Pasaron unos días, bastante largos para ser sinceros. No volvimos a hablar y no le había vuelto a ver, ni siquiera por los pasillos.
Su clase no estaba lejos de la mía, sólo a dos puertas y un giro a la derecha. Tampoco había ido a entrenar, ni había salido con sus amigos. Puede parecer que estoy obsesionada, pero es que realmente estaba empezando a estarlo, tanto que una tarde llegué a pasarme tres horas sentada en el banco de la acera que se sitúa enfrente de su puerta y hubiese llegado a estar más si no fuese por la tormenta que comenzó a caer.
Esto no me daba ninguna buena sensación, algo malo estaba pasando.Adiós papá, me voy que voy a perder el autobús- grité saliendo por la puerta. Otra vez llegaba tarde y cómo no volví a perderlo.
Para cuando entré al instituto las clases ya habían empezado y tuve que esperar a que comenzara la siguiente, historia. Las clases de la mañana no se me hicieron muy largas. En filosofía, vimos una película sobre Platón, y en historia, hicimos un debate entre el marxismo y el anarquismo, del cuál me tocó ser parte, sólo fuimos tres en ese bando pero sinceramente, fue muy divertido aunque tuvimos que coger un paraguas para refugiarnos de todas las críticas que nos estaban lloviendo.
¡Chicas! por fin es la hora de la comida, tenía tanta hambre... - dijo Laura gritándonos por detrás.
Tú siempre tienes hambre- la contesté. Todas nos reímos. Y ahí le ví, sentado en una mesa de la cafetería. Sólo, sin nadie, con sus cascos puestos, seguramente escuchando alguna canción de pop inglés, me he dado cuenta que le gusta mucho.
Me empecé a poner nerviosa, ¿debía ir y sentarme con él o sería mejor actuar como si no le hubiera visto? Y de repente, nuestras miradas se cruzaron. Se sentían tan profundas a tantos metros de distancia, y eso era mágico.Creya
Me está mirando, se ve roto.Johnas
Me está mirando, está preciosa.Creya
Se levanta, parece que viene hacia aquí, debería irme.Johnas
Me levanto, no sé ni qué estoy haciendo, sólo quiero ir hacia ella, pero se ve incómoda .Creya
Me giro y empiezo a andar lentamente, estoy muy perdida ahora mismo pero empiezo a oír pasos atrás. Huir no es lo que quiero pero siento la necesidad de hacerlo.Johnas
Se está yendo, no puedo dejar que se marche. Hola - la digo tímidamente posando mi mano sobre su hombro.Creya
Me giro y me saluda, se le ve tan nervioso.
Hola- le respondo con mi mayor sonrisa. Todas los nervios han desaparecido.Johnas
¿A dónde ibas?- no sé ni por qué la he preguntado eso. Soy un idiota, debería callarme.Creya
Ya van a empezar las clases y antes quería repasar unas cosas entonces había pensado en ir a la biblioteca.Johnas
Oh, es verdad, ya casi van a empezar- la dije sin saber que contestar. De mi boca solo salían palabras entrecortadas difíciles de averiguar.Creya
Bueno pues me voy, chao- me despedí y salí huyendo, ese era mi plan pero otra vez consiguió parar mi camino.Johnas
¿Te gustaría tomar un chocolate caliente en la chocolatería de la avenida Clorins, el viernes a las siete?- la pregunté haciendo que volviese a pararse.Creya
Me giré, no sabía que contestar, me había quedado tanto tiempo embobada en sus ojos que casi acabo liándola.Johnas
No se por qué había dicho eso. No me contestaba, seguro que estaba muy incómoda. Déjalo, no te preocupes, ha sido una tontería - hablé sin ganas.Creya
¡No!, estaría encantada de ir- le contesté.
Y me fui rápidamente hacia la biblioteca, necesitaba asimilar todo lo que acababa de pasar.
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Tres formas de entenderlo ( mini-relato)
Roman d'amourCreya, una joven enamorada de su nueva vida que acaba volviendo a odiarla, porque como cuenta, empezamos planeando nuestra vida basándonos en sueños y acabamos entendiendo que no todos se harán realidad de la forma que imaginábamos