𝐈𝐍𝐄𝐅𝐅𝐀𝐁𝐈𝐋𝐈𝐓𝐘. ━ Hyunjin. (𝗖𝗮𝗻𝗰𝗲𝗹𝗮𝗱𝗮)

Capítulo 11 | Hoy vas a morir.

Algunos días después, luego de pensar en mi futuro y como me quería ver dentro de algunos años, decidí que era momento de hablar con el CEO de la empresa y aclarar lo que realmente quería y el papel que deseaba desempeñar dentro de aquel gran edificio. Había dos escenarios después de todo: O había la probabilidad que el director aceptase mi petición para quedarme como aprendiz de productor mientras cursaba mis estudios en la universidad, sin problemas algunos y todo felices, porque después de todo en algún momento estaría trabajando para la empresa y en lo que me gustaba. O me echaban a patadas porque claramente ese no era el contrato por el que había firmado en un inicio y no podía cambiar de opinión, así como así, aunque hubiesen pasando ya casi seis meses de eso.

De todas formas, fuese cual fuese la situación que se diera, iba a aceptar. Si me echaban a patadas iría a la universidad como en un inicio se había planeado, cumpliendo con mi madre y conmigo hasta poder graduar y encontrar un buen trabajo, y si me dejaban quedarme entonces iba a demostrarles que había tomado una buena elección y que no se iban a arrepentir por ello. Decir que no me encontraba nerviosa por lo que pudiese suceder era una completa mentira, por la noche no había podido dormir a causa de los nervios, pensar en lo que iba a decir sin que mi tonto cerebro colapsara por la presión era algo bastante difícil de no hacer y, sobre todo, estaba nerviosa por la respuesta, después de todo había una parte de mí que quería quedarse en JYP, como aprendiz de productor.

Así que esa mañana tuve que ponerme algo de corrector debajo de los ojos para disminuir las manchas moradas en la zona, vestirme un poco mas presentable a pesar que tenía practicas y que iba a sudar más que un puerco con aquella blusa que me había puesto y tratar de comer sin dejar el desayuno en es escusado por los nervios que a pesar que ya había buscado tranquilizarme y que las chicas había intentado igual, no se iba.

Encima de todo, Chaerin estaba cumpliendo años y la casa estaba siendo un desorden porque tenía planeado invitar a algunos amigos para celebrarlo más tarde cuando saliese del instituto y como cosa rara, andaba de arriba para abajo diciéndole a mamá como querían todo y arreglando algunas cosas antes de irse a clases, lo que suponía de estrés porque mamá se estresaba, Chaerin también y los gritos me estresaban a mí.

──Buenos días familia. ──saludé entrando a la cocina, tomando del mesón una rebanada de pan y un cuchillo para poder echarle mermelada encima── Tengo ganas de vomitar y espero que no me dejen de patitas en la calle porque si no lloraré.

──No pasará, ya verás que podrán darte una oportunidad. ──consoló Yeonjae, acercando a donde me había sentado un plato con un sándwich en él── Come bien e intenta relajarte un poco antes de irte.

── ¿Y si no quieren dármela? ──pregunté, dándole un gran bocado a la comida antes de recostarme sin ganas sobre la silla── Va a ser mi fin y tendré que abandonar la empresa.

──Cielo, deja de ser una persona tan pesimista. Cuando vuelvas por la tarde entrarás feliz por esa puerta porque has podido lograrlo. ──mencionó de nuevo, trayendo ahora un vaso de jugo de naranja── Yo sé que podrás obtenerlo.

Lo miré a los ojos cuando se sentó del otro lado de la mesa acomodando lo que supuse era el desayuno de Camile, él me regresó la mirada y pronto me dieron ganas de llorar. Yeonjae siempre había sido aquel apoyo paterno que había necesitado desde temprana edad y apreciaba que se diese el tiempo de subirme el animo y las esperanzas cuando sabía que las tenía por el suelo.

── ¿Te he dicho ya que eres el mejor de todos? ──le pregunté, engullendo lo último que quedaba de mi sándwich── Y qué haces unos sándwiches deliciosos, dios.

──Me lo has dicho algunas veces. ──comentó modesto, sonriéndome después── Ten un buen día.

──Tú también ten un lindo día, papá postizo. ──me despedí, dejándole un beso en la mejilla antes de subir las escaleras corriendo para buscar mis cosas.