Bella POV
Yo sabía muy bien de qué manera se sellaba el pacto, y aunque en el momento que lo conocí sentí repulsión hacia él por ser tan pedante, ahora lo deseaba….sí, algo extraño...lo sé, pero su desalineado cabello y su acento inglés me incitaba…me erizaba cada vellito del cuerpo.
Pero él cuando escuchó de que se trataba se quedó sumido en sus propios pensamientos, como procesando la información…a veces pienso que no tiene las suficientes agallas para estar en nuestra sociedad…pero bueno eso ya se encargará de demostrarlo cumpliendo con los retos que nos asignaron.
Cullen, ¿te idiotizaste o qué? –preguntó Alec
Edward movió su cabeza negando en respuesta a lo que había dicho Alec.
Se aproximó a mí, puso ambas manos a los costados de mi rostro y me atrajo más cerca de su rostro…acercó sus labios a los míos y depositó un tierno beso sobre ellos…no sé si fue mi imaginación, pero sentí que su beso fue mágico, como si me levantara en el aire, de esos que te dejan sin respiración…podría haberme quedado estampada contra sus labios si no fuera por la falta de aire.
Luego de unos segundos…nos separamos, aunque yo me sentía un poco mareada.
Bueno chicos, vayan y amense un rato porque luego de hoy, por una semana se van a odiar… -dijo Rosalie
Y mi querido hermano aunque de mala voluntad nos abrió la puerta para que saliéramos.
Edward caminó rápidamente. Cada paso de él eran 3 míos.
Oye puedes bajarle a tu aceleramiento. –dije, pero me respondió el silencio.
Así lo seguí hasta que llegamos a su habitación. Él abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarme pasar primero…por lo menos era caballeroso.
Luego la cerró y se acomodó en un sofá, sin decir una palabra.
Oye… -dije pero una vez más me ignoró.
Tomó su guitarra y empezó a tocar una melodía.
Edward, se supone que estoy aquí porque tenemos que terminar lo que empezamos. –dije ya malhumorada
Lo siento, pero no quiero estar contigo sólo porque es un deber o una regla o simplemente porque nos lo impusieron, el día que esté contigo va a ser porque así lo quieres. –susurró sin dejar de tocar su guitarra.
Pero es que debemos. –dije
Y si no lo hacemos ¿qué?, nadie tiene por qué enterarse o ¿sí? –dijo
Claro, pero que voy hacer durante todo este tiempo que estaré encerrada aquí contigo. –dije entre dientes.
Ya encontraremos algo que hacer. –dijo mientras sonreía de medio lado.
Edward POV
En realidad no me esperaba la forma que en que sellaban los pactos esta partida de locos, y aunque deseaba más que nada a Bella, había decidido enamorarla y demostrarle que hay otras formas de sentir, sin llegar a los límites a los que está acostumbrada.
Ella se veía bastante malhumorada, porque yo no respondía a sus preguntas, pero cuando hizo la pregunta clave, entonces encontré la manera de responder.
Ahora tenía un rato para compartir con ella…solo ella y yo y nadie quién nos interrumpiera.
¿Ya cenaste? –pregunté
En verdad no, Alice quedó de preparar la cena hoy, pero no contábamos con la reunión. –dijo
Entonces voy a preparar algo. –respondí
¿Tú? –dijo
Sí, qué tiene….algunos hombres también saben cocinar, además tú eres mi invitada esta noche, ni modo que te ponga a cocinar. –dije
Por supuesto. –dijo poniendo sus ojos en blanco.
Fui a la cocina, y puse a cocinar unos spaghuettis, era lo que se podía cocinar más rápido, rallé algo de queso y puse a cocer la salsa, ya cuando todo estuvo puesto en la estufa, volví a la pequeña zona de estar que tenía cada habitación.
Ella estaba recostada sobre el sofá de cuero negro tratando de tocar la guitarra, pero solo hacía rechinar las cuerdas de una manera nada acorde.
¿Cómo lo haces? Parece fácil pero no lo es. –dijo haciendo una mueca
Bueno son años de práctica, pero si quieres te puedo enseñar. –dije
Quizás después. –dijo levantándose del sofá.
¿Qué tal si jugamos a algo? –dijo acostándose sobre mi cama e insinuándose.
¿En la cama? –pregunté enarcando una ceja y siguiendo su juego.
Ajá. –dijo
Ok, como quieras. –dije y me subí a la cama.
Ella seguía provocándome, estaba a punto de caer ante sus encantos pero fue cuando se me ocurrió una idea.
Querías jugar ¿no?, entonces toma. –dije dándole un almohadazo
No me refería precisamente a eso, pero ya que me pegaste primero, ahora aguantas. –dijo devolviéndome el golpe con la almohada.
Y así nos dimos de almohadazos hasta que toda la cama y sus alrededores estuvieron cubiertas de plumas y hasta que el olor a algo quemado nos hizo correr a la cocina.
¿Por suerte sabías cocinar? –expresó
Fue tu culpa, por invitarme a jugar. –musité
Ok. Creo que se puede salvar. Hazte a un lado. –dijo y tomó la cuchara y empezó a despegar un poco de la salsa.
Bueno por lo menos comeremos algo. –dije mientras sonreía
Claro, gracias a mí y a mi ingenio.
Luego de cenar y tomarnos unas cervezas juntos, yo lavé los platos.
Debo irme. –dijo casi en un susurro
Ok. –fue todo lo que pude decir, una parte de mí quería retenerla allí para siempre.
La pase bien. –dijo en un hilo de voz.
Yo también. –dije sincero
Pero no te confundas. Un vez salga por esa puerta sigues siendo mi rival. –musité
Está bien. –dije y reí
Pero cada vez que quieras entrar, se me va a olvidar que estamos compitiendo, y seremos los mismos que fuimos hoy. –dije, mientras ella abría la puerta.
Vale, pero no te prometo nada. –dijo y desapareció por el pasillo.
Lo que pudo ser una noche sexual y pasional, se convirtió en una noche emocional llena magia, donde pude dar el primer paso para con ella, y hacer que se sintiera bien sin necesidad de las cosas a las cuales está acostumbrada que lo único que hacen es destruirla internamente aunque ella no lo acepte.
Y así acabamos sellando el pacto, de la mejor forma que pude imaginarmelo.
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Libido: Sociedad Secreta (+18)
Teen FictionEl dinero da poder. El poder da placer y el placer satisface el deseo…Libido, es una sociedad secreta dentro de la más prestigiosa preparatoria/internado de Estados Unidos... conformada por un grupo de chicos adolescentes de élite, que solo buscan d...