Mi reflejo es mi propio disulfiram.
Los espejos me mantienen limpia y sobria.
No más risas escandalosas,
ni cantos estridentes,
ni bailes descarados y descoordinados.
Ni vueltas eternas hasta el desmayo.
La pureza de mi sangre me mantiene estable
y me hace sentir libre
¿o no?
Porque el veneno disfrazado de diversión es impuro.
Ensucia y mancha
el alma real,
y la sangre real.
Toda sombra tiene su luz.
Todo lo malo tiene su lado bueno.
La pureza de mi ser me hace sentir libre y digna.
¿o no?
¿Debo ser real?
¿Quién dice que debo ser real?
Pero como toda sombra tiene su luz
y todo lo malo tiene su lado bueno,
yo soy mi propio disulfiram.
Todo mi ser es mi propio disulfiram.
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No eres una princesa.
RandomEscritos cortos sin relacion entre si acerca de la cruda realidad de los trastornos alimenticios.