𝐈𝐍𝐄𝐅𝐅𝐀𝐁𝐈𝐋𝐈𝐓𝐘. ━ Hyunjin. (𝗖𝗮𝗻𝗰𝗲𝗹𝗮𝗱𝗮)

Capítulo 06 | ¿Quieres ir a comer?

Solo tenía una cosa para decir:

Ser aprendiz no era trabajo fácil y a pesar que ya habían pasado cinco meses desde que había entrado como tal a la empresa, acostumbrarme estaba siendo una tarea bastante difícil. Las prácticas de baile para las que tenía dos pies izquierdos, las de canto para poder mejorar mi tono de voz, los entrenamientos en el gimnasio, la dietas, todo era complicado teniendo en cuenta que yo no estaba acostumbrada a tanto esfuerzo físico y a el cansancio que siempre acompañaba mi cuerpo. Sumado a eso no estaba para nada acostumbra a que los demás me alzaran la voz y mucho menos a los regaños en donde habían más gritos que palabras.

Realmente eso no me gustaba, pero tenía que mantener la boca cerrada por mas ganas que tuviese de contestar con toda la ironía que mi madre me reprochaba tanto. Entendía que enseñar era complicado, pero había que tener paciencia con ello también y la forma en la que me reprochaban haberme equivocado en un paso o desafinado en una nota no me parecía la ideal si el principal objetivo de todo era enseñar, mejorar y perfeccionar.

Pero eran cosas que tenía que ignorar aunque no quisiese.

Por otro lado y hablando de cosas buenas, había aprendido más sobre producción. En el tiempo que llevaba siendo aprendiz me había hecho cercana a Donghee-ssi, el productor que había estado en la audición, y junto a él había aprendido muchas cosas que se daba el tiempo de explicarme cuando ambos no teníamos tanto trabajos por hacer; además había mejorado mi técnica en la guitarra y en la mayoría de los instrumentos que tocaba. También había interactuado con otras trainees y bueno, no podía considerarlas amigas o algo por el estilo, pero si conversábamos de vez en cuando al encontrarnos en los pasillos.

- Eso es todo por hoy. -anunció el hombre mirándome desde el otro lado del piano en donde estaba tocando- Has mejorado mucho la armonía de tu voz.

- Gracias Seungho-ssi. -hice una leve reverencia con la cabeza poniéndome de pie- Me he estado esforzando más.

- Y esta dando frutos ese esfuerzo, sigue así. -me sonrió, definitivamente me agradaba mas cuando sonreía que cuando me regañaba- Mañana comenzaremos a ensayar una canción nueva para una prueba, ¿Bien?

- Entendido. -asentí nuevamente recogiendo las partituras del soporte del piano.

- Cuida esa voz, nada de gritos y no vuelvas tarde a casa. -informó caminando a la puerta de la salida- El frío afecta tus cuerdas vocales.

Asentí a sus palabras viéndolo marchar de la sala y cuando por fin estuve sola me desplomé nuevamente en el asiento del piano, sacando la zapatilla deportiva de pie derecho y bajando la calceta para ver la creciente ampolla que había en la planta del mismo y en la parte trasera de los talones. Dolía como el infierno y a pesar que usaba banditas para que zapato no molestase en la zona, seguía siendo incómodo y doloroso al rozar; esa era una de las consecuencias de quedarme hasta tarde tratando de perfeccionar las coreografías en la que los pasos se me dificultaban.

El teléfono en el bolsillo de mi bolso junto al piano emitió un sonido y suspirando tomé el asa del mismo para atraerlo hasta mi y así poder extraer el aparato. La pantalla me iluminó el rostro cuando la encendí y pronto me dirigí hasta el buzón de kakao viendo los recientes mensajes de un rubio con el que había estado manteniendo contacto en los últimos meses.

«¿Muy doloroso? 16:23.»

Elevé la vista del teléfono viendo directo a la puerta, por pequeño rectángulo de cristal que esta poseía podía observar el rostro del chico que me saludaba con una de sus manos y una sonrisa en su rostro.

En los últimos meses había convivido bastante con él, aunque eran mas que todo mensajes debido a sus horarios como idol y a mis prácticas como aprendiz, habíamos logrado conectar de cierta forma y entablar lo que podía decir era el inicio de una amistad. Era muy divertido, parecía un crío en algunos momentos, pero era agradable pasar el tiempo con él charlando de cosas tontas o simplemente hablando de nuestras vidas como si nos conociésemos desde hace mucho tiempo; además sabía escuchar y los consejos que me daba para no morir en el intento de cumplir mis sueños eran verdaderamente útiles. Podía decir entonces que era una excelente persona y que teniendo en cuenta que era difícil llegarme por el tipo de personalidad que poseía, estaba considerando hacerme más cercana a él.