Violaciones y mordidas

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Capítulo 8

— ¿A dónde iremos? —.pregunto Conny conduciendo.

—A Sea World —.respondió Cece entregándole en mapa a la conductora para que siguiera el camino.

Lola y yo la miramos extrañamente.

—Es algo parecido a un parque acuático —dijo obvia.

Asentimos con la cabeza.

—Yo siempre quise estar con un delfín  —aplaudió ansiosa Lola.

—Yo siempre quise estar contigo, mi amor —le lanzo un beso Conny desde el espejo de adelante.

—Yo también, que pena que me gustan los hombres —movió el hombro Lola.

— ¿Me estas engañando?

—Sip

—Dejen el lesbianismo para después que ya hemos llegado —.anuncio Cece.

Nos bajamos del auto descapotable y nos dirigimos hacia la entrada. Pagamos y la señora nos dio un papel con todas las atracciones que había y en donde estaban.

— ¡Delfines! —.hizo Lola un baile raro. Nos apartamos de ella como si no la conociéramos.

—Oigan —.se detuvo al vernos dos metros más adelante. — ¡Espérenme! —.corrió como una maniática detrás de nosotras.

Primer lugar de visita: el gran acuario. Había calamares, anguilas (en persona se ven aún más feas), cangrejos, tiburones, ranas acuáticas, peces que nunca había visto en mi vida, etc.

— ¡Mira! ¡Hay una  ahí! —.señalo Conny.

—Dios, agradezco de no ser una de esas tortugas—miro con asco Cece.

Estábamos arriba de un mini puente de madera que se balanceaba a todos lados. Solo a dos metros arriba del agua.

Ese animal me recordaba a mi tortuga Lucy, como la extraño.

Tome la soga que servía como agarre en el puente y pase mi cabeza para el otro lado. La tortuga estaba muy cerca de mí. Me agache más para poder tocarla, pero no podía... Estire más mi brazo.

De repente sentía que mi pie, al estar tan a la orilla del puente, se inclinaba hacia adelante. Debido a la desesperación que tenía por casi caer, me sostuve rápidamente del brazo de Conny, que estaba a mi lado. Caímos las dos sumergidas.

El lado positivo es…mentira, no hay. Una tortuga marina me estaba mordiendo la teta.

— ¡Socorro! ¡Socorro! —.gritaba asustada Conny.

— ¡Suéltate! ¡No soy un juguete! ¿Sabes? —.la empuje. Aunque tenga 50 kg más que yo.

Tres guardias nos ayudaron a salir del agua dejándonos sobre el césped.

Genial, ahora estábamos empapadas.

—Deberían tener más cuidado —nos entregaron una tolla para secarnos.

Rodee los ojos. Y ustedes no deberían dejar que trate de tocar una tortuga, pero no lo hicieron.

Nos dejaron y las chicas vinieron a nosotras.

— ¿Están bien? —preguntaron preocupadas.

— ¡Sí! Solo me mordió una tortuga en el seno—.ironice.

Rieron como locas.

—Lo siento Conny por tirarte conmigo —.la abrace.

¿Notaron mis cambios de humor alguna vez? De furiosa, a linda, de linda a deprimida, de deprimida a bromista, de bromista a furiosa. Otra vez.

—No digas eso, tengo una experiencia más para contarles a mis futuros nietos —sonrió.

—Eh… ¿nos das un autógrafo? —aparecieron dos extraños cualquieras.

— ¿Yo? — los mire deformando la cara totalmente.

—Sí, ¿tú eres la chica de Razones para no emborracharse, no? —.pregunto la chica.

¿En serio? ¿También aquí?

Maldecí en voz baja. Tome la pluma y les firme con mi nombre una hoja. Se la devolví arrebatadamente.

¿Contentos?

 —Gracias —se alejaron satisfechamente.

Segundo lugar de visita: los delfines.

Nos obligaron a ponernos trajes acuáticos. Una vez ya listas, la chica que trabajaba en ahí nos permitió meternos.

Como me gustan estos animales.

Ni les comento como estaba Lola.

Nos tenían encantadas, su textura de piel parecía era suave pero era rasposa, la forma en cómo se mueven y de como demuestran su cariño.

¿Estaría mal si agarro a uno, lo escondo debajo de mi remera, y me marcho?

Seguro no lo notarían—fue sarcástica mi conciencia.

¡Tú cállate Amy interna!

Estábamos en forma de círculo, cada una con su delfín. Era nuestra mascota doméstica.

—Sí, y le luego le dije que…

—Eh…—.interrumpió nerviosa Lola. —Chicas, creo que Sara, es macho.

Así apodo a su delfín. Hablando de él, ¿Dónde estaba?

— ¿Por qué? —.alzo la ceja Cece.

—Porqué está abusando de mi pierna —.comenzó a moverse irritadamente.

Metí mi cabeza en el agua y pude ver a Sara…digo, Saro, violar las leyes.

Subí a la superficie y no pude evitar reírme tanto. Conny y Cece me imitaron.

¡Vamos! ¡Era muy divertido!

Nota de autora:

HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! Ah

¿Cómo andan? <3

Chicas, querías decirle que el próximo capítulo va a ser dedicado al primero que comenten c:

Espero que comenten o voten si les gusto, con un simple “síguela” me basta.

EEEEEEEEY

¡YA 225 LEIDOS!

LES JURO QUE NO ESPERABA NI UNO.

¡Vamos por más!

Las queremosssss! 

Cambios paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora