¿A ti también te pasa que quieres leer relatos +18, te fijas en la clasificación, entras a leerlo y te das cuenta de que los personajes no pasan de los besitos y de las caricias superficiales?
Somos dos. Hay que utilizar la "clasificación adulto" c...
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Tras celebrar su aniversario de pareja en un lujoso restaurante y divertirse bailando en locales llenos de vida, tras unas cuantas copas, la noche se les echó encima, al igual que el vértigo del alcohol. A Bokuto no le afecta tanto como a Akaashi, a quien le provoca una felicidad instantánea y dolor de cabeza tras el bajón de adrenalina.
La ventana proyecta los rayos del sol sobre el rostro adormilado de Akaashi. Bokuto tiene la suerte de dormir debajo de la ventana, impidiendo que le despierte el sol.
Akaashi abre los ojos molesto por la claridad y con un certero dolor de cabeza que le hace fruncir todavía más el ceño. Se desliza fuera de la cama tras comprobar que su novio sigue durmiendo a pierna suelta, y se dirige al baño tambaleando y apoyándose en los muebles.
Algunos recuerdos de la noche pasada llegan a su mente mientras que se lava el rostro, y una sonrisa tierna nace del fondo de su corazón. Ya han pasado 5 años desde que empezó su relación con Bokuto y le parece lo más real y placentero del mundo.
Camina hasta la cocina en busca de una aspirina para el dolor de cabeza y vuelve a la habitación con pies de plomo, queriendo que Bokuto duerma todo lo que le plazca. Aun que, ni un terremoto despertaría a su novio de un sueño placentero, y parece tener uno ahora mismo.
Akaashi se cuela entre las sábanas y se acurruca a su lado, pasando el pesado brazo izquierdo de Bokuto sobre sus hombros para que le rodee. Apoya la cabeza en su pecho y cierra los ojos, concentrándose en el ritmo de su corazón y en la idea de descansar un poco más.
Sin embargo, no consigue dormir. Su cuerpo ha decidido por su cuenta que es hora de despertarse y eso, trae unas consecuencias.
Akaashi chasquea la lengua cuando nota la erección bajo sus pantalones. No suele tener erecciones mañaneras, en comparación con Bokuto, quien tiene una cada pocos días o cuando tiene un sueño erótico.
Baja la mano hasta sus pantalones, aun acurrucado contra el mayor, y masajea su miembro con los ojos cerrados. Se imagina a Bokuto con el uniforme del equipo sonriéndole coqueto, al mismo tiempo que sus manos viajan por su cuerpo. Sus orbes ámbar destilando deseo mientras que se muerde el labio y su mano derecha se pierde en el pantalón corto.
La imaginación de Akaashi aumenta su excitación, pero no es suficiente. Es en ese momento en el que se da cuenta de lo obvio; tiene a Bokuto a su lado. Traga con dificultad al pensar en el hecho de que está dormido y de que todo lo que haga en su cuerpo no le despertará.
"Está mal, debo dejarlo dormir." piensa contrariado. "Pero no se dará cuenta, solo necesito un poco más y me vendré. No lo notará." se autoconvence de ello.
Echa un vistazo al rostro dormido de su novio y vuelve a tragar, nervioso y excitado por lo que hará a continuación. Retira la mano de su entrepierna para retirar la sábana que los cubre y comenzar a acariciar el torso de Bokuto, ascendiendo por su torso y bajando nuevamente con la yema de los dedos rozando y erizando cada fibra de su ser.
