[Perdido] - JinNam©

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Ave rapaz, con dolor de cabeza y sintiendo que era imposible moverse abrió los ojos, encontrándose frente a su vista unos pequeños ojos miel brillantes que lo observaban de cerca, con un pequeño sonrojó y la boca totalmente abierta, lo observaba con confusión y sorpresa.

¿Qui mirf y mirim? - Seokjin de dio cuenta que entre sus labios había una pedazo de tela, sus manos y piernas estaban atadas por una sola sábana, lo que imposibilitaba su movimiento

No luces como algo peligroso - Namjoon quitó de entre los labios del pelinegro la tela amarilla, llevó su mano al cabello y acarició con sus dedos suavemente - ya te revise por completo y lo único raro era esa bolsa...

Seokjin lo miró serio todo el tiempo hasta que mencionó la bolsa, preocupándose poco por el doncel raro que jugaba con su rostro y cabello - eso no es tuyo, debes dármelo o te las verás conmigo... Golpear donceles o mujeres no es lo mío pero puedo embarazarte y escapar

Seokjin se rió de lo que para el fue un chiste pero Nam estaba confundido, ignoró lo que dijo el hombre y se sentó frente a él - si te dejo aquí, mamá te matará... Si te dejó ir no pasará nada pero tendré que mentir

El mayor se preocupó por su vida, pensó en tal vez otra forma de salvar su pellejo. Luego de un rato, llegó a una conclusión ¿Porqué debería dejarse manipular de un doncel campesino o bruja?

Devuélveme mi bolsa y me iré en son de paz, no tienes derecho a retenerme aquí - trató de soltarse de la silla rompiendo las telas, pero solo logró lastimar su piel

Namjoon se levantó del suelo, sacudió su ahora limpió vestido y miró a hombre pelinegro con una gran sonrisa - primero que nada, señor. Soy Namjoon, un gusto... Y segundo, usted entró en mi hogar sin permiso de mi madre, hermana o mío...

Si, pues yo soy Ave rapaz, es mi apodo, no tenía idea de que alguien viviera aquí... Y la bolsa es mía, no tuya - Seokjin gruñó enojado, tratando de soltarse y paro cuando el chico lo detuvo suavemente, poniendo sus manos sobre las suyas acariciando - ¿Acaso quieres aprovechar que me has atrapado aquí y violarme, o hacer pociones con mis órganos y llanto, doncel?

No sé de que habla, pero quiero pedirle algo - Seokjin lo miró frunciendo el ceño, él no hacía favores a nadie - usted luce fuerte como madre, seguro puede protegerme... Si me lleva tras las montañas de allí... - señaló con su dedo índice por la ventana hacia el pequeño y lejano pueblo, con el atardecer sobre las montañas, trayendo detrás la noche ya - le devolveré su bolsa, lo juro

No puedes hacer eso, el bolso es mío - Seokjin miró alrededor, buscando su única pertenencia en el lugar, pero Namjoon tomó su rostro y lo hizo verle a los ojos

Hazlo, por favor... Madre te hará daño si no, además - el doncel suspiró profundamente y vio la ventana, afuera estaba casi oscuro - nunca he salido de aquí, siempre he estado solo porque afuera es peligroso... Madre me cuida pero estoy grande, necesito tu ayuda... Quiero explorar, ver con mis propios ojos más allá del prado, fuera de la cueva... Ver otros humanos y...

Ya, ya, ya... Detente doncel, te ayudaré pero cállate ya - Seokjin cerró los ojos y suspiró, tratando de calmarse y no golpearle - te ayudaré pero debes darme mis cosas, y solo te daré un pequeño paseo porque fuera hay malos amigos, muy cerca, solo promete eso y dejarme en paz para no vernos nunca más

¡Genial! Gracias horrible señor - Namjoon se abrazó al enojado Jin quien trató de esquivar pero al no poder evitarlo recibió el abrazo del chico de olor a flores - oh, solo tenemos dos días... Verá, madre y hermana regresarán pasado mañana mismo, en la noche

Como sea, será algo corto... Muy rápido. Ahora suéltame de entre estas telas y dame algo de beber, doncel - Namjoon lo miró frunciendo el ceño, pero lo soltó y lo ayudó a levantarse

Puede quedarse sobre esa cobija, cerca a la chimenea. Le daré algo de beber y comer, señor - Namjoon corrió saltarín hasta la pequeña mesa donde guardaba los alimentos, no podía creer que saldría de casa con un señor desconocido. Una extraña emoción quemaba su estómago, miedo y felicidad, sentía que sería una experiencia buena, algo prohibido que lo llamaba

Seokjin observó al chico con creciente enojo, podía esperar a que se fuese a dormir, buscar la bolsa e irse de ahí en silencio.

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