¿A ti también te pasa que quieres leer relatos +18, te fijas en la clasificación, entras a leerlo y te das cuenta de que los personajes no pasan de los besitos y de las caricias superficiales?
Somos dos. Hay que utilizar la "clasificación adulto" c...
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El partido ha terminado hace un rato. Ahora que la multitud abandona el estadio lentamente entre gritos de jubilo y risas, Bokuto sale de la ducha de los vestuarios del estadio, ubicados en la planta baja.
Se acerca a su taquilla en busca de la ropa. Ajusta la toalla a la cadera y retira del rostro los mechones que le impiden ver. No escucha nada a su alrededor, por lo que entiende que el resto debe haberse ido a casa.
Hoy ha tardado más de lo habitual en asearse al notar tirantez en su hombro derecho.
Se sienta en el banco adyacente a las taquillas y deja a su lado la ropa limpia para revisar el móvil un momento. Una imagen de él y Akaashi de vacaciones en la playa le da la bienvenida cuando enciende el aparato y una pequeña sonrisa surca sus labios, la cual se amplía cuando comprueba que tiene un mensaje de Akaashi felicitándolo por haber ganado el partido y anunciándole que le espera en el parking.
Bokuto le contesta con la sonrisa intacta en los labios.
Deja el móvil para a continuación levantarse, alejar la toalla y ponerse la ropa interior. El hombro derecho descarga un calambre cuando se estira para recoger el resto de la ropa y frunce el ceño en consecuencia. Maldice por lo bajo y hace un nuevo esfuerzo para alcanzar la ropa.
- ¿Bokuto?- una voz le detiene en su intento por ponerse la camiseta y se gira.
- Hey Omi, buen trabajo.- le muestra una pequeña sonrisa reanudando el movimiento.
- Buen trabajo. ¿Por qué sigues aquí?
- ¿Eh?- Bokuto termina de colocarse la camiseta y vuelve a mirarle.- Ah, es que me estaba duchando.
Sakusa no dice nada, por el contrario comienza a dar vueltas por el vestuario. Bokuto vislumbra la molestia en su compañero de equipo y alza una ceja, curioso.
- ¿Qué buscas?- pregunta el de cabello bicolor.
- El móvil, no lo encuentro.- murmulla abriendo y cerrando taquillas.
Bokuto abrocha el botón de sus pantalones y barre el lugar con la misma intención que Sakusa. Sus ojos ámbar se detienen en el mueble donde descansan las toallas limpias y vislumbra un móvil asomar de entre las mismas.
- Aquí estás.- comenta Bokuto acercándose para alcanzar el móvil.
Sakusa se gira para mirarle con una mueca de extrañeza, la cual se difumina una vez ve su móvil en su mano.
- ¿Qué hace ahí? Maldito Atsumu...- se acerca al chico para recogerlo, pero Bokuto no se lo da, sino que se queda unos segundos mirando fijamente el móvil.- ¿Pasa algo?
Bokuto reacciona y mira a Sakusa con una sonrisa cerrada y forzada. Niega con la cabeza y le tiende el móvil para posteriormente ir a su taquilla en busca de sus zapatillas y la bolsa de deporte.
