Parte 10

17 3 0
                                    


TW: mención de antidepresivos

-Pov Jimin-

Mientras esperaba a que saliera de aquel pequeño cuarto, que podría ser comparado con una celda, me dieron ganas de ir al baño, en camino hacia allá por accidente choque con una niña, parecía ser de primer año, tiene una cara llena de inocencia, algo que T/N no tiene.

La pobre chica estaba por tocar el suelo, así que decidí tomarla de la cintura así previniendo que su cuerpo chocara bruscamente con el piso.

-Perdón.-murmuré perdiéndome en sus pupilas dilatadas.

-No,no perdóname tú a mi.-dijo
llena de vergüenza.

Finalmente la ayude a pararse bien, estuvimos un par de segundos viéndonos, ella parecía analizarme y eso me ponía un poco inquieto.

-Ehhh, ¿Cómo te llamas?.-pregunte para evitar que me siga viendo de esa forma.

-Nayeon.-dijo de forma coqueta, oh no.

-Bueno Nayeon tengo cosas que hacer, nos estaremos viendo por aquí.-dije evitando sonar grosero.

Antes de que pudiera contestarme, yo salí de ahí. Sabía lo que su mirada significaba, quiere conocerme más, probablemente quería algo conmigo. Por eso salí de ahí, primero es muy chica y segundo, existe T/N.

Por cierto ¿Dónde estás T/N? Estuve paseándome por los pasillos, esperando encontrármela, pero no fue así.

Me encontré con un par de niñas con las que he visto hablar con T/N, por lo tanto me acerqué a ellas. Tal vez la hayan visto. Iba un poco apresurado.

-Hola chicas, saben dónde está T/N?-pregunte con una sonrisa amplia.

-¿T/N?-preguntó una de ellas.-Yo la vi irse de la escuela hace 10 minutos o 15.-dijo dudosamente.

¿Irse?

-Ohhh, muchas gracias!-Agradecí un poco decepcionado por la respuesta, definitivamente no me esperaba algo por el estilo.

Si se fue hace solo 10 minutos, no debe de estar tan lejos. Probablemente la alcance. De inmediato salí velozmente, el tiempo es oro en estos momentos.

[...]

-¿Dónde carajos estás T/N?-pregunte enojado.

Llevo más de 20 minutos buscándola por todos lados. En el centro comercial no está, en el parque cercano a nuestras casas tampoco y tampoco está en alguna cafetería.

Ya me harté, decidí llamarla. De verdad necesito que contestes. ¿Por qué te fuiste sin decirme? ¿Por qué no me esperaste?

Marque su número, esperando escuchar su voz angelical.

Un timbre, no contestó.
Segundo timbre, no contestó.
Tercer timbre, no contestó.
Cuarto timbre, no contestó.

-Diablos T/N.-dije apretando mi celular.-¿ Y si algo le pasó?.-Pensé en voz alta.

Viendo que no contestaba, decidí buscarla en el único lugar que no busqué. Su casa.

 Su casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[...]

-Pov T/N-

Se que parezco totalmente infantil, pero ni yo sé cómo reaccionar ante mis sentimientos repentinos hacia Jimin. ¿Por qué carajos me molesta verlo así de pegado con alguien? No pueden ser celos, nos conocemos hace menos de un mes. No puedo sentirme así, no todavía.

Suspire pesadamente, creo que es la tercera o tal vez quinta llamada de Jimin que mando al buzón. Estaba en el cuarto de mis papás, viendo por su ventana, la cual daba al pequeño bosque que estaba detrás de nuestra casa.

A la mente se me vino el recuerdo de la cena de aniversario del primer año de noviazgo entre Jungkook y yo. Fue una de las noches más románticas que he tenido, probablemente no de mis favoritas, pero si de las más románticas.

¿De verdad estábamos destinados a terminar tan mal? ¿Del amor al odio?

El timbre de mi puerta me sacó por completo de mis pensamientos. ¿Y ahora quién es?

Baje lo más lento posible, esperando que aquella persona del otro lado de la puerta se fuera pero no fue así. Al parecer que me tardara incrementaba la paciencia de aquella persona.

-¡T/N ABRE!-gritó una voz masculina.

Temía que fuera quien creía, lentamente me acerqué al ojo mágico de la puerta, para así comprobar mi teoría.

-Jimin.-murmuré a lo más bajo possible.

-Se que estás aquí, por favor abre.-suplicó.

-¿Ahora que hago?.-murmuré pegando mi frente a la puerta.

-SI NO ABRES LA PUERTA, LA TIRARE A PATADAS.-gritó mucho más enojado que de lo que estaba al principio.

-Mierda.- murmuré reuniendo el valor para abrir la santa puerta.-3,2,1.-abrí la puerta.-¿Jimin?-fingí no saber que estaba ahí.

-¿Por qué carajos no contestabas mis mensajes, o mis llamadas? -me preguntó al verme.

-Me quede dormida, perdón.-mentí.

-¿Por qué no me dijiste que te ibas?-preguntó menos alterado.

-Te busque por todos los pasillos y no te vi, por ningún lado. Tenía un gran dolor de cabeza, por eso me fui.-mentí de nuevo.

-Okay.-suspiro, parece haber creído mis mentiras.-¿Puedo pasar?-preguntó con delicadeza.

-Pasa.-dije pesadamente.

Ni se te ocurra mostrar debilidad enfrente de el, T/n.

[...]

No voy a mentir, no pude dormir nada, tuve pesadillas constantes, lloré por horas, simplemente no podía dormir. Estaba arreglando para poder irme a la escuela, estaba limpiando mis heridas de las muñecas, si todo sanara tan fácil, todo sería diferente.

Estaba por salir, hasta que me acordé de unas pastillas que usaba mi papá meses después de la muerte de mi mamá, al tomárselas parecía otra persona. Realmente no sabía que eran, pero no me importo mucho y subí a su baño en la esperanza de encontrar aquel bote de pastillas.

"Fluoxetina" decía aquel frasco. No tenía tiempo de buscar para que servían y decidí llevarme el bote completo. Claro antes me tome una de ellas.

-Espero funcione.-dije viéndome en el espejo del baño de mis padres, mejor dicho el baño de mi papá.

Filter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora