La vida detras del solitario. (No apta para homofobicos)

Noticia inesperada.

A pasado una semana desde que paso lo de Roberto y mañana me había invitado a su casa, hará una reunión, pero creo que en el momento en que lo borre de todos lados decidí no ir, ni modo, hoy tendré que beber con mi vecino Antonio.

Son las 8:30 de la noche y quede de ver a Antonio a las 10, bebemos más tarde porque vivimos en una cerrada, en uno de los carros de mi mama, a veces nos tenemos que ocultar de las patrullas y apagar cualquier tipo de luz para no ser descubiertos ya que nos podrían llevar por beber en vía publica o algo así por el estilo.

Es una noche casual, hablamos horas, como siempre mientras escuchamos nuestras canciones favoritas, compartimos muchos gustos. Reviso el reloj de mi celular y veo que entre platica y platica nos dieron las 3:00 de la mañana, ya era hora de que por lo menos yo me fuera a acostar, los cursos con resaca no son lo mío; Ambos nos despedimos y estamos un poco ebrios, reímos mientras subimos las escaleras porque a pesar de que vivimos en condominios diferentes nuestros departamentos están a la misma altura y tenemos que subir ambos la misma cantidad de escaleras, reímos mientras nos miramos en nuestros pasillos y nos damos una última despedida.

Me despierto justo a tiempo para ir a los cursos, me arreglo como siempre y salgo. Es un bonito día, llego a la entrada de los cursos y antes de entrar espero a María quien no debe tardar en llegar pues es muy puntual. Llega 5 minutos después y mientras nos encaminamos al salón ella me dice que su prima tendrá una fiesta el próximo sábado, yo le prometo que iré y el día se pasa como todos los demás cuando voy a curso.

Llegando a mi casa mi mama se encuentra demasiado contenta, nos reúne a mi hermana y a mí en el comedor y nos cuenta la buena nueva.

-Bueno muchachos, les tengo una gran noticia. Hoy firme un autofinanciamiento para comprar una casa que me gusto en Cuautitlán Izcalli. — Mi hermana reacciona con felicidad, pero yo no. Mi hermana con los niños empezó a dejar de tener amigas cercanas y a pesar de que sale bastante con sus conocidos a ella no le afecta tanto como a mí, Cuautitlán Izcalli está a 25 km de donde vivimos, es empezar de 0 otra vez, justo lo que no quería, justo la noticia inesperada que jamás imaginaria.

Evito mostrar malos sentimientos pues mi mama está muy feliz, no voy a arruinar eso. Se que estoy siendo egoísta, pero casi siempre pienso en los demás de vez en cuando me permito pensar en mí, sé que soy la persona menos sociable en este mundo y ya estaba en la cima, volver a empezar para mí no era la más grata sorpresa.

Necesito beber y olvidarme de esta noticia, no quiero saber nada de esto así que le mando un mensaje a mi vecino, él nunca me pone un no por respuesta así que 10 minutos después esta abajo esperándome, bajo corriendo y vamos a comprar algo rápido para tomar; elegimos ron, siempre es ron.

Le cuento la noticia, ambos estamos tristes, a pesar de que llevamos poco tiempo saliendo, nos hemos convertido en los mejores amigos, no puedo evitar llorar y sorpresivamente el llora también, creo que el alcohol nos afecta mucho en ese sentido.

Mientras tomamos y seguimos platicando pienso en mi futuro y sé que todo lo que estoy disfrutando ahora en poco tiempo se acabara, tengo que disfrutarlo al máximo para evitar lamentarme después, le cuento mi plan y hemos decidido salir a muchas fiestas tanto como nos sea posible juntos.

Las pláticas con Antonio son largas y reconfortantes pero llega un momento en que se tienen que acabar, solo ha terminado otro fin de semana más, pero el próximo no lo veré, se ira con unos amigos de su escuela a un campamento y yo con María, a pesar de eso entre semana nos seguimos viendo aunque sea para fumar un cigarro en el parque mientras platicamos, claro que las pláticas que salen cuando fumamos no son tan profundas que las que tenemos estando ebrios, ebrios nos abrimos y no hay pena.