¿Y ahora qué sigue?

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-Kenma, este es el momento en el que me respondes que sentís algo similar a mí, y juntos intentamos descubrir qué es mientras atravesamos lo que queda de preparatoria juntos, ocultando nuestro romance para que nadie se entere y luego salimos triunfantes ante la mirada ajena y la aceptación familiar. -Kenma titubeó un poco respecto a lo que su compañero le declaraba; se llevó la mano al mentón; miró hacia arriba; ladeó la cabeza. Negó. Asintió. Kuroo moría de los nervios mientras enrojecía poco a poco por lo que acababa de decir. Enseguida se deshizo de los brazos de Kozume y salió de la bañera para irse a secar- Creo que me hice muchas ideas. -Rió un poco para sí mismo- No va a ser tan fácil, ¿no?

-Bueno... No creía que me gustaban los chicos, pero no es la primera vez que me preguntó si podrías ser tú quién sí me guste.. eh... Necesito pensar...

-¿No es la primera vez? -Kuroo, sorprendido, corrió hacia Kenma, dejando toda intención de secarse a un lado y olvidando la toalla por completo- ¿Qué otras veces los has pensado?

-¡Ay, no sé! Hoy es un día bastante estresante para mí. ¡Cúbrete!

-Oh sí, sí, lo siento. -Bajó un nivel a la energía que cargaba hasta ese momento, y esta vez, sin más rodeos, se terminó de secar y vestir. Sonreía tarareante, esta conversación había dejado la puerta abierta a una posibilidad en el futuro.
Las nacionales terminaron, otros tipos de emociones recorrieron a todos los integrantes de todos los equipos que participaron, así que no fue prioritario para ellos volver a tocar el tema respecto a quién gustaba de quién, ni cuando. Karasuno se despidió de Nekoma, Hinata prometió ir a visitar a Kenma seguido, además, se seguirían cruzando en más de un partido. Luego de que cada uno volvió a casa, Kuroo descubrió algo que sería fundamental a partir de ese momento: a Kenma le interesaba Hinata cuando se trataba del voleibol. Claro que eran amigos, hablaban de vez en cuando; pero esa emoción que surgía en el pequeño felino cuando veía al cuervo, solo era evidente cuando se estaban alentando o por enfrentarse ellos mismos en un partido. 

                                       🌙                     🌙                      🌙


-Buenas tardes -como cada vez que iba a su casa, entró sin permiso a la habitación de su amigo- Todos sabíamos que pasaría esto, ¿Cuánto tiempo más vas a estar enfermo?

-Ey -intentó decir Kenma mientras retiraba una toalla húmeda que tenía cubriendo su frente. Estaba totalmente enrojecido de la fiebre y le costaba mantener los ojos abiertos. Hacia mucho que no se enfermaba a causa del deporte, pero esta vez fue demasiado intenso para él, y una vez que retomaron sus actividades habituales, cayó en cama enseguida. Esta era la primera vez que Kuroo iba a visitarlo una vez que finalizaron las Nacionales, llevándole el saludo de todos sus compañeros.- ¿No te sientes incomodo viniendo a mi casa?

-Bueno, si me lo mencionas, si me pone incomodo. Podrías tener un poco más de tacto -comentó, rascando y desordenando un poco su cabello de los nervios.- Pero nada tiene que cambiar, ¿cierto?

-Dijiste que si no era unilateral, entonces no sabrías...

-SÍ, YA SÉ QUE DIJE -gritó exasperado tras sentirse acorralado. Esto hizo que Kenma se erice del miedo, escondiéndose detrás de las cobijas- Es que....-titubeó nervioso- todavía no dijiste que no. Puedo esperar tu respuesta.

-¿Cómo sabes que te gusto? -preguntó indiferente, mientras revolvía lo que había en la bolsa que Kuroo le había llevado.

-Bueno, no sé si es algo que pueda contestar. Mis ojos están puestos en ti hace mucho; no me pasa con nadie más. Y... cuando el pequeño de Karasuno empezó a hacerse íntimo conmigo -siguió diciendo, cada vez más avergonzado de sus palabras- estoy seguro de haber sentido grandes celos. Pero ya resolví esto -agregó enseguida, para que Kenma estuviera seguro de que no se trataba de ninguna obsesión- es porque no podía aclarar lo que quería.

-¿Y ahora qué sigue?

-¡PODRÍAS PONERLE MÁS VOLUNTAD A LA CONVERSACIÓN!

-Tengo fiebre -Kuroo suspiró y se sentó a un lado de la cama, le indicó a Kenma que levantara los brazos hacia arriba y él enseguida le hizo caso. No tan avergonzado como parecía, Kuroo empezó a subir la remera de Kenma hasta quitársela, tratando de que él se mueva lo menos posible para no provocarle un posible mareo. Rebuscó en el cajón de su cómoda para encontrar un termómetro, lo colocó debajo del brazo, y luego le indicó que los bajara.

-Quiero ser al primero que tengas en cuenta para que te tome la fiebre luego de que decaigas tras un partido. -Sentenció Kuroo, a modo de pedido. Kenma rió para sí mismo y le dedicó una tierna mirada al pelinegro.

-Así será...

Mírame como a él (Kuroo x Kenma; kuroken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora