Desde que salí de la preparatoria Antonio y yo hemos vivido bastantes experiencias, cada fin de semana nuevo es una nueva aventura para nosotros, agradezco cada momento que paso con él y con mis amigos hasta cierto punto creo que estoy empezando a sentir algo por Antonio, pero me niego a hacerle caso a esos sentimientos, no quiero arruinar lo que me queda de tiempo aquí por un sentimiento que sé que no será correspondido, es solo mi amigo y así como el acepta mi orientación sexual yo respetare la suya.
Como todas las semanas la mayor parte del tiempo la paso con él, creo que mientras más pasas con esa persona es más fácil que empieces a sentir cosas, no importa si es cierta o no mi teoría, solo sé que no me voy a descifrar si es cierto o no, simplemente que pase lo que tenga que pasar yo solo me encargare de disfrutar los buenos o los malos momentos, uno no puede solo abrazar los triunfos, los fracasos son los que nos enseñan en que nos equivocamos y cómo podemos corregirlo, me gusta más llamar a mis fracasos como experiencias; fallas, reflexionas, aprendes y lo solucionas, así es esto.
Es un viernes normal, no creo salir, hay una fiesta pero realmente creo que no tengo ganas de salir hoy en particular, tengo más ganas de descansar.
Decido sentarme afuera de la puerta de mi departamento, en las escaleras, me fumo un cigarro mientras escucho música.Es una tarde tranquila, el viento es fresco y el sol ya no quema, es relajante ver a las personas subir y bajar en la calle, ver como la vida no se detiene en ningún momento para nadie, y cuando se detiene es porque te has sentado a observar, es agradable ser espectador.
Los pájaros aun cantan en los árboles que están alrededor de mis condominios, de repente observo a lo lejos en lo alto de la calle un carro rojo, lo conozco.
El carro comienza a bajar y de repente se para frente a la reja del condominio donde vivo, es Alex y Antonio, Roy es otro de nuestros vecinos, casi no le hablo pero Antonio sí. Roy no está feo pero tampoco guapo, es raro, es moreno, tiene uno que otro musculo marcado y le gustan los arrancones según Antonio y lo poco que me ha contado de él.
Me toca el claxon y me hace señas para que baje, bajo caminando, no es que no me guste correr, pero no me gusta correr. Ellos se ríen y me piden que corra, les grito que no, que si quieren que se esperen.
Saludo a Roy y Antonio, ellos me saludan igual, simplemente chocamos las manos.
- ¿Qué paso? ¿A Dónde fueron?
- Pues nada, fuimos a dar una vuelta estábamos aburridos ¿Qué vamos a hacer hoy? — Pregunto Antonio con satisfacción, le gustaba dar vueltas y pavonearse en los carros, ¿A qué adolescente no le gusta hacer eso?—
- Pues no sé, la verdad tenía planeado descansar hoy.
- Pues si tienes razón, bueno de todas maneras vamos a ir por unas micheladas ¿Quieres ir? — Pregunto Antonio paciente a mi respuesta, a pesar de que no tarde en responder. —
- Claro, ¡Vámonos! — Me subí al carro, estaba emocionado y la verdad no sé por qué —
- Oye, pero ¿No te vas a cambiar la pijama? — Pregunto Antonio en tono de burla. —
Demonios cierto, aun traigo la pijama de que había decidido descansar el día de hoy, además ni dinero traigo.
- Espérenme tantito en lo que subo a cambiarme y por dinero. — mientras les decía, salí del carro y corrí hasta mi departamento. —
Me cambie más rápido que Flash cuando alguien está en problemas y le pedí dinero a mi mama, agarre mi celular y mis llaves que siempre traigo conmigo y como sé que Roy o Antonio siempre traen cigarros decidí no llevar ninguno.
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La vida detras del solitario. (No apta para homofobicos)
Novela JuvenilJacob, un joven de preparatoria empieza su primer año, no sabe lo que le espera, no tiene miedo. A pesar de eso sabe que hay niveles sociales y sobre todo en la escuela en la que esta apunto de entrar, secretos revelados que lo meteran en problemas...