La vida detras del solitario. (No apta para homofobicos)

La demanda.

Han pasado dos días y no eh sabido nada de Leslie, estoy un poco preocupado pues no la eh logrado contactar...

Acabo de despertar y se me ocurre checar por todos lados, en la computadora, en una página que tenemos ambos, veo que tengo un mensaje. Se me hace muy raro pues por ahí nadie me manda mensajes más que una sola persona, pero hace bastante tiempo que no nos hablamos por ahí, reviso mejor y como lo sospechaba es Leslie:

- Me regañaron muy feo, estoy castigada, tengo algo que decirte, me urge.

Lo último no me gustó mucho que digamos, algo estaba mal, le conteste rápido:

- Qué mal, ¿Qué pasa, dime?

Espere un rato a que me contestara, pasaron fácil treinta minutos hasta que por fin recibí su mensaje:

- Mis papas los quieren demandar, me quitaron mis cosas, pero ya borre todo.
- ¿Porque nos quieren demandar, bajo que cargos?  ̶  Conteste rápido y confundido. ̶
- Por privación de libertad, ellos piensan que no me dejaban ir.
- ¿Ya les contaste lo que paso?
- Si, pero ellos quieren hablar con sus papas, ya fueron a hablar con los papas de Roberto.
- Bien, que vengan a hablar, no hay problema. ̶  No me preocupaba que sus papas vinieran a hablar con mi mama pues mi mama sabe cómo soy y que a pesar de todo cuide a Leslie. ̶
- En cualquier momento pueden llegar a Tú casa, intentare persuadirlos para que no actúen legalmente.
- Me parece perfecto Leslie, nosotros no hicimos nada o por lo menos yo, sabes que no pasaría nada siempre te voy a cuidar.
- Lo sé.

No me esperaba esto, pero cada acción tiene una reacción y esto era solo una consecuencia de actuar de esa manera. Le dije a mi mama lo que había ocurrido y me dijo que no había problema, que si venían ella hablaría con sus papas.

Eran las tres e íbamos a ir a comprar comida, bajamos las escaleras y yo me adelante para sacar el carro y al momento de abrir la reja los papas de Leslie iban llegando.

- Hola Jacob.
- Hola señor Martin, señora Alejandra. ̶  Los salude respectivamente, sabía lo que venía a continuación. ̶
- ¿Esta Tú mama?
- Si claro, viene bajando.
- Bien la esperamos.

Mi mama tardo un poco en bajar las escaleras y en cuanto llego la presente con los señores y me pidieron hablar a solas, se alejaron y discutían, pasaron diez minutos hablando y me mandaron a llamar, me iban a encarar.

- Bien Jacob quiero que nos digas todo lo que paso en casa de Roberto  ̶  Dijo el papa de Leslie en un tono seco mientras mi mama esperaba mi reacción ¿Qué más podía hacer más que contar la verdad? ̶

Les conté todo lo ocurrido, de pies a cabeza, me guarde ciertos detalles y les dije por qué no les tuve que mentir, encare a su papa, le dije que le tenía miedo, les conté del pequeño problema de alcoholismo que Leslie estaba empezando a desarrollar y que urgía que la llevaran a revisar por las caídas que se dio en el sillón, ya que varias veces se golpeó la cabeza. Al terminar de hablar mi mama les aseguro a los papas de Leslie que ella me conocía y que nunca le mentía, que ella vio a Leslie en ese estado y que hasta nos ayudó a que volviera a ser consiente con los medicamentos naturales que le dio.

Los papas de Leslie agradecieron la aclaración y se fueron confundidos. No me iba a esconder, yo se dar la cara por mis actos y más cuando sé que no hice nada malo, más que cuidarla, si eso cuenta como algo malo lo volvería a hacer miles de veces si es necesario.

Pasaron tres días y Leslie no se había reportado, hasta que escuche sonar mi celular, un mensaje de ella en la página.

- Mis papas están más calmados y no tomaran acción legal, pero me meterán a algún grupo de ayuda por el alcohol.
̶  Me sentía aliviado y feliz porque esto por fin se estuviera calmando, y por qué Leslie recibiera ayuda para que ese problema que ella tenía no se hiciera más grande  ̶
- Gracias por decirme, ¿Cómo estás?
- Mejor, pero sigo castigada, ahora me llevan a la escuela y me recogen y están al pendiente de que entre a todas mis clases.
- Bueno, es normal, si yo fuera papa también haría eso. ̶  Sabia que los papas de Leslie tenían razón, de alguna manera quería hacerle ver a Leslie que lo hacían por su bien ̶
- Lo sé, pero ahora me siento encerrada.
- Pues si, pero un precio se tenía que pagar, ya verás que con el tiempo todo esto se olvidara.

Pasa bastante tiempo, yo sigo saliendo con mi vecino y a pesar de todo lo que paso Leslie y yo seguimos hablando mucho tiempo, me cuenta de los problemas que hay en su casa y que su mama ya no quiere seguir con su papa, que le pidió el divorcio y que hasta se iban a cambiar en frente de mí, todo está pasando muy rápido, pero poco a poco las cosas van mejorando para todos, por fin la vida nos quiere sonreír de nuevo, pues no hay tormenta que dure cien años.