Mírame como a él (Kuroo x Kenma; kuroken)

Lo que se cuentan los baños

Luego de ganar a la Preparatoria técnica de Sarukawa, el armador, realmente exhausto, se encontraba siendo el centro de atención entre todos sus compañeros. Yamamoto y Fukunaga estaban realmente emocionados por las palabras que el pequeño les había dicho a todos luego de concluir el partido, tanto así que no podían apartarse de él mientras lo codeaban y molestaban. Kuroo se acercó a la ronda y vio a Kenma sentado, escondido detrás de sus propias rodillas, mientras que sacaba de vez en cuando sus garras para apartar a Yamamoto cada vez que pronunciaba las palabras "agallas" e intentaba abrazarlo.

-Debí haberme esforzado menos -murmuró el colocador antes de suspirar exhaustivamente-

-Vamos, vamos. De seguro quieren ir a ver a Karasuno ahora, ¿no? -comentó el capitán de Nekoma, con un humor completamente distinto al de ayer. La reciente victoria, y las palabras de la noche anterior dichas por Kenma, le habían cambiado el semblante.- ¿Kenma? -extendió su mano hacia él para facilitarle la parada- están jugando contra Inarizaki en este momento.

-¿Contra esos molestos gemelos? -preguntó Yaku con una toalla colgada alrededor del cuello- Vayamos a las gradas.

Durante el partido, Kenma se notaba cada vez más emocionado por las jugadas de Karasuno, y Kuroo notaba cada uno de esos movimientos y comentarios. Estaban uno sentado al lado del otro, como cada vez que veían un partido. "Seguro te gustaría que sea Miya quien haga sus coloraciones, estos chicos tienen una energía sobrenatural", comentaba Kozume de vez en cuando. Pero esto al pelinegro le molestaba, él sabía mejor que nadie cuando tiempo estuvo convenciendo a su amigo para que jugaran juntos, en el equipo de una misma preparatoria.

-Kuroo -mencionó Kenma mientras volteaba a verlo y le dedicó una mirada que no demostraba más que completa motivación. El partido había terminado, los sentimientos a flor de piel se sintieron por todos lados- Mañana jugaremos contra Hinata, tengo el presentimiento de que será interesante -nuevamente miró la cancha, dedicando una de aquellas sonrisas escalofriantes que solamente mostraba cuando algo le emocionaba. Kuroo se molestó un poco, así que se puso de pie y decidió salir afuera para tomar aire. Kenma se dio cuenta de este movimiento así que lo siguió a la brevedad.
Al llegar a la entrada, se encontró a Yamamoto y Lev con sus respectivas hermanas; ambas se acercaron a él sin previo aviso, ya que querían felicitarlo por el aguante que demostró el día de hoy. Nuestro armador es asustadizo, así que se colocó detrás de la espalda de Lev para mantener distancia de ambas mujeres.

-Oigan, ¿Saben dónde fue Kuroo?

-Debe haber ido a bañarse ya, nosotros pensábamos comer algo, ¿Por qué no nos acompañas? -Chilló Lev entusiasmado-

-Es raro que se vaya sin avisarme dónde, siempre me propone acompañarlo -reflexionó Kenma, ignorando completamente al pobre ruso.

-Oh, ¿Sólo se fue porque sí? -Preguntó la hermana de Yama y él asintió con la cabeza- Debe estar ofendido por algo, ¿discutieron antes?

-No realmente..., ¿ofendido? -Luego de preguntar esto para sí mismo, se fue hacia la habitación que le correspondía al equipo de Nekoma. No encontró las pertenencias de Kuroo, así que la teoría sobre que había ido a bañarse, era correcta. Él también tomó sus cosas y se dirigió al baño, encontrando a Kuroo recostado sobre la inmensa bañera, teniendo a la vista solo su nuca, hombros y homoplatos bien entrenados, característicos de alguien que se dedicaba al voleibol mucho más que él- ¿Así que estás ofendido? -preguntó sin más, mientras se acercaba a la tina y empezaba a sacarse de la remera-

-Espera, ¿te vas a desvestir ahí? -preguntó mientras volteaba el rostro, armando un escándalo con el agua sobrante de la bañera-

-¿Qué diablos te pasa?, no me digas que te da vergüenza -preguntó exasperado mientras se quitaba la remera y miraba detenidamente el rostro de Kuroo- Ey...mírame..-con un poco de esfuerzo, su compañero giró la cabeza, tragando saliva mientras intentaba evitar el contacto visual directo a toda costa.- ¿estás sonrojado?

-¡¿Y cómo no voy a estarlo?! -gritó y se dio vuelta, mirando a Kenma de frente- ¿Cómo podes ser tan inteligente e idiota a la vez?

-¿Y ahora por qué me insultas? -estaba por terminarse de desvestir, cuando notó que Kuroo permaneció viéndolo más tiempo de lo adecuado. Este último momento ayudó a Kenma a unir los cabos para saber qué era lo que le pasaba a su capitán.- Estoy notando que hoy se invirtieron los roles entre nosotros, estás demasiado introvertido -en vez de terminarse de quitar la ropa, se sentó en el borde de la bañera, enfrente de Kuroo-

-Yo también me doy cuenta de eso, más de lo que parece. Por favor, házmelo más fácil

-¿Soy el culpable?

-No hay nadie más que tenga la culpa, Kenma, por favor... dímelo de nuevo, dime que me prestas más atención a mí que a Hinata. -se acercó al pequeño torso desnudo de Kenma y apoyó su cabeza en él, buscando un consuelo, mientras lo humedecía debido a su cabello mojado.

-Así que Shōyō es el problema.-intentó confirmar mientras colocaba sus manos en la espalda de Kuroo. Ninguno de los dos sabía bien que estaba haciendo, los movía el ambiente del momento, la melancolía de Kuroo, y el alivio que les provocaba a ambos estar tan cerca del otro, luego de tan arduo partido.

-Necesito saber si soy el único que se siente así con respecto a otro. Si es unilateral, entonces no sé cómo hacer para que nuestra relación siga siendo igual que antes. Me llevará tiempo -se quejó aún escondiendo el rostro en el pecho de Kenma- Ni siquiera sé lo qué me pasa....