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Seokjin abrió sus ojos con dolor de cabeza, no entendía que pasó. Recordó que comió algo de pan, una deliciosa sopa y agua fresca. Cayó dormido y se dio una palmada mental, su plan se fue al carajo por haber caído ante el sueño.

¡Señor, a despertar! Acaba de amanecer y podemos partir al fin — Namjoon ató en su cabeza una pañoleta amarilla, acomodó su vestido azul y tomó la bolsa que contenía un poco de agua, unos trozos de pan, algunas manzanas, un objeto de defensa y un pequeño frasco con una bebida de curación, no debía mencionar de ella, su hermana tenía muchas y no la usaria, seguro no se daría cuenta

Jin lo miró con el ceño fruncido, de verdad no quería llevar a ese niño doncel con él a ningún lado, pero no quería retar al destino y poner a una posible bruja en su contra, era lo que menos deseaba, le podía hacer la vida imposible.

Escucha bien, te llevaré a dar una vuelta por el pueblo, y volvemos... Un día, cuando el sol se esconda por las montañas, te devolveré a tu hogar y no volveremos a vernos nunca más ¿entendido? — se levantó e hizo de lado las frazadas, miró fijamente al muchacho quien sonrió extendiendole una pequeña bolsa

Decidió tomarla, esperando que fueran las joyas de las que se había apropiado pero, nada de eso. Era simplemente cosas que no necesitaban

¡Podremos salir fuera! Que emocionante ¿hace frío o calor? ¿Hay criaturas mágicas? ¿Podremos ver muchos animales? ¿Me darás comida de afuera? — suspiró feliz, comenzando a salir de casa después de SeokJin — ¡señor ave rapaz! ¿Puede decirme? ¿Encontraré a mi madre? ¡Ella se dará cuenta que estoy fuera y me castigará!

Si te va a castigar, toma tus cosas y vuelve, dame mis cosas y ve a tu casa — el doncel suspiró viendo al suelo, pensando en que sería mejor, pero la curiosidad le ganó

NamJoon salió corriendo por las escaleras y salió, el césped hizo cosquillas en sus pies descalzos y las aves se fueron a las copas de los árboles asustada cuando Namjoon corrió por todo lugar gritando que saldría al fin. Seokjin gruñó con angustia, debía vender esa estúpida corona, cambiarla por monedas e irse lejos de ese reino.
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NamJoon tembló con terror, estaban ya afuera de las cuevas, estaba libre, era no muy diferente pero habían más animalitos que no había visto, se pegó al brazo del hombre quien trató de alejarlo sin éxito — ¡no te me acerques!

Pero señor Ave rapaz, tengo miedo... — Seokjin rodó sus ojos, el pequeño había dicho eso unas 49 veces — ¡Dios mío, esa cosa brinca! ¡Que bonito! ¿Es un ser mágico?

Seokjin cerró los ojos con fastidio, los apretó y se soltó del agarre del extraño doncel — eso es un estúpido conejo, no es mágico... Ahora camina más rápido, me quiero librar de ti lo más rápido posible

NamJoon saltó tras del hombre un poco más animado, al menos no estaba solo, y no le pasaría nada malo porque ese señor, no lucia malvado, era grande y fuerte como su madre — ¿Qué haremos? ¿Podemos ver luces? Oh, oh, yo quiero ver luces

No veremos luces, Dios santísimo ¿No sabes callarte? — Namjoon lo miró con un puchero y miró su bolsita con ahora, la mirada gacha. Haciendo sentir a Jin como un insensible. Genial — bien, habla todo lo que quieras, pero no te pondré atención...

Seokjin vio con una sonrisa, como al final de camino habían grandes cabañas bajo los árboles, definitivamente con eso se lograría librar del niño doncel

¿Quieres ir allí? En ese lugar hay lindo conejos saltando y bailando muy felices — a Namjoon le brillaron los ojos, asintió con felicidad y tomó la mano del hombre para correr e ir más rápido

Oh, vaya sorpresa... No habían conejos bailando. Estaban de cabeza en el techo, sin piel, también gallinas y algunos ya en el horno listos para ser comidos por esos mineros y duendes que comían con felicidad.

NamJoon abrió bien sus ojos y casi cae de cara por la impresión, pero se hipnotizó con el delicioso aroma, olía como los guisados que hacía su madre — Waaah... Yo quiero eso señor Ave...

Seokjin negó enojado, apenas y tenía unas monedas como para gastarlas en ese tonto, que le quito el único objeto que lo haría millonario de forma inimaginable  — no te daré nada, eres un fastidio... Y además... Oh...

NamJoon se hizo para atrás asustado, tres hombres se hicieron tras su guía, amenazando con espadas sobre su cuello, abdomen y tras su espalda, Seokjin trago asustado, quedándose completamente quieto

¿Eres este, no? Tu cabeza vale oro... — el hombre más grande sonrió viendo el papel, el dibujo se parecía mucho al tipo frente a ellos

¿C-como creen? ¡Soy mucho más guapo que ese tal "Ave rapaz"! — trato de tomar su arma en el pantalón con cuidado, pero uno de ellos se la quito antes, todo con rapidez y jugando a que lo asesinarian en ese instante, por estar distraído con el doncel ahora corría peligro

¡Él no es, él es mi mascota! — gritó Namjoon, todos en el lugar lo voltearon a ver, impresionados por ver en ese lugar a un bonito doncel que lucia demasiado inocente y adorable como para mentir, alejaron sus espadas de Jin, quien suspiró aliviado, pero ahora rodearon a Nam, este tembló asustado.
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[Perdido] - JinNam©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora