Llegada

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Junio estaba llegando a su fin, y eso significaba que se acercaban las vacaciones... Estaba sentado bajo un árbol cerca del lago negro, en mi forma animaga entre las rocas. No siempre me gusto que mi forma fuese un conejo, pero en ocasiones com esta, era bueno para pasar desapercibido, en especial porque Harry no sabía de este secreto, y una parte mía... la del animal, quería decirle, quería que me acariciase detrás de las orejas y que jugásemos, pero era ilegal, y él podría llegar a delatarme si nos peleábamos, digo, no íbamos a estar toda la vida juntos ¿O sí? Digo, lo quiero mucho, pero tengo dieciséis años, hay muchas cosas que todavía no viví, y estando en pareja no voy a poder vivir, no sé si me veo envejeciendo en una casa con Harry...

Osea, lo quiero mucho, pero no quita que necesite tiempo para mí, aún disfrutó estar solo, salir de noche o entrar a la sección prohibida de la biblioteca a leer sobre las artes oscuras... Y ese tiempo mío, privado, me agrada, pero el a veces no lo entiende, y ya piensa que me aburrí de él, y eso ya genero más de una pelea, las cuales yo suelo cortar diciendo "no seguiré con esta estupidez" porque es cierto, es una estupidez, porque el hecho de que quiera pasar un rato solo, no significa que lo odie, o que ya no lo quiera, digo ¡Maldición! Vamos a la misma escuela, nos vemos todo el tiempo

— ¿Han visto a Alex?

— No

Y ahí estaba el, le pregunto a un grupo que estaba cerca mío si me habían visto ¡Demonios! Lo había saludado hacia una hora ¡¿Acaso no sabe estar solo?! Por suerte, luego de suspirar resignado se fue adentro, y yo me acomode contra el tronco del árbol, disfrutando del sol

Y así pase toda la tarde, tranquilo, en silencio, hasta que cayó el sol y comenzó a oscurecer, e inevitablemente tuve que entrar, porque el conejo era un predador, y el bosque prohibido estaba lleno de depredadores, con los que prefería no cruzarme...

Camine por los pasillos tranquilamente, había sido un día sereno, y lo primero que haría en cuanto llegase a mi habitación, seria servirme un vaso de firewhisky y luego me iría a dormir... Pero claro que el destino siempre tiene otros planes para mí, porque en cuanto pise la sala común, la cual estaba convenientemente vacía, Malfoy vino a mí como un huracán y me tomo de las solapas de la camisa

— ¿Qué le has hecho hijo de puta?

Lo empuje lejos y me acomode la camisa enfadado

— No tengo idea de que, o quien hablas, he estado todo el día solo

— Eso es lo que tú dices— mascullo mirando hacia las escaleras, pero no había nadie ahí

— Mira Malfoy, ve directo al punto, no estoy para tus estupideces

— Engañaste a Harry, y todos te vimos

Mi corazón se paralizo ¿Qué no había sido claro con que no lo quería cerca de este idiota? ¿Por qué estaba con él? ¿Qué hacía con él? ¿Por qué no me aviso? El recuerdo de Harry diciendo Tuyo, tuyo, tuyo me invadió sin poderlo evitar

— Si, si, muévete y deja de inventar cosas

— No, tú no te vas a ningún lado hasta que me des una explicación, no te acercaras a el

— Tú, no vas a decirme que hacer, no te debo explicaciones, y si yo quiero ir con mi novio, lo hare

— Ahí es donde te equivocas, porque él no está en tu habitación, ni en la suya— me estaba provocando

— Está en la tuya— el asintió con una sonrisa ladina, reprimí el impulso de golpearlo

— Yo no lo engañe, estuve todo el día sol, afuera

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