Martina. Martina estaba muy concentrada mirando a un pequeño tomándose una foto con Mickey Mouse pero alguien cubrió sus ojos.
-Muy gracioso Gambandé- gruñó Martina
-Preciosa, quisieras tener una cita conmigo en este lugar?- susurró Diego destapando los ojos de Martina
Martina miró a Diego, Diego sonrió y le entregó un pequeño peluche de Disney en sus manos, llenando de ternura a Martina
-Diego! es precioso, por su puesto que quiero tener una cita con vos- lo rodeó con sus brazos
Ambos entrelazaron sus manos y entraron a DisneyLand, Martina y Diego estaban felices, no les importó estar en público, Diego la tenía abrazada junto a él, de vez en cuando le hacia algún mimo e incluso le robaba besos cortos.
Aprovecharon para recorrer todos los juegos posibles. Los dos la estaban pasando de maravilla en su cita. Diego consentía a Martina con detalles, ambos se compraron un jersey, Martina escogió el de Mimi y Diego el de Mickey Mouse, pasaron a la tienda de dulces y compartieron un enorme algodón.
Llegaron a la fila de una montaña rusa, Diego empezó a ponerse muy nervioso, Martina comenzó a reírse.
-Que sucede Chachi?- preguntó entre risas
-Está muy alta no lo crees?- tragó pesado
-Dale entremos!- tomó su mano Martina
Los dos se subieron al carrito de la montaña rusa, Diego comenzó a sudar y a ponerse muy nervioso y comenzó a mirar hacia todos lados.
-Deja de ser tan cagón Chachi- lo abrazó Martina
-No jodas Tinita- gruñó Diego
El juego comenzó, Diego bajó su mirada, respiró profundo e intento no gritar sin embargo los gritos se escapaban haciendo reír a Martina sin parar, Diego salió un poco pálido del juego, Martina se acercó a él y besó su mejilla.
-Ya es re tarde, tenemos que irnos al bus - exclamó Martina
-Tienes razón, pero a pesar de este juego me la he pasado de maravilla junto a ti preciosa- la rodeó con sus brazos
-Y yo junto a vos, gracias por ser tan lindo conmigo Chachi- susurró Martina
-Lastima que no podré dormir hoy junto a ti- exclamó Diego a punto de besar sus labios
-Hasta que los encontramos!- los sorprendió Jorge interrumpiendo el momento
-Ustedes nos han dejado solos, que malos compañeros tenemos- respondió Diego
Los chicos regresaron al hotel, Diego detuvo a Jorge
-Oye si quieres podemos invertir cuartos- sugirió Diego
-A que te refieres?- preguntó
-Si, tú quieres estar con Mercedes por mi no hay problema puedo mover mis cosas al cuarto de Martina- confesó
-Entonces ustedes también lo hicieron?- exclamó emocionado
-No, pero me divierto mucho con ella y no me molesta dormir en el sofá - exclamó Diego nervioso
-En ese caso lo platico con Mechi y encantado- sonrió Jorge
-Vale- le dio una palmada en la espalda y subieron a su habitación
Mercedes y Jorge ahora dormían juntos, Diego y Martina también, sin embargo Martina y Diego no lo volvieron a repetir lo de anoche pues únicamente dormían abrazados, haciéndose mimos y besándose.
Los shows comenzaron, todo el elenco terminaba exhausto pero el público de París era asombroso, les aplaudían, pedían autógrafos fuera del hotel, cantaban sus canciones así que los Violettos estaban muy contentos de estar ahí. Era el último día del show, Diego fue al camerino de Martina.
-Preciosa! te encuentras cansada?- preguntó Diego besando su mejilla
-Algo, por?- preguntó curiosa
-Se te antoja ir a la piscina del hotel esta noche?- sonrió Diego
-Dale Diego , recuerda que hoy tenemos que dormir cada quien en su habitación pues mañana nos vamos de París- exclamó Martina
-Extrañare compartir cama contigo, nos vemos a la media noche en la piscina - besó su frente y salió de ahí
Mercedes se encontraba durmiendo en la habitación, Martina tomó su traje de baño y salió de ahí con mucho cuidado para no despertar a su amiga. Al bajar al nivel de la piscina, encontró a Diego ya metido en ella, así que se lanzo de bombita y entró en la piscina, Diego nadó hacia Martina, la miró con deseo y la fue acorralando hasta que su espalda topará contra la pared.
-Qué haces Diego?- preguntó Martina con la respiración alterada
-Lo que pasa es que eres preciosa, no puedo pasar ni un día sin ti- contestó Diego tomando el cuello de Martina
-No entiendo lo que me has hecho Diego, pero soy muy feliz- besó sus labios
Ambos comenzaron a profundizar el beso, Diego sonrió, miró a Martina indicándole que quería compartir con ella un beso bajo el agua, los dos respiraron profundo y se sumergieron. Martina tomó el cuello de Diego, jalándolo hacia ella, Diego tomó su rostro y comenzó a besarla, llenando sus pulmones del aire de ella y sus labios con sabor a los de ella con un toque de agua, sus lenguas se encontraron, y sus labios se encargaban de devorarse, ambos subieron a la superficie al mismo tiempo, respiraron profundo pues no les quedaba aire, se miraron y comenzaron a reírse sin parar, Diego se acercó a Martina, besó su cuello y Martina enredo sus piernas en la cadera de Diego, Martina levanto el rostro de Diego para que ambos se besaran nuevamente.
-Pero que pasa aquí!- se escuchó un grito, Martina y Diego se separaron rápidamente
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Say that you love me, novela Dietini (Completada)
FanfictionEsta novela es original, creada por mí y por María, contiene una historia donde los personajes principales son Diego Dominguez y Martina Stoessel, el trama principal es el deseo que se tienen mutuamente, pero acaso será solo un simple deseo o se con...