Sin complejos.
Capitulo 12.
Después de ese día, había modificado algunas cosas en la casa como el horario de comer para que no tubieran que cruzarse Ryan o Justin con Rusell y que ellos pudieran cenar conmigo, en la mesa. El día siguiente habíamos pautado algunas actividades juntos y quedamos en encontrarnos en los establos para ayudar a cepillar y montar los caballos de trote, los favoritos de mi mamá.. Habíamos pasado una buena mañana, eran unos chicos muy divertidos, tenían miles de ideas en la mente y miles de chistes, yo me encargaba de cepillarlos y Justin y Ryan montaban las sillas y las probaban.
Cuando habíamos terminado de hacer todo eso, Matilda nos estaba esperando con una agua de avena super fría, la tomamos en buche, entre risas estabamos compitiendo a ver quien la terminaba primero y por otro lado nos pasaban gotas en los labios desbordadas del vaso. Cuando terminamos de tomar, el primero en terminarlo había sido Ryan, todos partimos en risa mientras Matilda nos miraba soñadora, recogió los vasos y nos dejo solos de nuevo, estabamos llegando al establo para terminar de ordenar las cosas y buscar algo mejor que hacer, cuando Ryan interrumpió el momento de infinito silencio mientras caminabamos.
-Yo gané –dijo Ryan entusiasmado.
-¿Y que con eso? –dijo Justin cortante, pero a la vez sonriendo.
-Que gané, soy un hombre poderoso.
-Para algunas cosas –solté indiscretamente riendo, Justin me acompañó–, es broma Ryan.
-Pero merezco un premio –hiso pucheros y deteniendose, haciendo que Justin y yo nos volvieramos a mirarlo.
-¿Y que esperas? ¿Que te lo demos? –comentó Justin.
-Sería un.. lindo detalle. Ya tengo pensado uno.
-¿Que quieres? –le pregunté.
-Un beso de Justin..
-¿Qué? –preguntó Justin shockeado, mientras yo reía a todo pulmón y Ryan me miraba sonriendo.
-Un beso tuyo, lo he soñado desde que te conocí.
-¿No será de _____? –dijo de un descuido, mi risa como por arte de magia desapareció y me coloqué seria. Justin nos miró a los dos, notó nuestras expreciones y fue él quien ahora reia.
-No –dijo serio Ryan–, aunque no me vendría nada mal..
-¿No vendría mal? –arquee una ceja.
-Vamos, hablo de un beso en la mejilla.. No mal interpretes –Justin seguía riendo.
-¿Cuál es el chiste? –mire a Justin, el se enserio.
-No lo sé. ¿Se lo darás?
-Sí –dije segura y me acerqué a Ryan, el se quedó en su sitio, sin moverse, nisiquiera se si estaba respirando y le planté un beso en la mejilla, a pocos centimetros de la comisura de sus labios. Sí, un poco atrevida, lo sé, pero me nació hacerlo, además que sus ojos.. Me piden mucho que no le haya besado en los labios.
-¡Ryan amigo! ¡Reacciona! –decía Justin bromeando, pero en realidad Ryan estaba rojo como un tomate y puesto en su lugar, sin moverse.
-¿Ryan? –le llamé. El se movilizó, nos miro y luego se hecho a reir.
-Era broma.. –dijo entre cortado–. ¿Seguimos?
-Claro.. –le respondí para olvidar el tema–. ¿Y que haremos ahora que terminamos esto? –pregunté mientras levantaba del suelo el cepillo con que peiné minutos antes el pelaje de los caballos.
-¿Quieren andar en caballo? Dar un paseo quizás..
-Hace mucho que no doy uno. Desde que mi mamá..
-Si quieres no lo hacemos –interrumpió Ryan considerando.
-No, no, creo que puedo –esbozé una sonrisa–. ¿Ustedes quieren ir? –los dos se miraron y asintieron con la cabeza–. ¡Vayamos entonces!
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Sin complejos
Teen FictionCuando perteneces a una clase social, bien llamada alta, y tu padre es de esas personas que les encanta mantener su honor y apellido por encima de todo, vives en una gran… miseria. Puedes tener todo lo que quieras, puedes ser la más consentida de to...