Capítulo 8: El Lago (II Parte)

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Jacob POV

Ese idiota de Edward Cullen me pagaría todas las que me ha hecho. Y ya sé como descombrármelas. Sus puntos más débiles son su hermanita y Bella, así que no le voy a seguir permitiendo que se meta en mi camino.

Acabé mi cigarro, y me adentré al agua con una botella de tequila en mis manos…tenía que ponerle distancia (de Bella) al maldito Cullen…no soportaba más humillaciones de su parte, así que me aproveché de mis conocimientos….Bella no se resiste al tequila.

Una vez dentro del agua, Nessie corrió hasta mí.

Jake qué bueno que volviste…ya me estaba dando frío. –dijo Nessie estampando un beso en mis labios.

Claro nena, he vuelto para ponerle punto final a lo que comencé. –respondí

Pero Bells está ocupada ahorita, Jake, así que mejor sigamos con la fiesta tú y yo solos. –dijo Reneesme enrollando sus manos en mi cuello.

Claro preciosa, pero déjame hacer un intento para ver si en vez de dos somos tres. –respondí y Nessie asintió.

Bella, ya volví y traje algo de tequila…Gracias Edward, por cuidarla en mi ausencia. –musité enarcando una ceja.

Oh Jake, tú siempre das en el blanco. –esbozó Bella

Bueno Eddie será para la próxima, ahora el tequila y Jake, me esperan. –musitó Bella a Edward quién nos miraba con la boca desencajada.

Seguí con mi plan maestro…podía sentir la rabia de Cullen en el ambiente, además que su rostro era de pocos amigos.

Leah no perdió tiempo e inmediatamente liberé a Edward de Bella se tiró a la conquista.

Leah utilizaba todos sus dotes…que eran muchos. Se quitó el sostén, mientras llevaba las manos de Edward a sus senos. Besaba el pecho y los labios de Cullen, pero él nos despegaba la mirada del lugar donde nos encontrábamos su hermana, Bella y yo.

De un momento a otro, ante los ojos de todos. Edward salió de mala gana del agua, dejando sola a Leah…mientras ésta le gritaba que era una idiota por dejarla de esa manera…yo no pude contener una carcajada de suficiencia y victoria.

Cullen, no seas aguafiestas…regresa al agua. –le gritó Emmett, pero éste no le hizo caso.

Abrió su maleta y sacó una caja de cigarros. Fumó 3 de ellos en línea, para luego levantarse.

Por un momento dejé de prestarle atención…pero para cuando volví a postrar mi mirada en el susodicho, éste ya se había cambiado de ropa y tenía su maleta al hombro. No le presté mayor importancia, y seguí con mi cometido…sabía que se estaba retorciendo del coraje.

De un momento a otro desapreció como por arte de magia de los ojos de todos los presentes, lo que me hizo saborear el triunfo…ahora así no había problema de seguir con lo que él siempre me interrumpía.

Edward POV

Ese maldito perro sarnoso, había llegado al colmo de mi paciencia…así que si a él le gustaba jugar sucio, pues le daría un sorbo de su propio chocolate.

Salí como alma que lleva el diablo, luego de dejar a Leah colmada de excitación…ella me gritó algo a lo cual no le presté la menor importancia. Me senté en la orilla del lago a fumar, mientras construía mi plan en la mente…luego de no sé cuántos cigarros vino una maravillosa idea a mi mente.

Me levanté y fui a cambiarme la ropa húmeda. Luego volví a salir ya con la maleta en mi hombro…listo para abandonar el lugar, pero quería hacerlo sin que nadie lo notara.

El momento preciso suscitó. Y en un descuido de todos, subí la colina hasta llegar a la calle.

Llamé al chofer de mi padre para que fuera a buscarme, ya que esa calle era solitaria y ningún taxi pasaría por el lugar.

El chofer no tardo mucho en llegar y subí al auto.

¿A dónde señor? –preguntó Dan, el chofer.

Al instituto Dan, por favor. –le respondí

Mientras mi chofer manejaba, tomé mi celular y llamé a la policía del lugar.

Buenas noches, policía. –dijo un hombre del otro lado del teléfono.

Buenas noches oficial, sólo quiero comunicarles que en Lago Blue Cristal, en el camino solitario que conduce al antiguo Molino Valleys, se encuentra un grupo de chicos haciendo cosas ilícitas.

Disculpe Señor, ¿Está usted seguro de lo que dice? –preguntó el oficial

Totalmente señor, uno de mis hijos se encuentra en el lugar, y quiero darle un escarmiento. –mentí, y tuve que retener una carcajada que intentaba salir de lo más profundo de mi pecho.

Correcto señor, de inmediato sale una patrulla para el lugar. Gracias por la información. –dijo el hombre antes de cerrar.

Una vez cerrada la llamada, no pude seguir conteniendo la risa por lo que estallé en carcajadas.

Una vez más le interrumpí la velada a Jacob Black, y así seguiría siendo cada vez que desobedeciera mis órdenes. Solo le di un poco de su propia medicina.

Cuanto me gustaría verlos correr semidesnudos por la colina, o por los matorrales que bordeaban el lago, huyendo de la policía o peor aún, que pasaría si los lograban arrestar, ver sus rostros de angustia, cuando llegaran sus padres a buscarlos a la comisaría, que dirían para tapar su falta.

Esto cada vez se ponía mejor. Yo sé que mis padres serían capaces de encerrar en un monasterio a Reneesme, pero ¿qué sería del resto? ¿Del prepotente Jacob Black? O ¿de la soberbia Bella?

La verdad no podía aguantar las ganas de saber cómo terminaría el show…lástima que no podía quedarme para contemplarlo, pero era la diversión del espectáculo o mi pellejo, así que lo mejor era regresar al internado.

Luego de unos minutos llegué al instituto. Bajé del auto no sin antes decirle al chofer, que esa salida se mantuviera en estricto secreto.

Seré una tumba. –fueron las palabras de Dan

Entré al instituto y fui directo a la dirección para comunicarle mi llegada a la directora Marshall, luego subí a mi habitación a esperar que me llegaran las primeras noticias de mi macabro plan. Sabía que tarde o temprano llegarían, y sé que la furia de los chicos no se haría esperar…pero eso les enseñaría que con Edward Cullen no se juega.

Libido: Sociedad Secreta (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora