Sin complejos capitulo 7

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Sin complejos.

Capitulo 7.

En la mañana siguiente, me levantó el sonido de la carreta de J.Franco, así fue como me levanté de la cama y miré a mi al rededor, Rusell estaba parado en la puerta mirandome, así que me asuste pero el solo sonrió y se fue. Incomoda, por lo que acababa de pasar, me duche y me cambié para salir a desayunar, de seguro mi padre hoy se iría, el no pasaba más de 24 horas dentro de la hacienda por que le recordaba mucho a mamá, y esto.. le empeoraba su humor. Escuché gritos de Matilda cuando salí de la ducha, así que me arreglé lo más rápido que pude para acudir a ver que sucedía, pero me llevé una gran sorpresa cuando me di cuenta que unos chicos estaban peleando, y uno de esos chicos era Rusell. ¿Que más miedo iba a provocarme hoy en el día?

-¿Que es todo esto? –me pregunté nerviosa.

-Mi niña –me abrazó Matilda sonando desesperada–, mi nieto que acaba de llegar y ya esta formando desastres.

De repente vislumbré la figura de Ryan haciendole porras a alguno de los que estaban peleando, ¿eran Justin y Rusell?. Me moví hasta donde estaba el amigo de Justin y le pedí, casi rogandole, que los detubiera, el resoplando por lo que le pedía se movio un poco más adelante jalando a uno de ellos por un pie separandolos de seguir cargandose a golpes. 

-¿Que diablos? –espetó Justin cuando se dio cuenta que Ryan había jalado a Rusell fuera de la cancha de peleas–. ¿Por qué..? –se calló al verme.

-¿Como te atreves? –dijo Matilda acercandose a Justin–. Que falta de respeto.

-Lo siento abuela –dijo mirando al piso e intercaladamente a mí–, es que.. el me las debía.

-¿Te las debía? ¿Ustedes se conocen? –pregunté.

-Sí –dijo Rusell levantandose del suelo, limpiando su labio roto–, este chico y yo teniamos algunas pendientes.

-Que ya soldaron –dijo Matilda seria–, usted también, señor.. Que falta de educación.

-Que educación, vieja –refunfuño Rusell a lo que yo le golpié por la espalda–. Ouch..

-¿Que no te enseñaron nada de valores, querido? –le dije retandole, Ryan de inmediato se interpuso entre nosotros.

-No hagas que yo termine contigo y dejalas en paz.. 

-Vaya vaya –sonrió Rusell con aire de valiente–, ¿no has salido del amario aún, mariquita?

-No me colmes la paciencia –susurró Ryan–, si no estubiera frente a una dama, te hago lo inimaginable.

-Ya sabía yo que eras del otro equipo –se burló Russel a lo que yo lo tomé fuertemente por el brazo y me lo llevé adentro de la casa, ya había colmado mi paciencia, y por lo visto no era ningún santo. La culpa no podía ser completamente de Justin, pero eso ya lo arreglaría con Matilda después.

Gran forma de despertarme –susurré mientras lo hacia entrar al estudio–, no sé donde está mi padre, no sé de donde eres, ni de donde vienes, solo sé que al principio te noté diferente.. Quizás podrías llevarte bien conmigo. Eso era antes –aclaré cuando vi que se formaba una sonrisa en su rostro–, ahora solo me averguenzo de lo que provocastes.

-¿Que provoqué? –corrigió Rusell a mis palabras–. Error, pequeña.. Este chico no tiene nada que hacer aquí, así que le pedí que se fuera y el comenzó con la violencia.

-¿Que esta hacienda es tuya? –el se sorprendió–. ¿Que tú crees que puedes decir quien entre y quien no? ¿Mi padre te dio ese poder? –el asintió, sonriendo descaradamente–. Que diablos.. 

-Sí, tu padre me ha dicho que puedo hacer como si fuese mi casa, y a él no lo quiero nunca en mi casa.

-Me da igual los problemas que hayan tenido, y cuando alguien dice que fuese como tu casa, es en sentido figurado, querido.. Hazme el favor y no tomarte atributos que no te corresponden –coloqué bruscamente unas banditas adesivas sobre el escritorio que estaba ne la sala–, por que no responderé la proxima vez.. Y ahora curate, que pareces recien salido de uno de esos lugares donde matan los animales, para comerselos después. Bien que sabe pelear Justin –susurré solo para mí. 

Sin complejosWhere stories live. Discover now